El club firma el contrato con los padres de los niños para no vulnerar así el marco legal y poder exigir los 60.000 euros Fuentes jurídicas cuestionan el blindaje de la cantera
JOSÉ MOLINS | VALENCIA..-
Las cláusulas de rescisión que ha impuesto el Valencia a los jugadores de sus categorías inferiores están en los límites de la ley. El club hizo firmar hace un mes y medio a los padres de todos los niños de la cantera un documento por el que se comprometían a quedarse en la disciplina blanquinegra hasta los 16 años, y si los chavales querían marcharse a otro equipo debían pagar 60.000 euros a la sociedad blanquinegra.
Este procedimiento ha levantado mucha polémica porque puede considerarse abusivo, más aún cuando se trata de menores. Pero el Valencia defiende que no hace nada ilegal. Para ello recurre a los padres de los niños, con quienes firma el contrato y por tanto adquieren responsabilidad civil, y de esa forma evita que se vulnere la ley.
Y es que la legislación vigente es clara al respecto, como señala el artículo 15.3 de la ley 2/2011 de la Generalitat, del Deporte y la Actividad Física de la Comunitat Valenciana, en el que impide las compensaciones económicas entre clubes para menores de 16 años. Pero la clave del documento es que la relación implica al Valencia y al padre del niño, y no a dos equipos.
Es decir, que si por ejemplo el Real Madrid quisiera llevarse a un jugador alevín, sería el padre el que debería romper ese compromiso rubricado, pagando 60.000 euros. Lo que prohíbe la legislación es que los madridistas negociaran con el Valencia por el fichaje del niño, pero en este caso el contrato es de una persona física con una sociedad mercantil.
Sin embargo, fuentes jurídicas consultadas por LAS PROVINCIAS admiten que un juez podría declarar nula la cláusula de rescisión al entender que se está disponiendo de los derechos del menor, un marco legal que está por encima del contrato en cuestión.
El 'contrato de fidelización', tal y como lo llaman en el Valencia, formalmente no vulnera la ley por este regate de los servicios jurídicos del club, pero éticamente sí crea muchas dudas. La entidad se acoge a que no son futbolistas profesionales, sino amaters, y como tal no se trata de una relación laboral.
El argumento valencianista es que los 60.000 euros que figuran en el contrato no suponen un traspaso, sino una compensación económica por la formación que ha recibido el niño durante su estancia, y de esta forma, si esta enseñanza la aprovecha otro club, los blanquinegros reclaman ese dinero como una devolución de la inversión realizada. Y entienden que el padre, al firmar, adquiere un compromiso de devolución del dinero que ha invertido el club.
Sin embargo, algunos especialistas jurídicos y miembros de la Federación Valenciana de fútbol consideran que estos contratos acaban con el fin de cada temporada, y no se perpetúan en el tiempo. Hay que tener en cuenta que los chavales pueden firmarlo a los ocho años de edad y que con 16 sigan en la escuela valencianista.
Otro de los puntos que los padres podrían impugnar a la hora de que el club les obligara a abonar la cláusula si se marchan es el dinero. Los 60.000 euros son un cálculo estimado de lo que cuesta formar a un niño en la cantera durante toda su trayectoria, pero esa cifra puede variar según los años que esté cada chaval en Paterna o en función de si ha pagado mensualidades o no.
Tampoco vincula a las dos partes con igualdad de situación, ya que el club puede prescindir del niño sin coste alguno y sin penalizaciones en el documento.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-12-13/clausula-canteranos-valencia-limites-20121213.html
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