@FranGuaita
En esa diáspora destructiva que ya no tiene marcha atrás y que culminará con su cese -algún recién llegado al club ya se postula entre bambalinas para el cargo de director deportivo-, a Braulio Vázquez le toca ahora recibir estacazos por su incapacidad para vender un portero. Tiene testículos el asunto. Aunque, bien pensado, la boutade tampoco supone ninguna sorpresa.
Así es un sector del entorno del Valencia. Sesudo, comedido, analítico hasta el milímetro. No descarten desayunarse un día con el titular: “Braulio sube el IVA”. O escuchar en alguna tertulia de esas que aspiran al Pulitzer teorías de la conspiración que vinculen la terrible crisis que azota a España con el paisanaje de Rajoy con el director deportivo del Valencia.
¿Alguien puede explicarme por qué tiene Braulio que vender a un portero? El argumento de la incomodidad de Diego Alves no es válido. Si el brasileño no es feliz en la ciudad, el problema no es del club. Y el que tiene que mover el traserito no es el gallego, sino su representante. ¿Cómo es posible que Alves se ponga en contacto con Braulio para pedirle que el Valencia acepte una cesión por él y aquí no se monte un incendio ante semejante falta de respeto?
Tampoco vale eso de que Guaita no rinde al cien por cien la presión que le genera competir con un portero de máximo nivel. Pero, ¿qué es esto? ¿Primera División o la Guardería Hello Kitty? Oiga, usted cobra una ficha de un millón de euros. Y la cobra religiosamente. Deje que sea el club quien decida qué porteros van a integrar la plantilla.
¿Saben que Diego Alves tenía meditada desde principios de abril la carta de despedida que iba a leer en Paterna su último día en el club? Desde luego no es la mentalidad idónea para ayudar al Valencia a conseguir la clasificación para la Champions en los dos últimos meses de temporada. ¿Saben que los agentes de Guaita realizaron el viaje a Múnich con la expedición del primer equipo para presionar a favor de su representado ya que comenzó la Liga como suplente? Ni uno, ni otro. Ni Guaita ni Alves han tenido la actitud adecuada para soportar un clima de competencia muy necesario en una entidad que tiene 120 millones de presupuesto.
Con este percal, que en el vestuario no es ningún secreto, es lógico que Braulio Vázquez moviera ficha. Ya les contamos a principios de junio en la Cadena SER que el director deportivo del Valencia se había puesto en contacto con los agentes de Dani Aranzubia y Antonio Adán. El objetivo, conocer si alguno de los dos podía conseguir la carta de libertad y llegar libre a Mestalla. Son dos buenos porteros. Pero ninguno tiene el nivel de guardametas como Alves y Guaita. Vender por vender, regalar a uno de los dos si no llega una oferta importante sí que sería para censurar a Braulio.
Es innegable que se equivocó con Piatti, Víctor Ruiz, Pellegrino (pegó la cabotà a Llorente) o Gago pero, si hablamos de la portería, el Valencia es uno de los equipos de Europa que mejor cubierta tiene esa posición. Debilitarla por el capricho de quien no tolera la competencia no tendría ningún sentido.
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