El representante del jugador no presenta ninguna oferta antes del 30 de julio, por lo que ya no puede romper su contrato si llega una proposición de 25 millones El club de Mestalla cuenta con él y, en todo caso, podrá fijar la cifra de un traspaso.
En el equilibrio de fuerzas que se establece en toda negociación, siempre hay una parte fuerte y dominante, que controla el tempo de la situación, y otra parte debilitada, con un rol secundario, que debe redoblar los esfuerzos para convencer a su interlocutor. En el culebrón acerca del futuro de Juan Mata, el Valencia ha invertido los papeles. Ahora pasa a ser la parte que lleva la manija e impone las condiciones. El futbolista, vinculado con fuerza en las últimas semanas al Arsenal y al Tottenham, ha perdido la oportunidad de desvincularse unilateralmente del Valencia al no presentar a tiempo una oferta de un mínimo de 25 millones antes del 30 de julio, tal como informó en su edición de ayer Superdeporte.
La clave está en la renovación de contrato hasta 2014 que el extremo izquierdo firmó a mediados de la pasada temporada. Incluía una cláusula con fecha de vencimiento -que hasta ahora se consideraba como un pacto de caballeros verbal-, por la cual si un conjunto se presentaba con una oferta que rondase los 25 millones, el Valencia estaba obligado a estudiarla y, en el caso de que no la aceptase, igualar el salario ofrecido por el club comprador. A partir de ahora, el presidente Manuel Llorente puede remitirse a la cláusula del futbolista, cifrada en 60 millones de euros. Desde el club de Mestalla se defiende ahora que el futbolista continuará un año más a las órdenes de Unai Emery y que, en ningún caso, pondrá facilidades a la salida de su futbolista franquicia, además de no haber recibido ninguna oferta formal de ningún club. De la misma manera, se confirmaría la tesis defendida por la entidad blanquinegra de que la inminente llegada de Sergio Canales sería compatible con la continuidad de Mata en el proyecto deportivo ideado por Braulio Vázquez.
El nuevo escenario, a pesar de todo, no descarta que todavía acabe produciéndose un traspaso del futbolista. El interés del fútbol británico es real. El Arsenal tiene señalado a Mata como recambio de Cesc en el caso de que sea traspasado al Barcelona (Mata jugaría de mediapunta y Nasri retrasaría su posición para ocupar la del jugador catalán) y el Tottenham ha reconocido públicamente, por mediación de su técnico Harry Redknapp, que Mata está en sus preferencias, sobre todo en el caso de que los Spurs traspasen al Chelsea a Luka Modric, una de sus máximas figuras. En todo caso, los dos clubes londinenses ya son conscientes de que Juan Manuel Mata, padre y representante del jugador, ya no puede ejercer la misma presión que la efectuada hasta el momento para decantar las negociaciones.
El Valencia, tal como revelaba Superdeporte, tiene intención de premiar la continuidad del futbolista y su comportamiento (no se ha inclinado públicamente sobre su futuro) con una nueva subida de salario de Mata, convertido además esta temporada en uno de los tres capitanes del equipo, junto a Albelda y Soldado.
La clave está en la renovación de contrato hasta 2014 que el extremo izquierdo firmó a mediados de la pasada temporada. Incluía una cláusula con fecha de vencimiento -que hasta ahora se consideraba como un pacto de caballeros verbal-, por la cual si un conjunto se presentaba con una oferta que rondase los 25 millones, el Valencia estaba obligado a estudiarla y, en el caso de que no la aceptase, igualar el salario ofrecido por el club comprador. A partir de ahora, el presidente Manuel Llorente puede remitirse a la cláusula del futbolista, cifrada en 60 millones de euros. Desde el club de Mestalla se defiende ahora que el futbolista continuará un año más a las órdenes de Unai Emery y que, en ningún caso, pondrá facilidades a la salida de su futbolista franquicia, además de no haber recibido ninguna oferta formal de ningún club. De la misma manera, se confirmaría la tesis defendida por la entidad blanquinegra de que la inminente llegada de Sergio Canales sería compatible con la continuidad de Mata en el proyecto deportivo ideado por Braulio Vázquez.
El nuevo escenario, a pesar de todo, no descarta que todavía acabe produciéndose un traspaso del futbolista. El interés del fútbol británico es real. El Arsenal tiene señalado a Mata como recambio de Cesc en el caso de que sea traspasado al Barcelona (Mata jugaría de mediapunta y Nasri retrasaría su posición para ocupar la del jugador catalán) y el Tottenham ha reconocido públicamente, por mediación de su técnico Harry Redknapp, que Mata está en sus preferencias, sobre todo en el caso de que los Spurs traspasen al Chelsea a Luka Modric, una de sus máximas figuras. En todo caso, los dos clubes londinenses ya son conscientes de que Juan Manuel Mata, padre y representante del jugador, ya no puede ejercer la misma presión que la efectuada hasta el momento para decantar las negociaciones.
El Valencia, tal como revelaba Superdeporte, tiene intención de premiar la continuidad del futbolista y su comportamiento (no se ha inclinado públicamente sobre su futuro) con una nueva subida de salario de Mata, convertido además esta temporada en uno de los tres capitanes del equipo, junto a Albelda y Soldado.
