Guaita, Postiga, Pereira, Banega, Djukic y Españeta se llevan las grandes ovaciones de la presentación
juan carlos villena | .-
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La afición demostró ayer que sí cree en el nuevo proyecto que lidera Amadeo Salvo en los despachos. Aunque, sin miedo al error, se podría resumir que los seguidores valencianistas creen directamente en el Valencia. Como reza uno de los cánticos de la Curva Nord: «Pasa el tiempo, pasa la gente, jugadores y presidentes, y nosotros aquí presentes, te animamos hasta la muerte». Y así lo demostraron anoche.
Con la salida de Roberto Soldado el equipo ha perdido gol, aunque ha tenido un efecto inmediato para que los jugadores de segunda línea den un paso al frente. Y la afición demostró ayer con sus ovaciones que comienza la temporada, parafraseando al anterior presidente, totalmente llena.
Porque en el palco también hubo cambio respecto a la pasada campaña. La figura de Manuel Llorente dejó paso a la de Amadeo Salvo. Aunque el nuevo gestor es consciente de que al final los resultados son fundamentales para medir la paciencia de la afición, simboliza la ilusión de los socios y simpatizantes del Valencia por la nueva temporada. El presidente accedió por el palco junto a dos de sus hijos media hora antes del inicio de los actos y no paró de fotografiarse con los seguidores que encontró por el camino.
El nuevo dirigente ha entrado con una buena dosis de carisma en la grada. «No se arrugue ni con los grandes ni con los jugadores. Siga defendiendo siempre al Valencia, porque la afición estará con usted si lo hace», le comentó un aficionado de mediana edad cuando accedía a Mestalla.
Aunque es complicado, a menos que se instale un sonómetro, conocer con exactitud qué jugador es el más ovacionado en una presentación, sí que existen tendencias. Y en la más alta se encontraron las salidas al terreno de juego de Vicente Guaita, Joao Pereira, Hélder Postiga y Éver Banega.
Pero también fue significativa la acogida que se llevó Miroslav Djukic. El serbio, que ya triunfó como jugador, también ha calado hondo en la grada desde que se puso al frente del banquillo. Su idea de fútbol, alegre y atrevida, y su discurso sincero y directo han llegado igualmente al corazón del aficionado.
La ovación a 'Españeta' está fuera de concurso. Cada verano es la mayor de todas, venga la estrella que venga, algo para que muchos tomen nota. El cariño no se compra con dinero.
Pablo Piatti y Aly Cissokho también fueron reconocidos, pese a que su futuro sigue en el aire. «Quiere demostrar el gran jugador que es». Con esa frase, el 'speaker' José Manuel Parra presentó al argentino, que con el '11' a la espalda respondió a los aplausos de la grada con el mismo gesto. El francés, lento y desganado en su caminar, no pudo ahogar la sensación de que estaba un poco disgustado por encarar una presentación con la que no contaba. Cissokho esperaba que durante la gira por Estados Unidos se certificara su marcha al Liverpool, pero se ha encontrado con la firmeza del club, esa que el aficionado que saludó al presidente al entrar al campo le demandaba.
En todas las presentaciones que se precien nada es casual. Ni el orden de salida ni las frases con las que se recibe a los jugadores. Y ahí el curtido 'speaker' del club es un maestro. «La última perla de la escuela de Paterna, juventud y atrevimiento...» Con esa frase fue recibido Fede Cartabia (dorsal 21). La primera ovación correspondió a Paco Alcácer, con el '16', ya que está de nuevo en Valencia. «Con hambre, sabe que tiene clase para ser una estrella, tiene olor a gran delantero», comentó Parra.
Míchel Herrero, con el '24', aprovechó que los sentimientos estaban a flor de piel con la salida de Alcácer para que su ovación fuera incluso más alta que la de su compañero. El público, que lució de forma significativa la camiseta de la Senyera, quiere que el equipo vuelva a valencianizarse. «Ha vuelto con la madurez y experiencia de ser un jugador consolidado. Es de Burjassot, de nuestra escuela y sólo quiere triunfar con la camiseta del Valencia». Así fue presentado el hombre que marcó el gol al Everton en Miami y llega a Mestalla después de un gran año en el Levante. Los blanquinegros, de hecho, han pagado 420.000 al club granota para repescar al centrocampista.
Llegó el turno para que uno de los que quieren reivindicarse con su fútbol en Mestalla saltara al césped. La pasada temporada no tuvo la confianza de Pellegrino ni Valverde. «Pero en EE UU han admirado su olfato goleador. Ya está adaptado a un grande, Mestalla va a disfrutar con la magia canaria». Jonathan Viera también recibió el cariño de la grada, al igual que Juan Bernat. Y a Antonio Barragán se le destacó su honradez y compromiso. Pese a que es uno de los futbolistas que menos convencen a los seguidores, tambien se llevó su dosis de calor de la grada.
Uno de los mejores ejemplos de que al final el respeto de una afición no se compra con dinero, sino que se gana sobre el campo, lo encarna Javi Fuego (que saltó con el '15'). Porque el asturiano «es un trabajador incansable del fútbol, que ha dado el salto a un grande y que quiere aprovechar la oportunidad. Es el jugador que todo equipo necesita». Víctor Ruiz, que por la prisa que se dio al llegar a la tarima situada en el centro del campo pensaba que su recibimiento iba a ser otro, también fue aplaudido.
Hélder Postiga hereda el dorsal '9' de Soldado y también fue uno de los más ovacionados. No bajaron mucho los decibelios con el siguiente, Oriol Romeu, que llevará el '6' que deja libre Albelda, ni con Dani Parejo o Andrés Guardado. Sí que subieron con Joao Pereira, muy querido por el público.
Tras el cuarteto internacional formado por Feghouli, Rami, Mathieu y Jonas, llegó la hora de los porteros. Y la grada aplaudió más a Guaita que a Diego Alves, aunque leer esto le moleste al brasileño. «Valenciano, siente el Valencia desde que era un niño y ya es uno de los mejores porteros jóvenes de Europa. Quiere hacer historia con el equipo de su tierra», fue la frase que recibió a Guaita. Los tres últimos en salir al césped, Canales («que sabe que va a ser su año»), Ricardo Costa -uno de los capitanes, con jerarquía- y Banega. Aunque el argentino merece un capítulo aparte.