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ORGULLO

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martes, 16 de octubre de 2012

Banega y Soldado tiran del Valencia

Asumen el rol de líderes, muestran la fe en el proyecto y subrayan su compromiso con el clubEl argentino pide paso y quiere jugar ya el sábado: «Echo de menos Mestalla sobre todas las cosas»


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LOURDES MARTÍ | VALENCIA..-
Los goles, ahora un tanto olvidados, convirtieron a Roberto Soldado en el líder del Valencia. Ya no está solo. Éver Banega confirmó ayer que ha vuelto, y además lo hace con la implicación exigible a quien aspira a ser cerebro de este equipo. Ambos futbolistas tomaron simultáneamente la palabra, el argentino en Paterna, el español en Madrid, para articular un discurso lleno de nexos: fe en el proyecto que comanda Pellegrino, identificación con el club que apostó por ellos.
No son palabras nuevas en la boca de Soldado, pero sí constituyen una grata noticia cuando las pronuncia Banega, jugador que ha pasado de descarte a convertirse poco menos que en un mesías para el valencianismo. Éver quiere reaparecer el sábado ante el Athletic. Se cumplirán entonces ocho meses y un día desde que fue atropellado por su propio coche. Aquel accidente pudo retirarle, pero él ha sabido sufrir. Vuelve a ser futbolista.
Banega ha visto el irregular inicio de su equipo desde la grada y está convencido de que la situación dará un giro de 180 grados: «Esto es largo, acaba de empezar el campeonato y quizá los resultados no son los que se esperaba. Hay que estar tranquilos y dar confianza a Pellegrino y al equipo, porque sacaremos esto adelante. Es cierto que dentro del terreno de juego a lo mejor no salen cosas, pero en los entrenamientos nos matamos y eso se debe notar. El Valencia es un equipo grande. Debe terminar arriba».
Paralelamente era Soldado quien, en una entrevista a la Liga BBVA, demostraba haber asimilado el tirón de orejas de su entrenador tras el derbi, cuando Pellegrino confesó que temió por la expulsión del ariete debido a sus roces con Ballesteros. «Saben que es impulsivo y van a buscarlo. Cuanto más hablan, menos juegan», dijo entonces el argentino. «Hay que hablar menos y trabajar más», admitió ayer Soldado en unas palabras que sonaban a acto de contrición.
Para el delantero, esa es el concepto que conducirá hacia los buenos resultados. El trabajo. 2012 no está siendo generoso con Soldado, y mucho menos con Banega. La llamada de Vicente del Bosque no oculta que la efectividad del delantero ha decrecido respecto a campañas anteriores. Lo certifican sus 11 goles en 38 partidos oficiales. Peor lo ha pasado Banega durante el mismo espacio de tiempo. Si el 19 de febrero se fracturó la tibia y el peroné en uno de los percances más desgraciados que se recuerdan en el mundo del fútbol, en agosto se llevó un gran susto cuando se le incendió el Ferrari camino de Paterna. Por suerte salió ileso.
Para el argentino han terminado las pesadillas. El sábado toca soñar ante el Athletic. Éver pide paso. «Estoy en condiciones de jugar. Siendo en nuestro campo y con mi vuelta, puede resultar un enfrentamiento muy bueno. Es el momento perfecto», comentó el futbolista de Rosario. «Lo que pasó, ya está. Fue un mal momento y doy gracias a todos los que estuvieron a mi lado, como familia, aficionados y cuerpo técnico».
Han sido ocho meses interminables. «Lo que ocurrió me produjo mucho dolor y sufrimiento. A veces parecía que no pasaba el tiempo, pero nunca pensé en dejar el fútbol. Tenía que ser positivo y llegó el día». Quizá ese calvario le ha servido para crecer. Ayer la sala de prensa de Paterna mostró a un Banega diferente, implicado y ávido de fútbol. Que sabe lo que más ha echado de menos: «Sin duda, Mestalla sobre todas las cosas por el calor de la gente, puesto que cuando entras al campo te da ganas de jugar».
La relación entre la grada y Banega no ha sido fácil, debido a la irregularidad sobre el césped y algunos desafortunados gestos de indisciplina lejos de éste. Pero la vida da al centrocampista otra oportunidad.
Por eso comprende lo que vive Dani Parejo, el hombre que trató de sustituirle sin éxito. El de Coslada desperdició su oportunidad y el exigente público valencianista se lo ha reprochado. Además, como en su día Banega, también ha tenido que pedir perdón en alguna ocasión por motivos extradeportivos. Cuando se le recuerdan los silbidos que Mestalla ha dedicado a Parejo, Banega pide paciencia: «Tiene que tratar de revertirlo y demostrar su fútbol en la cancha. Tiene muchísima calidad, le sobra para jugar en el Valencia y espero que pueda hacerlo bien y que Mestalla se lo reconozca».
A sus 24 años, Banega es con Albelda el jugador que más temporadas acumula defendiendo la elástica blanquinegra. Una condición que no pasa desapercibida para el rosarino: «Llevo muchos años en el club y me siento como de la casa. No experimento presión, al que le toque jugar debe hacerlo bien. Estamos empezando y esto es largo, hay que confiar en el equipo».
Cuestionado sobre la posibilidad de jugar junto a su compatriota Fernando Gago, Banega se mostró contundente: «Lo importante es el funcionamiento del equipo. Con él o con el que me toque jugar, o al que le toque estar sobre el césped, lo que importa es hacerlo de la mejor manera. Si me eligen para estar con Fernando, encantado, y si no, tranquilo, a esperar el momento».
La adaptación al medio es una de las premisas necesarias para la supervivencia. Y Banega parece tenerlo asumido. Por ello considera que el cambio de entrenador respecto a la temporada pasada no debe ser excusa. Tampoco cree que el tipo de juego que busca Pellegrino, con más posesión que en la etapa de Emery, le beneficie: «El año pasado se consiguió los objetivos con otro técnico. Hay que acostumbrarnos al nuevo y aprender de cada uno de ellos. Ya vendrán mejores momentos si estamos todos unidos».
El que estará seguro sobre el terreno de juego el sábado es Soldado, quien ayer reiteró, como Banega, su plena identificación con el Valencia. Ni hablar de un futuro lejos de casa... salvo que el equipo se lo pida. «Me ha costado llegar aquí y es donde quiero jugar. Hay un proyecto que me ilusiona y quiero estar mucho tiempo para hacer grandes cosas junto al resto de mis compañeros. Me iré cuando el Valencia me diga que tengo que salir porque necesita ese dinero».
Precisamente por la delicada situación económica que atraviesa el club pide Soldado que todos den un paso al frente: «Estar en la Champions es una obligación, es necesario para el Valencia. Queremos estar ahí arriba por eso. Nos gustaría ir mejor de lo que hemos empezado, pero tenemos que pelear».
Entre otras circunstancias, el delantero valenciano achaca el irregular inicio de temporada a las lesiones sufridas por futbolistas llamados a ser determinantes en este equipo: «Nos está costando bastante engancharnos, sobre todo porque ha habido muchas bajas desde el principio y poco a poco seguro que vamos a recuperar la forma y ganar partidos para estar arriba. Cuando va todo bien todo está más rodado, por eso ahora es el momento de trabajar mucho más y empezar a sumar».

Aly Cissokho ´No estamos tan lejos de Madrid y Barcelona´


El internacional galo reconoce que se deben corregir desajustes defensivos y que el equipo tiene talento para ejecutar el fútbol de toque que pretende Pellegrino.



Aly Cissokho fue fichado hasta 2016 y ha costado 6 millones de euros.


























































VICENT CHILET

 ¿Cuál es el primer recuerdo que le viene a la cabeza del Valencia?
Lo primero que me viene a la memoria es el Valencia de Angloma. Aquel era un muy buen equipo, que demostró que se puede llegar a finales de la Liga de Campeones. Vi la final que perdimos contra el Bayern de Múnich en la que jugó Albelda. Yo era un chaval de 14 años y estaba en el centro de formación de deportistas de Blois, en mi pueblo. Fue una lástima el desenlace que tuvo aquel partido.
Para un defensa como usted, que solo había marcado dos goles en su carrera antes de llegar a Valencia, ¿qué sintió al marcar en su debut en Mestalla?
Mi faena está más en evitar goles que en marcarlos, así que te puedes imaginar, qué alegría. El gol significó además la victoria contra el Celta, en un partido complicado y en mi debut. Ahora que sé lo que se siente espero que vengan más goles de vez en cuando a partir de ahora.
No ha tenido un respiro. Debut en el Camp Nou, titular desde el primer momento por la lesión de Mathieu, ahora el equipo atraviesa un momento delicado...
Todo ha sido muy intenso, es cierto. Hemos tenido muchos partidos gordos, y eso es una dificultad añadida: Real Madrid, Barça, Bayern de Múnich. Han caído varios jugadores lesionados y fuera de casa hemos disputado un par de partidos a mediodía, de mucho esfuerzo y derroche...
¿No había jugado nunca antes en ese horario?
No, nunca en mi carrera había jugado partidos a las doce de la mañana. Es un horario malo. No es nada dramático, no me quejo. Es parte de nuestro trabajo. El problema real es nuestro, con los desajustes en defensa. Cuando los solventemos el equipo irá a mejor.
Desde fuera, el arranque del Valencia parece responder a una cuestión anímica, de estímulos o convencimiento, más que deportiva.
Hay partidos, como el de Mallorca o el último contra el Levante, que hemos tenido el 70 % de la posesión del balón. Ante el Levante tuvimos cuatro oportunidades claras de marcar antes de la media hora, en Mallorca otras tres en los primeros veinte minutos. Los grandes equipos deben marcar en esas ocasiones. No lo hicimos y en cambio, a partir de errores en la entrega de la pelota, o de saques largos del portero rival, nos han marcado y no hemos podido reaccionar.
¿Cuál es la solución?
No veo otra solución que no pase por trabajar, y estar más vigilantes en esos detalles. No los podemos pasar por alto.
Falta por definir el estilo. ¿Qué filosofía de juego persigue el VCF? ¿Qué os pide Pellegrino?
Pienso que el estilo de juego está adaptado a los jugadores que tenemos. Nos gusta tener la posesión, controlar el balón y manejarlo en pequeños espacios. Tenemos muchos jugadores con gol, centrocampistas con llegada desde segunda línea... Hay que insistir en lo que estamos trabajando.
¿Es difícil compaginar el aprendizaje en un nuevo equipo, la adaptación a una nueva ciudad, con la obligación de inmediata exigencia deportiva?
Todo ha venido de golpe. Jugar de inmediato, adaptarte a una ciudad como Valencia, diferente a Lyon, aprender una nueva lengua, pero la esencia del juego es la misma: jugar a fútbol, y en España no es tan diferente a Francia. Desde hace cuatro años, en el Oporto, el Olympique o la selección francesa, he tenido una exigencia muy alta y partidos de primer nivel. Con esa experiencia, la presión uno la lleva siempre dentro y la adaptación se hace más fácil.
Ayuda también que el Valencia sea el club más afrancesado de la Liga...
Soso, Adil, Jérémy o Tino Costa, que habla francés a la perfección, han sido jugadores muy importantes en estas primeras semanas, un gran apoyo. Pero la convivencia no se limita a los jugadores franceses, o a los que han pasado por la Ligue 1, como Ricardo Costa. De mi experiencia en la liga portuguesa tengo algunas nociones de castellano y me permite entender prácticamente todo lo que dice el míster.
¿Qué compañeros le han sorprendido más ya sea por el juego o por el carácter y la jerarquía?
Nada más venir me impresionó Jonas. Es un jugador formidable, muy técnico, con clase. Y no me olvido del pequeño Jonathan. A pesar de su juventud nos ha cautivado a todos. Y cuando se recupere, Ever nos ayudará muchísimo. Por lo que he visto en los entrenamientos tiene técnica y dotes de mando. Los tres nos darán fortaleza.
¿Qué diferencias ha notado respecto al campeonato francés? ¿Más toque por un lado, menos intensidad física?
El campeonato español es muy muy técnico. No hay equipo que no destaque por su fortaleza técnica. La mayoría de los rivales, salvo alguna excepción, juega para ganar, ya sea en casa o a domicilio. Por tanto, los partidos son intensos y se juegan a mucha velocidad. En Francia los partidos son más tácticos y especulativos. Hay más protagonismo de lo físico, se juega con mucho contacto con el rival y se dispone de menos espacio. El juego en España es más atractivo.
En el Oporto era un lateral más ofensivo, en el Olympique de Lyon se recicló más en tareas defensivas...
No me encuadro en una sola función. Tengo capacidad para atacar, como hacía en Portugal. En Francia me fui replegando más, también condicionado por el tipo de juego, sin espacio para los laterales. En España es diferente, los carrileros suben, suben y suben y doblan mucho al extremo. Es un estilo que me gusta, las estadísticas son más completas, tienes la oportunidad de dar algún pase decisivo de gol..
Pellegrino debuta este año como primer entrenador y es un misterio para muchos aficionados. ¿Qué definición haría de su técnico?
Por lo que he visto estas semanas, también desde mi experiencia con Jesualdo Ferreira o Claude Puel, le veo como un técnico que tiene las ideas claras, que trabaja mucho los conceptos tácticos que trata de inculcarnos, que ama el buen fútbol, con muchos pases y combinativo, con un juego abierto, siempre en contacto con la pelota. Es muy completo y le gusta dialogar con los jugadores. En el poco tiempo que llevo he aprendido tácticamente de él. El Valencia tiene buenos jugadores para ejecutar su fútbol.
¿Se ha arrepentido de decir que el Valencia está al mismo nivel que Barcelona y Real Madrid?
Estamos al igual que ellos en la Liga de Campeones, y tenemos la obligación de intentarlo. En el campeonato estamos en un mal momento, como lo ha estado también el Real Madrid. Tenemos buenos jugadores y, en mi opinión, no estamos tan lejos de Barça y Madrid.
Pero el título lleva tres años cotizándose a cien puntos...
Está claro que son clubes de un nivel inmenso. Todos sus jugadores están nominados para el Balón de Oro y son los mejores del mundo. Pero hay que competir.
El perfil del Valencia se asemeja a nivel europeo al de Porto y OL? Es decir, equipos que estando un escalón por debajo de los favoritos tienen capacidad para dar la sorpresa en la Liga de Campeones?
Los favoritos son siempre los mismos: Madrid, Barcelona, Bayern, Manchester United. Después, como dices, venimos detrás equipos con opciones, que tienen en sus filas a muchos jugadores internacionales, con experiencia y ambición. Nuestro estadio debe ser una ventaja ante rivales así. El público de Mestalla siempre ha sido muy pasional, que obliga al rival a retroceder. Con ese factor, si jugamos al máximo de nuestro nivel y llegamos a eliminatorias decisivas, podemos culminar una buen temporada.
Ha tenido presidentes como Pinto da Costa, Jean Michel Aulas, muy conocidos por su inflexibilidad negociadora ¿Qué impresión le ha causado Manuel Llorente?
Los tres tienen la particularidad de estar en el club desde hace mucho tiempo. Han demostrado que tienen una gran habilidad para negociar con los clubes más fuertes y sacar traspasos muy elevados, de muchos millones, por sus mejores jugadores, como Falcao, Benzema, Villa... Están muy capacitados.
¿Cómo lleva la vida en Valencia?
Es una ciudad realmente bonita, voy conociéndola poco a poco. Es muy diferente a Lyon. Aquí siempre hace buen tiempo (sonríe), aunque debo decir que aquí se come muy muy tarde, y es algo a lo que todavía no me he acostumbrado. Pero por lo demás, la gente por la calle es muy agradable y receptiva, muy mediterránea.
¿Cree que el Milan, que le descartó por supuestos problemas dentales, algún día le echará de menos?
(Risas) Aquello ya lo he olvidado y por fortuna he seguido jugando en grandes equipos. Estoy muy contento de cómo me han ido las cosas, de estar ahora en el Valencia, de querer mejorar, volver a la selección y jugar el máximo número de partidos.
¿Cómo ve a la selección francesa? Desde el polvorín del Mundial de Sudafrica, como ha visto su renovación y evolución?
Ya ha pasado la época de Zidane, Viera y Henry, que dominó una época. Ahora está en reconstrucción. Ha habido muchos cambios, muchas pruebas, han pasado muchos jugadores. Hasta encontrar la fórmula de la selección española, que con el tiempo ha encontrado a los jugadores idóneos para formar un bloque que gane un Mundial y una Eurocopa, hace falta tiempo y acierto. Francia ahora tiene una nueva base, con gente joven que ya milita en grandes de Europa. Poco a poco, con paciencia, va buscando su camino, como hizo España en su día.
¿Se ve con sitio en la selección? Ahora ya no está Abidal, pero sí Evra, Clichy, el propio Mathieu...
La competencia es dura en mi posición, hay grandes jugadores y en grandes clubes. Yo debo seguir trabajando, sin prisas. Ahora estoy en una Liga como la española, juego la Champions con el Valencia, con mucha difusión. Con este nivel y trabajo, poco a poco, algún día volveré a tener la oportunidad.
¿Cuándo acaba el fútbol, qué inquietudes tiene?
Me encanta dormir (carcajadas). Dormir y jugar a la Play Station. Después de eso, dar algún paseo, charlar con amigos franceses, o nadar unos largos en la piscina, relajado.

EL SALTO IMPOSIBLE



Cuando por culpa de las selecciones se paraliza la Liga, pasa lo que pasa porque los domingos sin fútbol parecen menos domingo. Pero el personal busca la distracción enseguida con otros asuntos. Y este finde, más que la carrera de Alonso, lo del chivato que dicen que hay en el vestuario del Bernabéu, el comunicado de Casillas o la preparación del España-Francia de mañana, el salto estratosférico de Felix Baumgartner ha sido centro de atención de todos los corrillos. El austriaco acaparó mayor interés, incluso, que esos que se las dan de haber leído y releído a Mo Yan mucho antes de que alguien siquiera pensara en que era merecedor del Nobel de Literatura.

-Pero en original, ¿eh?, porque con las traducciones se pierde mucho.

Don Miguel de Unamuno decía que el humor es algo del cuerpo, más patológico que fisiológico. Y como cuando hay crisis económica las caídas libres dan para entrar en chanzas, del tal Felix se habían hecho más chistes que en otros tiempos los hubo de Moran o de los ciudadanos de Lepe. Pero con su salto imposible ha acabado  convertido en el héroe de la semana. Con su acrobacia Incluso ha desplazado del primer plano a esos que hacen piruetas con los asuntos de las fronteras y las lecciones de historia, que ya se sabe que a río revuelto, ganancia de independentistas.

-Oye papá, aunque ese señor Mas consiga la separación que pretende, en Barbastro seguiremos sin tener mar, ¿verdad?

Es que hay saltos y hay cabriolas. Hay quien salta con criterio y quien se tira y estrella. Ayer LAS PROVINCIAS ofreció un espléndido reportaje sobre la caída libre que en el último decenio ha situado al Valencia en estribo que le separa del abismo económico. Lo que va desde aquel brinco imposible de Juan Soler, que utilizó ínfulas y se olvido el paracaídas. Un salto más consentido que con sentido.