Cada vez que habla Manuel Llorente de lo que debe o no debe hacer deportivamente este Valencia, en la Ciudad Deportiva de Paterna se ponen en guardia. Ya se sabe que el presidente del club es proclive a elevar el listón de la exigencia, y ayer volvió a demostrar que en su filosofía no tienen cabida los mensajes conservadores. Al menos a estas alturas de temporada, cuando los sueños son lícitos.
El dirigente visitó el restaurante Casa Navarro, donde se sentó ante los micrófonos de LAS PROVINCIAS Punto Radio (92.0 FM) para renovar su discurso ambicioso; el mismo que pone los pelos de punta a Emery, el mismo que meses atrás dejó claro cuál era el planteamiento de salida, con aquello de que 'ser terceros es necesario pero no suficiente'. Ahora Llorente ya no habla del bronce, sino de algo más. Y lo dice dentro de un contexto lógico. «Mi objetivo es ser campeón», reitera en su arrancada, para añadir en tono irónico: «Después de aquello que dije hubo críticas. Si quieren digo que nuestro objetivo es mantener la categoría... Ser tercero es muy importante. ¿Tiene el Valencia que conformarse con eso?»
Llorente quiere llegar esta temporada a algo que tenga miga. Lo de ser campeón, al fin y al cabo, es matizable y el presidente lo concreta. Ligero respiro para Emery y los suyos. «Para mí estar en una final o semifinal es ser campeón. El otro día me gustó cuando los aficionados -en el derbi ante el Levante- decían aquello de 'ésta es la afición de un Valencia campeón'».
Pero el equipo vive en la actualidad un claro contraste entre el fútbol que genera y los puntos que cosecha. Al margen del encuentro de Orriols, donde la imagen satisfizo a los aficionados, el juego demostrado hasta ese momento ha dejado bastante que desear. Nada que ver con los puntos sumados. Y eso provoca ciertas dudas a Llorente. «Está yendo todo bien. Hasta este momento no podemos quejarnos ni deportiva ni económicamente», aunque posteriormente abusa de sinceridad. «Nos gustaría ver un partido tranquilo, pero eso no es criticar al entrenador. Yo no quiero ir a sufrir, quiero ir (a Mestalla) a disfrutar. A veces prefiero no saber a qué va a jugar pero que gane».
A pesar de eso, Llorente se esfuerza por no dar un paso en falso y levantar polvareda, justo ahora que desde el punto de vista de la clasificación el Valencia vive un momento óptimo a la espera de medirse al Real Madrid. De ahí que el dirigente mencione también otra parte de su discurso: «La gente sí está contenta, cuando voy por la calle me paran muchas personas y me dicen que lo estamos haciendo muy bien. El aficionado reconoce el trabajo que se realiza».
Pese a considerar que la labor del grupo está recibiendo el justo reconocimiento, en el último partido en Mestalla la grada cargó en un momento de la segunda parte contra Emery. Fue cuando el técnico decidió sustituir a Feghouli buscando hacer más daño al Bayer Leverkusen. Y aunque la estrategia le salió bien, el vasco se llevó una buena ración a casa. Llorente se pone al lado de su entrenador. «No estoy de acuerdo en que se llame burro al entrenador. Lo que ocurre es que el fútbol es mucha pasión y cuando en un momento determinado no te va bien, sale el otro 'yo' y hacemos cosas... Hay que pedir a la afición que tenga paciencia. El equipo ha demostrado lo que es, tenemos una buena plantilla, con jugadores jóvenes y con futuro».
Pese a esa manifiesta tranquilidad que se esfuerza en transmitir Llorente, tanto a él como al resto de miembros del consejo de administración les inquieta el vacío que la afición está provocando en los últimos tiempos en Mestalla. La crisis global y en menor medida el juego del equipo aparecen como detonantes. Preocupa tanto la cuestin que Llorente desveló ayer que ha creado una comisión que trabaja exclusivamente con el objetivo de descubrir los motivos exactos de esta fuga de aficionados y encontrar también suficientes alicientes para lograr el efecto contrario en el futuro. Una de las iniciativas que baraja, como confesó ayer Llorente, es incluir en el futuro abono los encuentros de Europa. «Me preocupa que tenemos que sacar más abonos. Me preocupa que Mestalla no se llene. La gente quiere buenos jugadores, buen campo y todas las comodidades, pero eso se traduce en dinero».
Sin miedo a la Europa League
Y dinero también está en juego en la Champions, aunque Llorente no mencione este importante aspecto. Es verdad que el consejo sólo ha presupuestado la primera fase, pero si el equipo alcanza los octavos cogerá un pellizco mayor que si disputa la Europa League. «Lo importante es estar en Europa. Si después de haber hecho todos los esfuerzos no puedes pasar a octavos, tienes que meterte en la UEFA con la misma intensidad y no tomarlo como un fracaso o una depresión. Sería una decepción, pero no tenemos que rasgarnos las vestiduras».
De lo que no alberga ninguna duda es del trabajo que está haciendo Braulio al frente de la secretaría técnica. Lo demuestra Llorente al destacar que ésta «es una plantilla joven y con futuro». También al subrayar el éxito en el fichaje de Rami («cuando estaba en el Lille podía haber ido a otro equipo pero Braulio hizo un trabajo excepcional para convencer a su familia»). Y por supuesto al elogiar a Víctor Ruiz: «El secretario técnico debe estar satisfecho, es un chaval sensacional que va a ir creciendo».
Ni tiene Llorente ninguna propuesta para vender a los centrales ni ha pensado en desprenderse de Ricardo Costa. Elogia al luso: «Tiene una personalidad tremenda, apoya y es un compañero bueno».