Djukic reitera el mensaje ambicioso de Salvo, habla de títulos y cree que Valverde no entendió la idiosincrasia del club
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
Valverde no dio ni una sola entrevista durante todos los meses que estuvo en el Valencia. Djukic exprimió su segundo día como entrenador del Valencia y visitó LAS PROVINCIAS después de perfilar horas antes cómo puede ser la plantilla del Valencia para la próxima temporada.
-Existe inquietud por saber qué va a pasar con David Albelda. ¿Es la decisión más difícil que va a tener que adoptar en el Valencia?
-Sí, puede ser. Vamos a tomar muchas decisiones y no todas serán fáciles. Es evidente que David es una institución, pero vamos a consensuar entre todos y hablar con él. Luego decidiremos.
-¿Dependerá de usted?
-Soy el máximo responsable y asumo mi parte, no hay ningún problema en ello.
-Se lo digo por si se puede considerarse como una decisión de club o de entrenador.
-En la parcela deportiva soy el que toma las decisiones.
-Se ha reunido con Braulio y la idea de ambos es de no hacer movimientos en esta plantilla. ¿Es así?
-Lo importante es que se mantenga el bloque que hay. Si tenemos que vender algo, que sea una venta selectiva. Que si se me va éste, tengamos un repuesto de garantías.
-Pero pueden llegar propuestas que provoquen inquietudes.
-No podemos vender a los que verdaderamente nos interesan.
-Ha sorprendido su optimismo y su ambición pese a que el proyecto que manejará es el más grande que ha tenido como entrenador.
-No entiendo otro Valencia. Entiendo un Valencia campeón, que lucha por los títulos. Soy un trabajador que viene aquí a cumplir los objetivos de mi Valencia y no voy buscando excusas ni preparando discursos victimistas. Creo en la plantilla que tengo y estoy preparado para luchar.
-El gigante del que habla puede devorar entrenadores...
-No tengo miedo. Me siento preparado y sobre todo confianza plena en lo que hay. El Valencia ha demostrado en la segunda vuelta su capacidad. Vamos a dar continuidad a este estilo.
-¿Entiende la decisión de Valverde de marcharse?
-Él quizás percibe el Valencia de otro modo, con una gran inestabilidad institucional.
-¿Usted no?
-Yo he vivido esto y sé perfectamente lo que es. Un Valencia con muchos problemas sociales e institucionales ganaba títulos. En el ámbito deportivo siempre ha habido estabilidad. Otra cosa es institucionalmente, porque ahí siempre ha habido luchas y guerras. Quizás su percepción no es como la mía.
-Por su experiencia, ¿cree que estos vaivenes influyen de verdad en una plantilla?
-El jugador sabe perfectamente qué es lo que tiene que hacer y se aísla totalmente de los problemas ajenos. Sabe que está en un club grande y tiene que rendir y cumplir. Tarde o temprano todas esas cosas se tienen que arreglar.
-A Valverde le chocó la actitud en los primeros partidos del público de Mestalla, ¿tan complicado parece esa actitud desde el banquillo local?
-Es muy exigente pero es porque quiere un equipo campeón, desea ver una buena filosofía de fútbol y vamos a tratar de complacerles. Aquí no vale ganar de cualquier modo, se debe hacer de un modo convincente y conectar con la grada.
-Conectar, jugar bien... pero aquí siguen pidiendo títulos.
-En un Valencia no puedes renunciar a hablar de títulos. La exigencia es máxima y no tengo ningún miedo a eso. Sé que si consigo conectar bien con la grada, si la gente se identifica en la plantilla, puedo triunfar.
-El modelo de gestión que imprimió en Valladolid, ¿le vale para este reto?
-Perfectamente, hay que conseguir un estilo determinado de fútbol, con mejores mimbres. La plantilla del Valencia me da tranquilidad y seguridad.
-En el Valladolid se veía un equipo ordenado y sobre todo con las ideas muy claras. ¿Es lo que trae?
-Desde el minuto uno el Valencia buscará la victoria y será protagonista. No me gusta especular. Quiero que seamos agresivos, que tengamos la posesión y que mandemos: un equipo alegre, que toque, que presione y con equilibrio.
-Si se echa la vista atrás, a Unai se le criticó aquí la excesiva alegría del equipo. Se fichó a Pellegrino buscando solidez y la Liga la acabó Valverde siendo el Valencia el décimo equipo más goleado.
-Quiero que el contragolpe sea un recurso más. Me gusta un Valencia con posesión aunque eso no quiere decir que renunciemos a salir en largo. Lo importante es que todo el mundo participe en defensa y que haga bien las ayudas. Quiero trasladar al Valencia esa constancia y equilibrio que conseguí imponer al Valladolid. Si somos rocosos también podemos ser alegres.
-'Si quieres jugar, el trabajo defensivo es obligatorio'. ¿Sabe de quién es esa frase dicha a un jugador?
-Es mía. No es que lo imponga, es que el equipo lo necesita. Tú trabajas para un grupo y para ser sólido hay que ayudar. Así se gana la confianza, así se ponen los cimientos. No voy a quitar la importancia a Soldado, ni su velocidad ni sus goles; ni los desbordes de Feghouli, ni las llegadas de Canales o Banega, ni la construcción de Parejo. Pero nadie se puede quedar descolgado.
-¿Es el 4-2-3-1 que se vio en el Valladolid su sistema ideal?
-Depende. Esa es una foto. Pero aquí se ha visto que con Valverde se sentían muy cómodos con tres en el centro del campo. Depende.
-¿No tiene inconveniente en adaptarse?
-Por supuesto que no. En Partizan jugaba 4-4-2 y no tengo ningún sistema innegociable. Vamos a ver dónde se sienten más cómodos los jugadores.
-¿Es innegociable para usted la venta de jugadores importantes como Soldado, por ejemplo?
-No puedes influir a nadie si decide venir y paga la cláusula para llevárselo, pero nosotros no vamos a vender a los jugadores principales que nos aportan el plus que necesitamos para estar arriba.
-¿Encaja bien su aroma a equipo potente con ese ideario de su presidente de apostar por la cantera?
-Vamos a intentar ver lo que hay en la cantera y darle oportunidad. Depende de ellos si se van a sostener. Me encanta trabajar con gente joven, lo hice en la sub-21 de Serbia y en el Partizan. Voy a seguir muchísimo al Mestalla. Voy a darles oportunidades y a involucrarlos en los entrenamientos.
-Sin embargo, en el Valladolid esta temporada pasada la participación de los jóvenes ha sido más bien testimonial en sus equipos.
-Hemos tenido tres jugadores fijos en la plantilla que han entrenado todos los días con nosotros. ¿Que no han jugado? Es que tienes que ganarte el puesto, yo no te puedo regalar nada. Estamos en la mejor Liga del mundo. Si no has conseguido convencerme, es tu problema, no el mío.
-¿Le convence la situación actual con dos porteros del nivel de Alves y Guaita?
-Estamos encantados con ellos, son de garantías. Si uno se tiene que ir y tiene ese deseo, sabemos que hay garantía en el otro. Estamos muy tranquilos.
-¿Por qué esa cláusula con la que pueden desligarse usted y el Valencia a cambio de una compensación al acabar el primer año?
-Yo no miro ni me importa. Me interesa año tras año. Si el Valencia está contento con Djukic no habrá nunca ningún problema y si no lo está, Djukic se irá rápido. Nunca voy a suponer ningún problema para el Valencia.
-¿Siempre ha dicho lo que piensa?
-Siempre.
-¿Y eso no le ocasiona alguna que otra situación un tanto incómoda?
-Soy muy directo, intento ser claro con todos: con los jugadores, con la prensa y con mi presidente. Digo lo que pienso
-¿Se puede llamar 'cagones' a los jugadores como hizo usted cuando acabó el partido del Valladolid en el Vicente Calderón?
-Incluyo ahí a su entrenador, porque igual no fui capaz de quitarles el miedo ni transmitir la seguridad que hacía falta. Soy en todo parte de ellos. El primer culpable si no hacemos las cosas bien soy yo.
-Se lo preguntaba por si, a lo mejor, ese discurso funcionaba en Valladolid pero aquí en el Valencia debe ser matizado.
-No debe haber ningún problema. Quiero que mis jugadores jueguen y se diviertan mientras trabajan.
-En Valladolid era usted el líder, la marca del equipo. ¿Ocurrirá también eso aquí?
-Yo no creo en estos fenómenos que se creen capaces de hacerlo todo. Creo más en el equipo, en el grupo. Si conseguimos estar unidos y juntos, podremos hacer grandes cosas. Ni Djukic ni Soldado ni Feghouli nos podrían salvar si no actuásemos con esa filosofía.
-¿Es partidario de atar al vestuario en corto para que no haya riesgo con algunos jugadores?
-Hay que aplicar sentido común y sencillez. La responsabilidad de mi parte hacia la plantilla y de cada miembro del equipo hacia su compañero, hacia su club y hacia su afición. Es el gran secreto del éxito, que exista humildad y respeto.
-Empezó tarde en el fútbol, a los 21 años, pero está llegando a todo.
-Uno consigue todo lo que quiere con trabajo y con humildad. Sólo hay que proponérselo.