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Plan de entrenamiento

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Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

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jueves, 7 de enero de 2010

El Chori Domínguez podrá debutar el domingo ante el Xerez

La Federación rusa contesta y hoy la FIFA debe tramitar el tránsfer del jugador argentino.

La Federación Rusa de Fútbol dio por fin señales de vida y ayer confirmó alrededor de las diez y media de la noche que ya ha tramitado la información del Chori Domínguez a la Federación Española, lo que quiere decir que si no hay más sorpresas el futbolista podrá debutar si el entrenador lo estima oportuno en el partido que el Valencia disputará el próximo domingo ante el Xerez.

A partir de ahora, los hechos deben transcurrir de la siguiente manera. Hoy, la Federación Española debe remitir la documentación a la FIFA para que ésta de manera inmediata le remita el tránsfer del futblista, con el que ya podrá ser inscrito como nuevo jugador de la liga BBVA. Él hecho se produjo cuando el Valencia ya no confiaba en que los rusos interrumpieran sus días festivos y tenía previsto pedir el tránsfer provisional a la FIFA el próximo sábado. Con tres días por delante, no debe haber más problemas y la idea que tiene Emery es la de lo convocar al Chori Domínguez para que viaje con su nuevo equipo y se acelere así su integración en el grupo. El retraso del tránsfer ha provocado que el futbolista no estuviera disponible ni para el partido de Liga del pasado sábado ante el Espanyol, que el Valencia ganó por 1-0, ni para el de Copa del Rey, que el equipo valenciano perdió por 1-2 ante el Deportivo, ambos en Mestalla.

EL ERROR DE PONER A ZIGIC (Columna de Amedeo Carboni)

El ex futbolista cree que el serbio da mejor resultado en los últimos minutos y cree que el Valencia debe jugar al contragolpe en casa


Mis críticas, como siempre, nunca son de mal pensamiento, sólo son constructivas, para que el Valencia mejore. Para mí el error más grande que he visto en este partido ha sido que Zigic jugara de inicio. Creo que ha sido más por el entusiasmo del otro día que por una cuestión técnica. Y esto lo digo por lo que he visto en el campo. El juego directo sin hacerlo por las bandas, es un error importante si tienes al delantero serbio en el campo. Si Villa es titular, Zigic es un jugador de última media hora. Ahí es realmente cuando te sirve este tipo de delantero. Y es un futbolista de noventa minutos si se juega sólo para él.

Cuando hay partidos como el del Espanyol o el de ayer, Zigic es vital, porque los defensas rivales se meten en el área y en estas situaciones el serbio, por su altura, da muchas opciones al Valencia, además de que es muy habilidoso con el balón en los pies. En cambio, si sale desde el primer minuto, su presencia beneficia a los defensas porque ya tienen una referencia y para ellos es muy cómodo marcarlo. Por tanto, deja de ser una alternativa importante para el Valencia.

En los primeros minutos del partido el Valencia ha apretado y ha jugado bastante bien, pero el Deportivo ha hecho un juego muy correcto, defendiéndose bastante bien. En situaciones así, en las que el rival se cierra, hay que buscar la alternativa de Zigic con balones aéreos llegados desde las bandas. Pero no se ha hecho, y eso me lleva a pensar que el serbio ha entrado en el once inicial por el entusiasmo del otro día. Cambiar la táctica porque hace tres días un jugador ha metido un gol nunca es una buena decisión. El equipo nunca ha jugado en balones largos para él. El entusiasmo no ha aconsejado demasiado bien.

Además, a los dos centrales del Valencia les han cogido bastante la espalda y tampoco han tenido mucha tranquilidad a la hora de sacar el balón controlado desde atrás. En la primera mitad el Deportivo se ha beneficiado de las facilidades que ha dado la banda derecha del Valencia, aunque en la segunda mitad tanto Miguel como Joaquín se han entonado.

En general, el partido del Valencia no ha sido muy completo, aunque tampoco ha estado tan mal, porque tanto al inicio del choque como al final ha apretado bastante al Deportivo. Pero en situaciones así, cuando vas por detrás en el marcador y no te queda otra que apretar para igualar la eliminatoria, yo me hago varias preguntas. ¿No es mejor meter a un jugador como Baraja, que es bueno de cabeza y tiene muchísima llegada, o es preferible poner un mediocampista que organiza, como ocurrió con Manuel Fernandes? Baraja salta muy bien en los balones aéreos y ve portería con facilidad. Él siempre ha metido goles. ¿Por qué no juega en estos partidos, que son importantes pero que tampoco pasa nada si no se consiguen resultados positivos? Si no coge minutos en un encuentro así, no sé cuándo lo va a hacer. Además, no entiendo que contra el Deportivo Banega haya saltado de titular. ¿Para qué tienes entonces a Manuel Fernandes, que también necesita minutos?

Otra situación que extraña es de la de Marchena y Maduro. Cada uno ha jugado fuera de sus posiciones naturales. Creo que Emery toma esta decisión porque el internacional español le da más garantías a nivel defensivo y también es más completo en esa posición de mediocentro. Pero, en cambio, en la selección es central y suele ser el titular, como ocurrió en la Eurocopa que ganó España. Pero si Marchena es feliz en esa posición, no pasa nada.

Y la buena noticia del día fue el retorno de Vicente. Ha vuelto bastante bien, con ganas. Los pocos minutos que ha jugado lo he visto con soltura. Silva también es necesario para el equipo y cuando saltó al campo se notó.

Creo que esta derrota no afecta mucho de cara a la Liga. A esta altura, la Copa del Rey no es tan importante como si fuera una semifinal o final. No te va a perjudicar mucho, aunque perder en tu casa siempre duele. El día del Espanyol se ganó en el minuto 93, pero en casa se pierden muchos puntos. Si hay un dato negativo son los partidos en Mestalla. El equipo tendría que jugar al contragolpe, que no quiere decir atrás. Si ganamos más partidos fuera de casa es porque cuando atacamos lo hacemos con rapidez. Hay momentos que hay que arrimarse atrás para tener más espacio a la espalda de los centrales rivales. Los números dicen que el Valencia es mejor fuera de casa y eso es porque tiene espacio. Ahí son letales. Lo peor no es tanto el mal resultado sino que no afecte en la cuestión psicológica.

negro,muy negro pero no imposible

El Valencia vuelve a flaquear en Mestalla y permite que el Dépor domine la eliminatoria


A ganar en Riazor porque sólo hay esa opción. Ah, y no sirve un 0-1. El Valencia va a tener la semana que viene que ir a por todas si no se quiere recibir el primer bofetón de la temporada al despedirse a las primeras de cambio de la Copa del Rey. Necesita un 0-2. ¿Es posible? Por supuesto que sí. El Valencia da miedo allá por donde va y ahora va a tener que demostrar que eso de ser el mejor visitante de la Liga sirve para conseguir un objetivo tan inmediato como tumbar a un Deportivo tan trabajado como seguro de sí mismo, tal como se vio ayer en el coliseo blanquinegro.

Es curioso pero esa confianza que ha conseguido contagiar Lotina a los suyos no la tienen los de Emery cada vez que les toca ejercer de anfitrión. Se les pone cuesta arriba todo, ya sea un rival de medio pelo liguero o uno con más peso del que aparenta en Copa. Y es que, el gran enemigo del Valencia en Mestalla es precisamente el mismo Valencia. Ayer estuvo a punto de meterse él solito en un serio y grave problema. Si no evitó al final fue por un taconazo de uno de esos jugadores capaces de marcar sin mirar ni siquiera donde está la portería. Volvió Silva, volvió Vicente y volvió el Valencia de los miedos y de las prisas. Ni mucho menos fueron estos dos jugadores los responsables de lo que se coció sobre el terreno de juego, al menos en el aspecto negativo. Ellos, si acaso, contribuyeron seriamente a la sensible mejoría que presentó un equipo que se permitió el lujo de tirar a la basura los primeros 45 minutos y que, además, se zampó dos goles por no estar ni acertado, ni concentrado ni bien situado.

Gol anulado con dudas


Lo sorprendente es que a punto estuvo todo de tomar un rumbo bien diferente porque a los dos minutos el árbitro y su auxiliar afinaron lo suyo para anular un gol a Marchena por fuera de juego. Desde luego, de entrar ese rebote tras el rechace de Manu a disparo de Maduro, la cosa se habría puesto de diferente manera. Es un supuesto, claro que sí, pero con lo oscuro que estuvo el equipo en ese primer tiempo, el haberse puesto por delante en el marcador le habría cambiado su dinámica. Falta le hizo porque por atrás Moyá fue el primer en dejar alguna que otra duda y, por delante, la apuesta de Zigic con Villa no dejó convencido a nadie y mucho menos al entrenador que pese a ir luego 0-2, a quien primero quitó fue al delantero serbio que el sábado salía de Mestalla casi como héroe y ayer como damnificado.

El Deportivo logró llevarse el partido a donde más le convino. Supo muy bien qué hacer en todo momento, desde que el pitido inicial hasta el final. Se adaptó a las circunstancias, tanto del Valencia como del marcador. De hecho, durante bastantes minutos, a muchísimos espectadores les dio la sensación de no estar viendo una eliminatoria de Copa. Faltaban esos ingredientes que han dado morbo a esta competición y que el Valencia pareció haberse dejado en el vestuario. Daba la sensación, además, como si unos y otros supieran que lo de anoche iba a ser menos importante que lo que se va a tener que jugar en Riazor. Y eso, a quien realmente llegó a perjudicar, fue con diferencia al Valencia.

Emery volvió a darle a esa tecla de las rotaciones. Pulsó el botón y en el once, con respecto a lo que viene siendo habitual, salieron Moyá, Maduro, Marchena y Zigic. Cuando acabó el partido, lógicamente a toro pasado, se vio que los cambios no dieron la consistencia deseada. Faltó más atención detrás, más presión en el centro y más participación arriba.

Por eso, lo mejor que pudo pasar fue la aparición del descanso. Con tiempo para reflexionar y para darse un lavado de cara, el Valencia tenía que asumir que para ganar al Deportivo, aunque fuera por la mínima, había que hacer muchísimo más porque los blanquiazules pueden perder el balón pero nunca la posición.

Errores defensivos


Y fue justo lo contrario lo que pasó. Cuando todavía muchos espectadores regresaban del bar o del servicio, Guardado enchufó el primero y sin tiempo para la digestión Pablo Álvarez hizo el segundo. Sobre el cómo llegaron ambos goles hay motivos suficientes para tomar buena nota. El primero, por ejemplo, nació de un saque de banda y tomó forma con un simple centro que pilló a Maduro a contrapié y que permitió a Guardado el toque definitivo. El segundo, a quien pilló fuera de sitio fue a Dealbert. El valencianista dejó a Pablo Álvarez el carril central y, por si fuera poco, no acertó en el recorte del rival.

Vaya día de reyes se estaba comiendo el Valencia. Ni regalo, ni roscón. Carbón y del más malo. Con 0-2, con 40 minutos por delante, con un Deportivo muy aleccionado y con el cuerpo para pocas bromas, lo normal hubiera sido naufragar estrepitosamente pero cuando la cabeza no acaba de funcionar es momento para recurrir al corazón. Es verdad que hubo un tiempo que el Valencia perdió su sitio y que Mestalla pasó del nerviosismo a la inquietud y de ahí a los pitidos. Demasiados elementos en contra, sí, pero cuando sobre el campo hay gente de talento todo puede pasar.

Lo que ocurrió fue simplemente lo que todos hubieran esperado desde el minuto uno. Con el dinamismo que dio Fernandes, con la sola amenaza de Silva y con la posterior pisada de Vicente, el Valencia fue capaz de frenar la caída libre y hacer un mínimo giro al partido y a la eliminatoria. Tiró mucho de su autoestima.

A veces no queda otro remedio cuando el resto de factores escasea. Eso, al menos, le sirvió para parchear sus defectos. Por eso llegó el gol de uno de los magos que no reyes, Silva, y con eso la esperanza. Mestalla se encendió y el equipo se dio prisa en vaciar todo lo que le quedaba en su reserva. Demasiado tarde, desde luego, pero justo a tiempo para meterle algo de miedo al grupo que ha cosido Lotina. Queda hora y media para ganarse la salvación. Ya habrá tiempo después de ver qué pecados no debe volver a cometer el Valencia si quiere, de verdad, hacer algo grande. Otras veces lo ha hecho y ahora lo tendrá fácil porque juega lejos de Mestalla, donde parece un equipo infalible.