Partido a partido y victoria a victoria, si es necesario, diremos que la Liga es imposible.
Ayer por el Martínez Valero pasó un rodillo vestido de naranja. Hace unos meses al Valencia le costaba ganar a domicilio y en las victorias las sensaciones no eran del todo buenas. Pero, a punto de entrar en el mes de abril, el equipo de Nuno se ha convertido en una apisonadora.
Decíamos en la previa que, en sigilo, el Valencia va acercándose a los puestos de cabeza. Después, en la crónica, comentamos que el 0-4 era demasiado escandaloso y que tal vez, ahora, el foco mediático nacional podía descubrir a un equipo que sueña y ambiciona. Pero no, el Barça-Madrid de Liga y el Madrid-Atleti de Champions dejan al Valencia vía libre para seguir creciendo en silencio. Mejor así, sin levantar sospechas y con la complicidad y la ilusión de la afición.
Hay que seguir con el dogma del partido a partido. De eso no hay duda. Paso a paso y victoria a victoria. Emboscados en la tercera plaza, de momento, vamos a disfrutar del recital que dio ayer el equipo en Elche.