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ORGULLO

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jueves, 19 de mayo de 2011

El Valencia CF bloquea la venta del suelo de Mestalla encargada a CB Richard Ellis


La venta del suelo que ocupa el actual estadio de Mestalla está paralizada por orden del Valencia CF, según aseguraron ayer aValenciaPlaza.com varias fuentes implicadas en una operación inmobiliaria esencial para garantizar el futuro de la entidad. El Valencia CF, por su parte, negó oficialmente haber paralizado el proceso.
El club presidido por Manuel Llorente adjudicó en diciembre de 2009 la exclusividad en la venta de las parcelas a la inmobiliaria CB Richard Ellis (CBRE). Casi un año y medio después, ese acuerdo está "en stand by [en pausa]", confirmó a este periódico Yolanda Lozano, directora general adjunta de la inmobiliaria en la oficina de Valencia.
"Confiamos en que se pueda desbloquear la operación en el próximo mes", apuntó Lozano, que declinó profundizar en los motivos que bloquean la venta amparándose en el contrato de confidencialidad que tienen firmado con el club, si bien reconoció que la paralización surge de conflictos internos del Valencia CF.
Desde el entorno de la inmobiliaria se asegura que durante los meses en que ha movido el suelo de Mestalla -recalificado en varias ocasiones por el Ayuntamiento de Valencia para aumentar su edificabilidad y, por tanto, su atractivo comercial- ha contactado con interesados en participar en la operación, con quien mantenía contactos avanzados
CBRE no quiso dar detalles sobre la identidad de los posibles compradores, si bien reconoció que la complejidad de la operación implica tanto a fondos de inversión como a empresas constructoras. En el proceso, dirigido desde su oficina de Valencia, han participado las distintas delegaciones que tiene la multinacional en todo el mundo.
Sin embargo, todo está ahora paralizado, incluida la propia exclusividad en la venta otorgada a la comercializadora inmobiliaria. Este periódico intentó ayer obtener una versión oficial de los motivos por los que se ha pedido a CBRE que no continúe de momento con las negociaciones.
El Valencia CF, a través de un portavoz oficial, aseguró a ValenciaPlaza.com que no es cierto que hayan paralizado la operación, "que teniendo en cuenta las dificultades del mercado inmobiliario, sigue adelante". El club afirmó haberse puesto en contacto con CBRE para confirmar las afirmaciones realizadas a este periódico y aseguró que la inmobiliaria negó haber dado esta versión. 
Los motivos por los que la operación está paralizada varían según el sector del valencianismo consultado, y oscilan entre las posibles trabas que llegan aún desde el anterior presidente, Vicente Soriano, y la imposibilidad de vender el terreno por menos de los 350 millones en que está hipotecado por Bancaja.
Lo cierto es que el mercado no estaría dispuesto a pagar en estos momentos la cifra que está avalando el suelo actualmente. De hecho, CBRE habría presentado una oferta que rondaría los 200 millones de euros, mientras que algunas fuentes aseguran que la orden de venta pedía alcanzar los 350 millones.
El Valencia CF está inmerso en una delicada situación económica, con una deuda que ronda los 500 millones, el estadio nuevo paralizado, el préstamo principal, el avalado con Mestalla, a punto de vencer, y la ampliación con la que la Fundación Valencia CF se hizo con la mayoría del capital, en duda. Encontrar un comprador para ese paquete accionarial, con capacidad de invertir en la finalización del estadio de Cortes Valencianas y de sanear las cuentas, se ha convertido en una necesidad imperiosa para garantizar el futuro del club.

«Ha sido una ofensa a Emery»


Los peñistas están con Unai y critican la actitud de Manuel Llorente en la rueda de prensa de ayer, en la que confirmó que el club contactó con otros entrenadores.
«Si Unai tuviera dignidad no la aceptaría». Amparo Cerdà, de la peña La Luna de Valencia , tiene la sensación de que Llorente «intentó humillar a Emery con la comparecencia pública de ayer. No sé si lo hizo adrede o fue sin querer, porque haber pedido información de otros entrenadores...» De hecho, la aficionada añade: «Si Unai tuviera dignidad no la aceptaría porque que tenga que ser él el que llame a Llorente no es normal. Hay otras formas de hacer las cosas y en esta el entrenador ha quedado mal».
«Le ofrece un año porque creía que iba a decir 'no'». Paco Rius, de la peña Juan Mata, cree que al presidente del Valencia «le ha salido el tiro por la culata porque le ofrece un año porque creía que iba a decir 'no'». Y continúa: «No ha hecho bien las cosas, estamos como siempre. Si realmente confía en él debe renovarlo y si no es así, no. Llorente tiene miedo a la reacción de la afición porque si trae a otro y pierde en los primeros partidos de Liga se le tirarían encima».
«Se ha visto obligado por los números». Antonio Cogollos, de la peña Deportiva Valencianista, apunta: «Se ha visto obligado por los números a renovarle, pero Llorente no confía en él y no es lógico». Este aficionado sí que ve con buenos ojos la declaración del presidente en la que afirmaba que el tercer puesto será una condición necesaria pero no suficiente: «Estamos en Champions pero a Emery no se le dan bien las eliminatorias a doble partido».
«Con Emery conseguiremos algún título seguro». Ismael Tatai, de la peña Terramelar, entiende que Llorente se informara acerca de otros entrenadores: «En los tiempos que corren es normal estar preparado para cualquier circunstancia y no creo que haya sido ningún feo para él. Con Emery conseguiremos algún título, estoy seguro y es normal y bueno que le aprieten».
«Tiene demasiados detractores». Manolo Peris, de la peña Almàsera, también opina que la actitud de Llorente «ha sido una ofensa para Emery. Para mí, esta temporada ha sido buena, no llega a al notable, pero está claro que con Madrid y Barcelona no es fácil quedar mejor, aunque tiene demasiados detractores». Y añade: «A mí no me gusta su fútbol, pero ¿a quién traes?»
«Que lo renueven como Dios manda». Juan Bondía, de la peña Rafelbunyol, se muestra contundente: «Que se dejen de tonterías y que lo renueven como Dios manda. Es un entrenador que nos ha llevado a pisar la Champions. Pese a sus cosas raras tiene ilusión y ganas. A ver cómo gestionan en verano las entradas y salidas, por su bien y por el de todos los valencianistas».
«Los números le respaldan». Miguel Ángel Medina, de la peña Boinas Blancas, afirma: «La verdad es que yo no le hubiera ofrecido la renovación porque no me gusta, pero los números le respaldan, hay muchos partidos en los que el Valencia no juega bien y en las eliminatorias deja mucho que desear, pero la directiva se ha visto en la obligación de plantearle continuar aquí porque ha cumplido».
«Es barato, no se queja y cumple». José Ramón Alcocer, de la peña Llíria, tiene una peculiar visión del asunto: «Llorente y la directiva lo renuevan para que no vendamos los pases, porque si fichan a otro y empiezan a perder a principio de Liga sería un desastre. Además Emery es barato, no se queja de nada y cumple. ¿Qué más se le puede pedir a un entrenador? Después de Mourinho y de Guardiola es el mejor de la Liga y lo demuestran los números. Me gusta porque demuestra y transmite ilusión».

Emery renovará pese a las palabras de Llorente

Emery renovará pese a las palabras de Llorente


Unai Emery se siente fuerte, positivo y feliz. Va a seguir por cuarta temporada en el banquillo de Mestalla y eso es algo que pocos pueden lograr. El técnico está muy satisfecho con lo logrado esta campaña y considera que es de ley que eso le haya otorgado el pasaporte hacia la renovación. Así que firmará el contrato que el club le ofrezca, ya lo tienen hablado en cantidades y aunque apretarán para que le den un año más otro condicionado a conseguir la tercera posición, no será condición excluyente. Por eso, lo normal es que firme por una campaña más, repitiendo la fórmula de este año.
Esa alegría que irradia Emery no se vio alterada por las palabras de su presidente al mediodía de ayer. Manuel Llorente confirmó que "en los últimos 15 días hemos sabido condiciones de diferentes entrenadores, es nuestro deber y luego hemos tomado una decisión porque nuestra primera opción es Unai". Conforme el mandatario iba hablando, el terremoto se iba desatando pues, por primera vez, Llorente reconocía que habían manejado otras alternativas. Faltaba por ver si Emery, en esos momentos de comida con sus jugadores, se lo tomaba como una afrenta, como un síntoma de debilidad o una rebaja a su credibilidad que pusiera en peligro su renovación. No fue así para nada.
El vasco va a seguir con el guión establecido, el que escribieron en la noche del lunes en casa del presidente y nada parece poder enturbiar la fuerza que le dio el respaldo que allí obtuvo. Unai se siente vencedor, ha sobrevivido más que nadie en un banquillo complicado, ha convencido a tres directores deportivos y el año próximo piensa mejorar y mejorarse. Ese impulso pasa por encima de las palabras del presidente, que considera casi normales pues ve lógico que el Valencia se informe sobre otros entrenadores, al igual que hace con los jugadores. Hay fumata blanca. Renovará.

Su agente tiene previsto llegar a Valencia en breve

La operación de renovación va a seguir su curso pese a la pequeña tormenta de ayer y así, el representante de Unai (al que no le sentaron nada bien las palabras de Llorente), tiene previsto venir a Valencia en los próximos días. Emery tampoco ha fijado una fecha para que se negocie, señal de que no le da más importancia a los plazos, pues está seguro de que habrá acuerdo y lo de menos es cuándo. Esta semana puede producirse al firma.

MANOLO CONTRA LLORENTE

KIKE MATEU | .-
Voy a tratar de explicar lo difícilmente explicable. Y asumo con ello que voy contra la opinión de la inmensa mayoría de mis compañeros de profesión y valencianistas en general. Pero a mí me dejan escribir aquí para contar lo que pienso, y no lo que piensan los demás. Llorente no quiso ayer humillar a su entrenador. Ni ningunear su trabajo. Porque para eso no convoca una rueda de prensa en la que anuncia que le ofrece renovar. Pero lo cierto es que hizo cosas bien y mal a partes iguales.
Fue totalmente sincero al explicar que otros entrenadores estuvieron en cartera hasta última hora, reconociendo que ha tenido dudas antes de tomar la decisión de renovar a Emery. Alabo con mayúsculas esa sinceridad. El Llorente al que se acusa de frío e insensible dejó por una vez que Manolo explicara cómo y por qué hace las cosas. Sin tapujos ni medias verdades. No se escondió tras un falso respaldo incondicional al entrenador.
Y otra cosa a su favor. Todos sabemos el tira y afloja que envuelve la relación Llorente-Unai. Y en estos casos lo fácil para el que manda es cambiar de empleado por uno más de su cuerda, por mucho que haga bien su trabajo. Y he aquí que ha hecho justo lo contrario.
Pero como Manolo -que no Llorente- sale a hablar en público cada año bisiesto, se pasó de frenada. Tanto que para empezar interrumpió en varias ocasiones a su director deportivo, restándole autoridad y relegándolo a un segundo plano sin galones. Feo. Muy feo.
Y encima no consiguió enviar el mensaje que pretendía. Donde quiso apoyar a Emery acabó pareciendo que hasta el último minuto le buscó un sustituto para no renovarlo. Y donde quiso decir que al final Unai era el mejor entrenador posible se puede interpretar que no encontró nada mejor.
Y si a esa interpretación llegan prensa, grada o el envenenado vestuario, es error de Llorente como único responsable. Porque ha conseguido el efecto contrario al buscado, debilitando a Unai para otro proyecto en el Valencia. Eso si el técnico acepta seguir, claro.

Unai, sobre arenas movedizas


J.V. Aleixandre

El hombre que menos fe ha tenido nunca en Unai Emery está dispuesto a estampar su firma, tras ultimar con su agente los flecos de la renovación, en el contrato que volverá a unir al técnico vasco con el Valencia CF. Manolo Llorente no actúa desde la convicción, sino que lo hace movido por otros motivos. Primero, por la comodidad. El presidente ha detectado que la mayoría de los consejeros se decanta por la continuidad del entrenador. Ante esa evidencia, sabe que si la próxima temporada vienen mal dadas, no tendrá excusa que llevarse a la boca y le podrían echar en cara su negativa a mantener a Emery. Es más fácil seguir la corriente. Su segundo motivo ha sido precisamente ese miedo a equivocarse en la elección del nuevo técnico, circunstancia que no resulta extraña, dados los precedentes que le avalan en sus dos grandes apuestas con entrenadores: la segunda etapa de Claudio Ranieri en el Valencia CF, que resultó un fiasco, y la de Fotis Katsikaris ("va a ser el Rafa Benítez del Pamesa", proclamó entonces), que fue un fracaso. Ambos salieron por la gatera dejando en evidencia a su gran avalista: M. LL. Éste, a su vez, parece no tener plena confianza en la lista de aspirantes que le había confeccionado Braulio Vázquez, su cerebro técnico. Hay también una razón de conveniencia: las asequibles pretensiones económicas de Emery, que no excederán en mucho el millón y medio de euros brutos que cobra actualmente por temporada (frente a los 10 netos, por ejemplo, que se embolsa Mourinho, por obtener unos resultados tan brillantes -o discretos, según se mire- para el Real Madrid, como los que ha logrado Unai con este Valencia.
Pasadas las últimas Navidades, Llorente estaba absolutamente decidido a prescindir de su entrenador al final de esta temporada, y había fijado sus ojos en Luis García Plaza. Este lunes por la noche, sin embargo, azuzado por Unai que le pedía un posicionamiento claro e inmediato respecto a su futuro, acogió en su casa a Unai, y hasta bien avanzada la madrugada, ambos, con la posterior incorporación de Braulio Vazquez, establecieron el acuerdo marco sobre el que prorrogar el contrato.
¿Qué ha cambiado desde enero a la otra noche? Nada sustancial. Por aquel entonces, Llorente y sus voceros mediáticos cuestionaban la continuidad del entrenador, independientemente de que se lograra el objetivo de la Champions. Ahora, la tercera plaza obtenida tampoco justifica por sí sola la continuidad. Hay otros aspectos a considerar, como la gestión del vestuario por parte del técnico, la poca fiabilidad del equipo, su incorregida fragilidad defensiva... Unai, sin duda, sigue siendo una opción muy válida para el Valencia. Pero la inconsistencia de los argumentos esgrimidos para su renovación vuelve a poner en evidencia la fragilidad de su cargo. En este sentido, la patética conferencia de prensa ofrecida ayer por Llorente es absolutamente reveladora de su nula confianza en el técnico. El propio Unai quedó desconcertado. En lugar de salir reforzado, el técnico seguirá caminando sobre las arenas movedizas que el presidente acostumbra a extender a su paso al menor contratiempo. Él sabrá lo que hace.