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Plan de entrenamiento

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Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

ORGULLO

lunes, 26 de septiembre de 2011

No nos precipitemos


La situación clasificatoria actual, sobre todo después de una derrota del Valencia, no es referencia ni razón para prever dónde estaremos a final de temporada. Cualquier opinión se convierte en pura especulación y, como decía el Sabio de Hortaleza, tendremos que esperar a las últimas diez jornadas para intuir fehacientemente cuál es el destino del equipo. Sin duda alguna en posiciones de Champions, pero tengamos tranquilidad hasta que la temporada se encuentre mucho más avanzada. Las distancias ahora son cortas y se producen cambios de posición en la tabla clasificatoria de forma continuada, jornada tras jornada.
Muchas cosas sucedieron en Sevilla: cambios en la alineación, diferente sistema, Guaita portando el brazalete de capitán del equipo, penalti lanzado y errado por Banega (un no habitual en estos menesteres), expulsiones, debut de Barragán, etcétera.
¡Uf, qué barbaridad! Empecemos por el once inicial y el cambio de sistema. Hacer jugar a futbolistas de forma alternativa es justificable. Los partidos se suceden casi cada tres días y no se puede disputar todos los minutos en juego. Para eso contamos con una completa plantilla, para que cada futbolista tenga su momento y Unai aproveche lo mejor de todos ellos sin que el rendimiento general se vea afectado.
Esto es fútbol y siempre habrá controversia y desacuerdo con las decisiones del entrenador a la hora de elegir a un jugador u otro. Que si los puntas viven de rachas y Soldado debería jugar siempre mientras tenga la fortuna y el acierto de cara. Que si Maduro pasa de no jugar un minuto a ser titular nada menos que en Sevilla. Esto es normal, pero el entrenador tiene una gran responsabilidad, piensa más en el desarrollo de una temporada completa que en un partido concreto. Piensa más en el medio que en el corto plazo, eso sí, importándole siempre los resultados de cada encuentro que disputa, que son al fin y al cabo los que lo situarán donde todos deseamos, en las posiciones altas de la clasificación y peleando por la Copa del Rey y la competición europea.
Lo del sistema es otro cantar. El Sevilla no juega con dos puntas. Kanouté, por su edad, viene cada vez más a recibir ayudando a sus compañeros de medio campo en la construcción de juego. Luego llega también, como se comprobó en el gol y en alguna otra ocasión, pero el lío te lo arma desde atrás. No había justificación previa para jugar con tres centrales, al menos en función del contrario, por lo que tomar esa decisión probablemente fue por no tener ni a Albelda ni a Topal más que por la idiosincrasia del rival.
Y Guaita como capitán. Yo encantado, pero prefiero a un jugador de campo. Además, seguramente no hay persona más introvertida en la plantilla que el de Torrent, así que cualquiera vale, olvidándonos de situaciones personales extradeportivas, por ejemplo Rami, Banega, Tino Costa, Bruno.
Creo que los dos futbolistas de medio campo hicieron un buen trabajo. Más pérdidas de lo habitual en la primera mitad, pero los dos argentinos trabajaron, combinaron y fueron mucho más protagonistas que la pareja sevillista, incluso acompañada por Kanouté. Tan sólo al final de la primera parte el equipo andaluz fue superior al Valencia. El resto del partido jugó agazapado, concediéndonos la posesión y explotando el contragolpe.
Fue Banega el que marró el penalti, como decía antes un no habitual. Golpeó con precisión y fuerza, pero se le fue un palmo. Y Antonio Barragán debutó. Comprobamos su estilo y sus intenciones de juego. Tendremos que esperar a verlo disputar un partido en el que su equipo no tenga superioridad numérica y le obliguen también en defensa, pero sus primeros minutos en nuestro club le darán confianza para lo que le vendrá. Eso esperamos.
Derrota dolorosa, aunque posible. No se dio de la mejor manera ni en las mejores circunstancias, pero tropiezos tienen todos y el próximo encuentro en Mestalla debe devolver a los de Unai Emery a la senda de la victoria. Pero antes, el Chelsea. Para mí, un Chelsea venido a menos. Ojalá así lo demostremos el miércoles. Es necesario.

Festival del horror

Los héroes de hoy son los villanos del mañana. Tan lejos como el miércoles, el personal y la cátedra aclamaban a Mathieu y a Ever Banega por su aportación ante el Barça. Tres días después, los elogios se tornan en vituperios por su penosa actuación frente al Sevilla. Así de paradójico es el fútbol. Como la vida.
Por si todavía no se había enterado, ya sabe Víctor Ruiz a qué lateral zurdo tiene a su lado y cómo se las gasta ese francés que, para poder llevar a cabo sus despendoles por la banda, requiere de otro compañero dedicado a cubrirle las espaldas. No es ya que su mermada capacidad pulmonar le impida recuperar el terreno abandonado a sus espaldas; es que su analfabetismo táctico se convierte en un chollo para el rival y en un quebradero de cabeza para los suyos. Esta vez, la víctima de sus desmadres fue Víctor Ruiz, que tuvo que salir a mar abierta para intentar cubrir la zona que dejaba desguarnecida Mathieu, que le dejó vendido en varias jugadas, como la del gol. Eso sí: balones centrados del galo, a mansalva. Y todos controlados, sin problema, por el portero y los defensas sevillistas. Sus envíos, de tan previsibles que resultaron, fueron un chollo para Javi Varas y sus truculentos compinches de la defensa. Navas, en cambio, ya tiene en Jeremy un amiguito más con el que twittear. Jesusín se puso las botas.
Como no podía ser de otra forma, plantarle cara al Barça requirió de un esfuerzo físico que pagaron futbolistas como Banega. Se lamentaba Unai tras el choque por la cantidad de balones perdidos por su equipo. El técnico no señaló a nadie pero quien viera el partido pudo comprobar que la mayoría de esos extravíos los protagonizó el diez.
A todo eso se sumó la tardanza de Emery en recomponer líneas cuando el Sevilla se quedó en inferioridad numérica -sobraba un central y faltaba munición arriba-; la pérdida de Jonas en banda; las marrullerías del Sevilla, personificadas en el payasete de Fernando Navarro y su baile de San Vito, cuando se le cruzaron los cables a Aduriz. Muchos errores y demasiados horrores, para salir vivo del enrevesado Pizjuán. 



http://www.levante-emv.com/deportes/2011/09/26/festival-horror/842749.html