Los fichajes aterrizan en un club que ha pasado de la depresión a la euforia tras renovar las caras del vestuario y la imagen en el campo
MOISÉS RODRÍGUEZ | .-
El valencianismo creía haberlo visto todo con la incertidumbre social de su club. Pocos contaban con la profunda renovación a la que se sometió a la plantilla en el último día de mercado de invierno y sólo los más optimistas contemplaban una victoria en el Camp Nou. Revolución y euforia. Al margen de los dos hinchas que ayer de madrugada esperaban al equipo en Paterna, se empieza a respirar una alegría entre una afición que ha pasado en 48 horas de dar casi por perdida la temporada a recobrar la ilusión y fe en el equipo de Pizzi.
Profanar el coliseo del Barcelona diez años después invita a pensar, a creer, en un resurgir en el que incluso se pueda aspirar a la Champions. Esa victoria se produce en plena transición del viejo al nuevo Valencia. La frontera entre el último proyecto de Braulio y el primero con el sello de Rufete. Al alicantino se le empezará a juzgar por su frenético trabajo en el mercado de invierno, donde su teléfono echó humo hasta que sonaron las 12 campanadas del 31 de enero.
De su proyecto apenas se han podido paladear todavía los 15 minutos de Vargas en el Camp Nou. Sin la necesidad de ser decisivo arriba -era momento de evitar que el Barça crease peligro sobre Alves-, el chileno ofreció destellos, algún desmarque y poco más. No tuvo tiempo. Y hubiera sido de cuento de hadas que llegara y besase el santo, pero es que el encuentro estaba para que explotase su mejor virtud: la velocidad y el golpeo fuerte.
Un gol de Vargas habría concedido lo que más necesita este equipo deportivamente: confianza. Rufete ha traído los mimbres, ahora le toca a Pizzi ensamblarlos para generar un producto robusto y fiable que deje escapar muy pocos puntos. Sólo así hay opciones de lograr la machada: entrar en Europa, a ser posible en la Champions.
Lo del sábado es sólo un resultado, un principio. Bien conducido, ese optimismo es necesario para un equipo que entre verano e invierno ha sufrido un inusitado cambio de piezas. Cinco salidas más la ya realizada de Rami en enero, para dar cabida a otros cinco futbolistas. LAS PROVINCIAS, con la colaboración del scouting Jesús Bernal, analiza cómo queda la plantilla que debe conducir a Pizzi y su Valencia al éxito o al fracaso.
En la portería no se han producido cambios. Lo único, que el argentino ha dejado bien claro quién es su favorito. Le ayudó la desafortunada actuación de Guaita en la eliminatoria de Copa. «Siempre he dicho que el guardameta te ha de dar puntos. Y en el duelo contra el Atlético, Courtois fue decisivo», comenta Jesús Bernal, que también se decanta por el brasileño.
A partir de aquí llega el carrusel de cambios. La revolución. En defensa, no se supo hasta el último instante si Ricardo Costa -ojo, el capitán- pasaba a la historia del Valencia o, como así ha ocurrido, se quedaba. Dependió de que Otamendi llegase en calidad de cedido. Al final, a pesar de que el central del Oporto decía contar con pasaporte italiano, el club firmó a Vinicius Araújo y decidió evitar el riesgo de que el defensor de origen argentino contase como extracomunitario y no pudiera inscribirlo al contar ya con el cupo de tres: Vargas, Jonas y el ex del Cruzeiro.
Para la defensa, Rufete logró cerrar a Senderos, mientras Rubén Vezo ya se firmó hace meses. Se ha ido Guardado, y se queda Ricardo Costa, a pesar de que el portugués tuvo pie y medio en el Besiktas. Mientras el lateral derecho queda igual, Pizzi sólo cuenta con Bernat para el flanco zurdo. El argentino se verá obligado, en caso de necesitarlo o estimarlo oportuno, a echar mano de Mathieu -quien quiere actuar de central- o de los canteranos Gayà o Salva Ruiz.
«Bernat es el que tiene que jugar ahí», subraya Jesús Bernal, sorprendido por la marcha de Guardado al Bayer Leverkusen. Considera al mexicano un buen futbolista, pero que lo va a tener complicado para rendir al nivel que exige uno de los punteros de la Bundesliga. A Pizzi le queda resuelta una encrucijada, pues el americano y el canterano son futbolistas de características similares, y la presencia del ex del Dépor podía restar proyección y protagonismo a un producto de la casa.
Ahora tiene a Bernat, a un futbolista que no quiere jugar en su puesto, y a dos chavales que por el momento se contentarán con entrenarse a diario con el primer equipo. Las decisiones habrá que tomarlas en el eje de la zaga con la llegada de Philippe Senderos. Pizzi ha pasado en un plumazo de necesitar centrales a tenerlos de sobra. Y todo hace indicar que los grandes damnificados serán Víctor Ruiz y Rubén Vezo.
El portugués encarna una apuesta de futuro. Varios profesionales consultados, pese a admitir que es un futbolista poco conocido, subrayan la inversión de 1,6 millones por el joven luso como «algo excesiva». Ha tenido propuestas para salir cedido, pero las mismas fuentes lo achacan más a un ejercicio de fe en los informes que llevaron al Valencia a ficharlo que en el conocimiento propio del central.
Pero lo que está claro es que parte en desventaja con Mathieu, Senderos, Ricardo Costa e, incluso, Víctor Ruiz. O hay sorpresa, o está parece destinado a salir cedido en verano. Diferente es la llegada de Senderos. Al suizo se le presenta el último tren para triunfar en el máximo nivel. «Sé que no es lo que era, y que ha jugado prácticamente toda su carrera en Inglaterra», objeta Jesús Bernal: «Si la defensa juega junta, es un futbolista corpulento, que va bien por arriba, pero si le buscan la espalda, es lento».
Phillipe Senderos empezó en el Servette y llamó la atención de múltiples clubes europeos. Estuvo a punto de firmar por el Nantes pero, en cuanto apareció Arsene Wenger para llevárselo al Arsenal, facturó sus maletas con rumbo a Londres. El central suizo no tendrá problema con el idioma. Es todo un políglota y habla español: su padre es de un pueblo de Guadalajara y, además, coincidió en la Premier con Cesc. Ayudó al futbolista del Barça a aprender inglés y luego le pidió que le devolviera el favor.
Cesc y la camiseta de Messi
Antes de un Suiza-Argentina, los jugadores helvéticos se rifaban quién iba a pedirle la camiseta a Messi. Senderos pidió a Cesc que mediara para que el astro se la diera a él. Mientras intercambiaban las elásticas, el central le dijo al '10' de la albiceleste: «Esta es para mi colección personal».
Esta temporada, Senderos ya no deberá defender a Messi, al menos jugando con el Valencia. Debía llegar ayer por la tarde, 27 horas después del partido del sábado. Finalmente, por overbooking en su vuelo procedente de Londres, el central llegó por carretera vía Madrid en la pasada madrugada, según había informado el club de Mestalla al cierre de esta edición. Curiosamente, Vargas también tuvo problemas con los enlaces aéreos.
«Ricardo Costa es más rápido y hace goles, pero con Senderos ganas en oficio y en el juego aéreo», comenta Jesús Bernal. Por características, se asemeja a Vidic, claro está, salvando las distancias. El central suizo, ofrecido ya en temporadas anteriores al Valencia. Su progresión se vio truncada por las continuas lesiones y el Arsenal -que lo fichó por 2,5 millones de libras- lo cedió a Milan y Everton. Ahora militaba en el Fulham, que lucha por la permanencia en al Premier, donde gozaba de pocos minutos.
«Para mí ahora el centro del campo es mejor». Es la opinión de Jesús Bernal, que seguro que choca de frente con la de los 'baneguistas'. Ofrecido a media Europa, la duda que cualquiera tiene con Keita es la de su estado de forma. «Viene de no jugar desde el 19 de octubre y en una liga no competitiva. Ha de ofrecer oficio y salida de balón, tácticamente es muy listo. Y por su constitución, muy fibroso como era Angloma, puede estar listo en 15 días. Siempre he dicho que para el mercado de invierno prefiero futbolistas africanos que sudamericanos, les suele costar más adaptarse».
Para Jesús Bernal, Keita puede actuar como pareja de un mediocentro defensivo en el doble pivote, aunque también lo considera fundamental en el trivote. Con el malí en buen estado, se muestra optimista: «Me gusta más un centro del campo Oriol Romeu, Parejo y Keita que con Banega».
Y luego está la línea ofensiva. Los puestos donde la opinión unánime era que había que fichar. La sombra de Soldado, por mucho que no haya deslumbrado en el Tottenham, sigue siendo a día de hoy demasiado alargada. Ha eclipsado en la primera vuelta a Pabón y a Postiga, lo que les ha costado a ambos su puesto en el Valencia.
Sin la magia de Canales -la que exhibió en el Racing y de la que aquí sólo se han percibido destellos- y con un único '9' puro (Paco Alcácer), Pizzi se encomienda a la segunda línea para elevar el coeficiente goleador. «Araújo es una apuesta de futuro. Juega en la sub 20 de Brasil y quien está ahí es porque tiene calidad. No tiene nada que ver con delanteros brasileños como Fred o, en su día, Jardel. Se parece más a Jo Alves. Tiene movilidad y capacidad para encarar. Es listo, intuitivo y bueno en la definición, te convierte una de cada tres ocasiones. Tiene mucho margen de mejora», comenta Jesús Bernal. Todas las fuentes consultadas consideran positivo su fichaje.
La gran esperanza para ya -él tampoco tiene más margen- es Vargas. «Si está bien, es mejor que la versión de Pabón que vimos en el Betis», comenta Jesús Bernal. El chileno juega detrás del punta de referencia y puede partir de ambas bandas. «Tiene mucha velocidad y le pega muy fuerte al balón. Es llegador, pero su mayor problema reside en el tiempo que lleva sin competir», precisa el scouting.
Ese sí es un inconveniente: que Vargas acabó su liga y estaba de vacaciones. «Es el problema que suelen tener los jugadores sudamericanos. Lo mismo le ocurrió a Palermo, él mismo lo admitió, cuando llegó al Villarreal. Y no es un jugador de 20 o 25 goles», indica Jesús Bernal.
De este modo, también es una gran noticia el renacimiento de Feghouli y de Piatti. Ambos se han convertido en una baza más para Pizzi. Sobre todo el argentino, ha pasado de estar prácticamente fuera del Valencia a jugar por delante de Jonas. Y no hay que olvidar al brasileño, un futbolista que había sostenido al equipo durante la primera vuelta.
Ahora todo ha cambiado. Los expertos consultados coinciden en que no está solo para hacer goles. Y en el fútbol, el gol es sinónimo de éxito.