SALVA FOLGADO. HOY Hablo de Peter Lim y de McLaren. Hablo de Peter Lim y de Guess. Hablo de Peter Lim y de GAP. Hablo de Peter Lim y de Givenchy. Hablo de Peter Lim y de sus negocios de alta rentabilidad...
VALENCIA.
Siento debilidad por Andrea Pirlo y por ese tipo de jugadores. Los que ven el fútbol antes que el resto; los que diseñan el pase segundos antes de que la pelota llegue a sus pies; los que son más felices cuando dan una pase de gol que cuando marcan un gol; los que almacenan todo un inventario de jugadas posibles dentro de su cabeza; los que además de dibujar fútbol, también son francotiradores del libre directo; los que no son rápidos porque no les hace falta; los que no corren pero hacen correr el balón; los que congregan a mucha gente en un estadio o frente al televisor esperando que pase algo porque son los grandes maestros del hype futbolero; los que marchan siempre con la cabeza erguida sin agacharla para mirar, sin preocuparse por lo que pasa debajo, porque ya saben lo que pasa debajo: pasa siempre lo que ellos quieren que pase. Son diferentes.
En realidad, en fútbol, no discrimino a ningún jugador. Amo este jodido juego y todas sus pequeñas cosas. Me gustan los porteros, me gustan los laterales, me gustan los centrales, me gustan los extremos (a mí me gusta que se juegue al fútbol con extremos), me gustan los mediocentro, me gustan los puntas y me gustan los que se mueven en la media punta. Esos me gustan tanto que me suelen engañar gran parte de ellos. Bueno, en realidad los mediapunta me fascinan, sobre todo los italianos y los argentinos -¡ay Pablito!- y Silva, claro. Y también Mata, seguramente más completo, pero Silva es diferente. No sé explicarlo mejor.
Volvamos a Pirlo y a los mediocentro. Andrea es un superdotado. Como Xavi. Otro de los más grandes. Por cierto hace unos meses, España jugó contra Italia en El Calderón. Andrea Pirlo estará en el Mundial de Brasil. Ayer lo vi en un anuncio de Jeep muy futbolero y descubrí que este año ha rodado varios spots dentro de una campaña denominada The Wizard (El Mago), donde la estrella juventina se divierte golpeando el balón en un estadio pero también en un parque, un salón o una cocina. Jeep es la marca que patrocina a la Juventus y utiliza a Pirlo de gancho para vender y prestigiar su marca. Si tenéis un par de minutos, buscad los anuncios. No os arrepentiréis. El de la cocina mola mucho. Y si luego tenéis un par de minutos más, buscad también los comerciales que han hecho los de la cervecera Quilmes para el Mundial de Brasil. Pelos de punta.
¿Qué os estoy contando? ¿Qué tiene que ver Stankovic con los choripanes?Esta frase, por cierto, es de un anuncio de Quilmes, buenísimo, que pretende que los hinchas argentinos dejen de usar camisetas -playeras- de clubes internacionales donde militan jugadores de su país, para ponerse -calzarse dicen allí- la de la selección o la de los clubes locales.
¿Qué quiero decir, entonces? Os he puesto el ejemplo de Jeep y la Juve. Hablo de grandes marcas asociadas a grandes equipos. Hablo de multinacionales y fútbol.Hablo de Peter Lim y de McLaren. Hablo de Peter Lim y de Guess. Hablo de Peter Lim y de GAP. Hablo de Peter Lim y de Givenchy. Hablo de Peter Lim y de sus negocios de alta rentabilidad. Hablo de manchar la camiseta con una gran marca y de ver a jugadores del Valencia haciendo anuncios tan currados como los de Pirlo o los de Quilmes.
Jugadores importantes, grandes marcas y empresas multinacionales. Al fin y al cabo eso es lo que se nos ha vendido con la venida del millonario de Singapur. Lo hemos oído todos en varias ruedas de prensa en boca de Amadeo Salvo y de Aurelio Martínez. Pues, adelante. Que comience el desembarco de todo eso. Jeep mancha la camiseta de la Juve. ¿Quién va a manchar la del Valencia? ¿Qué marcas van a jugar en Mestalla?
