Para el catalán, «ahora mismo» no existe el interés del Barça ni las negociaciones abiertas para su renovación. Sólo le preocupa la eliminatoria ante el Levante, como camino más corto para olvidar la derrota ante la Real y hacer algo grande en la Copa del Rey. De ahí que no se plantee un tropiezo ante los granotas, a los que ya les enseñó cómo se las gasta en noviembre, cuando les marcó, con la ayuda involuntaria de Javi Venta.
¿Cómo se encuentra el vestuario? ¿Ya ha digerido la derrota sufrida contra la Real?
—Estamos con unas ganas tremendas de cambiar la imagen del partido del otro día. A nosotros, como a la gente, se nos quedó mal cuerpo con el 0-1.
—El lunes comentaron lo sucedido. ¿Qué pasó exactamente?
—Pues muchas cosas, la verdad. Pero sobre todo que nos faltó chispa e intensidad. Empezamos fuerte, en los primeros 10-15 minutos; luego se fueron complicando las cosas y no supimos reaccionar… No siempre se tiene un día bueno.
—El sábado, la afición les despidió con pitos. ¿Les preocupa lo que pueda pasar si gana el Levante?
—A mí, personalmente, no me preocupa en absoluto. Más que nada, porque sólo me planteo la posibilidad de pasar a semifinales, no pienso en que podamos fallar contra el Levante, como tampoco hacen mis compañeros.
—Habla de las semifinales. ¿Qué rival preferiría? ¿Barça o Madrid?
—Hasta que no logremos la clasificación, hasta que no hayamos eliminado al Levante, no debemos perder el tiempo con eso, pensando en cuál sería nuestro rival. El Levante está haciendo una temporada muy buena, por lo que costará mucho ganarles; sería fatal confiarse en el derbi.
—¿Qué les diría a aquellos que creen que eliminar al Levante es ´engordar para morir´ en la próxima ronda, por el potencial de los posibles oponentes?
—No descubro nada si digo que Madrid y Barça son rivales dificilísimos, de los cuatro o cinco mejores equipos del mundo. Dicho esto, estoy seguro que en Copa del Rey es mucho más fácil sorprenderles; en los partidos de Liga, por ejemplo, les plantamos cara a los dos en Mestalla. Es a base de regularidad, durante muchos meses, cuando se notan las diferencias entre ellos y nosotros en la clasificación.
—¿No se marea últimamente con tanto cambio? Un día juega de extremo; otro, de lateral. Mañana parece que volverá a actuar como ´3´.
—¡Qué va! Es positivo. Mientras tenga minutos, da igual que sea en una u otra posición, porque me siento cómodo en ambas.
—Centrémonos en el partido del jueves —por mañana—. ¿Qué Levante esperan?
—El de toda la temporada, aunque tenga varias bajas o cambios en la alineación. O sea, un rival que hará buen fútbol, y, sobre todo, será muy agresivo. Ellos irán a muerte a por un buen resultado para la vuelta.
—En el choque liguero del Ciutat ya se comentó el exceso de celo de los granotas…
—Es normal que haya piques en este tipo de partidos, de máxima rivalidad, de alto nivel. Lo importante es que las cosas no se salgan de madre, que nos mantengamos el respeto y no haya una mala patada.
—Para Jordi Alba, ¿qué resultado en Mestalla sería bueno para la vuelta?
—Depende de cómo se desarrolle el encuentro, aunque cualquiera en el que el Levante no marque ningún bol. Puestos a pensar en uno, un 2-0 vendría muy bien.
—Ese, aunque como visitantes, es el que lograron hace dos meses en la Liga BBVA.
—Lo que pasa es que aquel partido y este van a ser completamente diferentes: no es el mismo estadio, ni la misma situación. Y, además, que nadie olvide que nos costó muchísimo ganar, aunque al final quedáramos 0-2. Lo que debemos hacer, por encima de todo, es ser fieles a nuestro estilo de juego y estar atentos en todo momento.
—Ese día no estuvo especialmente fino Koné. Sin embargo, sobre todo con las bajas de Juanlu, Valdo, será el hombre del Levante a tener en cuenta, ¿no?
—Koné da mucho al Levante. Es la referencia en ataque, rápido, con clase y goleador. En Liga es cierto que no estuvo muy fino, y aún así, tuvo un par de opciones para marcar al final.
—Quien sí marcó en el último derbi fue usted, con más o menos colaboración de Javi Venta.
—Fue un gol importante, y también bonito. Porque se fraguó en una jugada bien enlazada por el equipo y un pase en profundidad de Tino Costa; encaré portería e intenté chutar al lado derecho, pero Javi Venta le pegó a la pelota, no sé si antes o después, desvió la trayectoria y descolocó a Munúa.
—¿Firma algo parecido, aunque el árbitro le vuelva a atribuir el tanto al defensa rival?
—¿Tú que crees? Todo lo que sea meter un gol es genial. Primero, porque tampoco soy de los que consigue más de diez por temporada. Segundo, porque sería de gran ayuda para clasificarnos para las semifinales de Copa. Hemos dejado atrás a Cádiz y Sevilla, contra los que fuimos muy superiores, y ya estamos cerca de la final, por lo que debemos luchar por pasar ronda con todas las armas posibles.
—Usted coincidió con Roger en la cantera. ¿Qué le parece como jugador? La semana pasada marcó, y podría jugar contra ustedes.
—Lo he visto jugar bastante veces, y es muy completo y agresivo. Aunque es delantero, es el primero a la hora de defender.
—Bueno, no puedo acabar sin preguntarle por el futuro a más largo plazo. El suyo, me refiero.
—No tengo nada nuevo que decir. Siempre he dejado claro que estoy contento como estoy.
—Entonces, ¿está más próxima su renovación que un hipotético traspaso al Barça? Lo digo, además, porque Abidal seguirá en el Camp Nou, al menos un año más.
—Mi cabeza está centrada en ser cada día mejor que el anterior. Ahora mismo, soy futbolista del Valencia; estoy muy a gusto y solo quiero llegar lejos con este equipo.
—¿Llegar lejos es ganar algún título?
—Ese es mi deseo, sin duda, aunque aún es pronto para hablar de títulos. Queda mucho trabajo por hacer, ya sea en la Copa o la Europa League, sin olvidarnos de la Liga. Dentro de un par de meses, si tenemos opciones, pensaremos en algo más.