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Plan de entrenamiento

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Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

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lunes, 30 de diciembre de 2013

Pizzi: "No me han transmitido la obligación de jugar la Champions League"

Juan Antonio Pizzi fue presentado como nuevo entrenador del Valencia CF, escoltado por Rufete y Amadeo Salvo, que destacaron el "gran esfuerzo" que ha realizado el argentino y su cuerpo técnico para fichar. El de Santa Fe espera "repetir lo de San Lorenzo" y confesó que no llega con la "obligación de jugar la Champions League".




"Agradecido por la oportunidad. Orgulloso de haber sido elegido para estar al mando de esta gran institución, ojalá que podamos desarrollar lo que queremos para tener los éxitos que merece este club", fueron las primeras palabras del recién llegado en su rueda de prensa de presentación oficial como máximo responsable del Valencia. Una apuesta la suya reforzada por todo el cariño y respaldo que recibió de boca del presidente Amadeo Salvo y del manager general deportivo Rufete.

Salvo destacó que "ha sido la primera opción que tenía el Valencia CF para dirigir la primera plantilla. Viene a estar un año y medio y ojalá sea el inicio de un largo período", deseó el dirigente, mientras que Rufete incidió en todo el esfuerzo que ha realizado Pizzi y sus ayudantes para aterrizar en la capital del Turia. "Debemos de estar orgullosos por el esfuerzo que han hecho por venir aquí después de ser campeones. Han peleado mucho por estar aquí", remarcó el responsable de la parcela deportiva, para quién Pizzi "reúne los requisitos que necesita el club: trabajo, conocimiento, esfuerzo e ilusión"
Con estas herramientas tendrá la misión de resucitar al conjunto valencianista, esperando "repetir lo de San Lorenzo"aunque destacando que "hay diferencias entre los dos países y los planteles". Aún así, abunda la confianza y"estamos seguros de que con el paso del tiempo vamos a ir encontrando los resultados para posicionar al equipo donde siempre ha estado", afirmó ante los medios de comunicación.
El aspecto deportivo, que es en el que se centra, no le hace ser ajeno a las "posibilidades que tiene el Valencia de ser vendido". Se produzca o no la venta, en la sala Puchades de las oficinas de la entidad blanquinegra dejó muy claro que hasta la fecha "no hemos hablado de fichajes en enero".
También fue muy preciso cuando se le cuestionó por su estilo de juego. "Me gusta ser protagonista, y para ello cuanto mayor posesión tengas mejor. La presión inmediata es el camino más rápido para recuperar la posesión, pero debemos adaptarnos al material humano que tenemos en el plantel para poder desarrollar esa idea. La historia del Valencia obliga a tener ese protagonismo, y hay jugadores para hacerlo", indicó el de Santa Fe sobre una plantilla que espera que "sienta que tiene que vivir para el fútbol".
Por último, concluyó su comparecencia hablando de los objetivos hasta final de temporada. Si bien no hay que"descartar el objetivo de la Champions", es algo que no le han exigido a la hora de firmar como técnico. "Sé lo que significa el Valencia para el fútbol europeo, pero no tengo esa obligación", finalizó Pizzi.

El Valencia CF contratará a una empresa "para que el proceso de venta sea transparente"

TODOS LOS FOCOS SOBRE LA VENTA

PLAZADEPORTIVA.COM. HOY El presidente del Valencia CF Amadeo Salvo ha asegurado que un tercero 'velará' por los intereses de club y Fundación en una vuelta de tuerca al proceso de venta abierto con Bankia

VALENCIA.
 El presidente del Valencia CF, Amadeo Salvo, ha asegurado queuna empresa "velará por los intereses del valencianismo" en el proceso de la venta. Es necesario, según el máximo representante del club, que alguien garantice que el acuerdo "es bueno para todos". En estas declaraciones ha hecho referencia a un tercero.
Por eso, Salvo ha asegurado que esa "firma", en referencia a la empresa, "se hará pública en breve. No puede ser que solo salga beneficiado uno". Un extremo al que Salvo ha apuntado que "Bankia está trabajando en este sentido" y en el que ha añadido que la búsqueda de ese tercero incluye a club y Fundación.
UN PROCESO TRANSPARENTE
Salvo incide de esta forma en que "el proceso debe ser transparente y limpio. [El comprador] Debe ser alguien que ofrezca consenso a todas las partes: Valencia CF, Fundación VCF, Generalitat y Bankia". El presidente del club ha vuelto a destacar que la entidad "es un buen cliente de Bankia y merece el mayor de los respetos", algo a lo que se suma, según Salvo, "la repercusión que tiene el club".

El Valencia necesita decidir antes de final de enero si cambia a Joma por Adidas

El club y el actual proveedor aplazaron las negociaciones para rescindir a después de Reyes, mientras la marca alemana apremia



JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-


La maquinaria del Valencia no se detiene. El club trata de funcionar al margen de su convulso proceso de venta del Valencia, que comenzó Bankia a través de KPMG y que ha derivado en un pulso con Amadeo Salvo desde que el presidente anunció que traía de la mano la oferta del magnate Peter Lim. Además de la toma de posesión del entrenador Juan Antonio Pizzi y el carrusel de partidos que arranca con el derbi del sábado, en enero se deberá tomar una importante decisión en el ámbito comercial. Hay que cerrar, de forma definitiva, la firma de ropa que vestirá al equipo la próxima temporada. Porque los plazos de las empresas, y más si se certifica el cambio a Adidas, apremiarán a la entidad de Mestalla nada más dé comienzo 2014.
El Valencia tiene un contrato firmado con Joma hasta junio de 2016. Este acuerdo alcanzado y rubricado por Manuel Llorente beneficia al club a corto plazo, en cuanto al dinero fijo a percibir. Sin embargo, los actuares gestores consideran que mantener el pacto con esta firma complica una futura internacionalización de la marca Valencia CF.
Joma firmó con el Valencia un contrato por cinco temporadas en junio de 2011 asegurando un ingreso en metálico de 3,5 millones anuales para el club de Mestalla, cantidad que doblaba la mejor oferta entonces. Esta aportación acabó siendo clave para que la cuenta de resultados de la entidad fuese positiva en los últimas campañas.
Pero la firma toledana se aseguró en el contrato que el Valencia cumpliera esos cinco años. Por entonces Joma ya era sabedora de que el club de Mestalla también había sondeado a Nike y Adidas tras romper su vinculación con Kappa. Y, por tanto, exigió la inclusión de unas cláusulas de salida prohibitivas. Si el Valencia quiere rescindir ese contrato antes del 30 de junio de 2014, deberá abonar 15 millones de euros a la marca de ropa. Si la ruptura se produjera a partir del 1 de julio la cifra bajaría a los 14.
Esta diferencia no es sustancial, pero hizo que el actual presidente, Amadeo Salvo, le lanzara un dardo a Manuel Llorente en la junta general de accionistas del pasado 10 de diciembre: «No es normal que se firmen cláusulas de rescisión con un empresa que son mayores que el valor de esa compañía».
Por todo ello, el Valencia lleva negociando con Joma un acuerdo de rescisión desde hace más de un mes. Pero la firma se negó a avanzar con esas conversaciones hasta que finalizara la campaña de Navidad, puesto que son las fechas donde se genera un mayor volumen en venta de camisetas, sobre todo entre el público infantil. A partir del 7 de enero se volverán a retomar esas negociaciones.
Pero el club no podrá demorarse mucho porque, en paralelo, Adidas también le apretará. Para que esa futura ropa oficial del Valencia pueda estar en todas las tiendas de la marca alemana en todo el mundo, la firma necesita realizar los pedidos de las prendas a confeccionar con muchos meses de antelación. Una circunstancia que también afecta al patrocinador de la camiseta. Si el club no quiere que en los lugares más lejanos de distribución las elásticas salgan sin publicidad, también deberá de adelantar los plazos del nuevo sponsor: se da por sentado que Jinko no renovará su contrato al conocer, en boca del propio Salvo durante la pasada gira asiática, que la cotización de la misma ha duplicado su valoración.
El Valencia le entregó a Joma un dossier en el inicio de la negociación para explicar su postura, con datos que reflejan la cifra que deberían pagar los grandes de Primera si quisieran realizar la misma operación con Nike o Adidas. En alguno de esos contratos la penalización es un 10% de la cantidad que aportan las marcas. Si el Valencia tuviera esa cláusula en su contrato la indemnización, a la firma toledana bajaría a los 350.000 euros. Pero no es el caso.
Los argumentos que Salvo y Douwens presentaron en primera instancia a la firma toledana no se basaron tan sólo en aspectos económicos. También de mercado. En el torneo que disputó el Valencia el pasado mes de agosto en Nueva York y Miami, los directivos comprobaron que en los exteriores de los estadios no se vendía ropa deportiva del Valencia. Curiosamente, todos los equipos vestidos por Adidas sí que tenían sus productos.

Aquí manda Pizzi

JUAN CARLOS ALARCÓN. HOY El técnico dirigió su primer entrenamiento y ya dejó ver a la plantilla la nueva forma de trabajar




VALENCIA. 
Juan Antonio Pizzi ya manda en el Valencia. El técnico se vio cara a cara con su plantilla en la primera sesión de trabajo de la nueva etapa valencianista y ya dejó ver sus métodos a pesar de que el entrenamiento fue puramente físico y estuvo dirigido prácticamente en su totalidad por el nuevo preparador físico, Alejandro Richino.
A pesar de ellos Pizzi exigió concentración a su plantilla en todos los ejercicios y no perdió detalle de sus jugadores. El técnico argentino sabe que tiene ante si el reto de reflotar la nave valencianista y no quiere ningún despiste en sus jugadores, como ha mostrado en su primer día de trabajo.
Pizzi sabe que tiene 21 partidos de liga por delante, y pese a que el club no le ha exigido la Champions, el entrenador es consciente de que es el gran objetivo del equipo para la siguiente temporada. Además, también es un reto personal para el propio entrenador que sabe que después de proclamarse campeón en Argentina, un éxito como el de conseguir la Champions con un equipo que navega a la deriva por la zona media de la tabla sería un gran espaldarazo a su carrera.
Una de las cosas que más satisfecho dejó a Pizzi en su primer día con la plantilla valencianista fue la mentalidad que se ha encontrado en sus jugadores. En el vestuario todo el mundo piensa que conseguir el objetivo de la Liga de Campeones es posible. A pesar de la dificultad, la plantilla sabe que si consigue enlazar una racha de cuatro o cinco jornadas sin perder y sumando de tres en tres, conseguirán engancharse a la parte alta de la tabla.
El equipo no descansa y hoy hay una nueva sesión programada para las 10:30 antes de que Pizzi sea presentado oficialmente como nuevo técnico, que será a las 13:30 en la sala de prensa Antonio Puchades. El preparador argentino llega con energías renovadas al vestuario y los futbolistas ya conocen que hay un nuevo jefe, porque este valencia de 2014 ya tiene capataz. Aquí manda Pizzi.

Richino ya exprime a la plantilla del Valencia

Pizzi observó toda la sesión desde un segundo plano junto a su ayudante Manuel Suárez; la otra gran novedad estuvo en la presencia de Rubén Vezo

La vuelta de las vacaciones siempre es dura, pero además los jugadores del Valencia CF se encontraron con una bienvenida que pretende imponer el tono que buscan Pizzi y sus colaboradores. El técnico argentino vio su primera sesión desde la 'barrera', charlando con sus nuevos colaboradores mientras el preparador físico Alejandro Richino apretaba las clavijas de una plantilla que comienza a notar los cambios.




No hubo espacio para la charla, ni antes de comenzar el primer entrenamiento del Valencia CF tras la semana de vacaciones navideñas -algo más prolongadas para Jonas, Banega, Pabón y Guardado que volverán este lunes por la tarde- ni tras acabar una sesión de trabajo que ha durado apenas una hora en el reloj. Pero a diferencia de lo que ocurría más de una vez en el pasado, esta vez sí que se puede afirmar que lo vivido sobre el césped ha dejado huella en los cuerpos de los futbolistas.
Y esa fue la intención de Juan Antonio Pizzi y su cuerpo técnico en la puesta de largo oficiosa como nuevo entrenador del Valencia. Expectación en algunos aficionados, que se sintieron decepcionados al saber que el entrenamiento era a puerta cerrada, deseosos de poder llevar a los más pequeños a ver de cerca a sus ídolos en estas fechas navideñas. Pero este equipo no está para fiestas ni brindis al sol, la recuperación a todos los niveles pasa por esforzarse al máximo y con esa idea ha aterrizado Alejandro RichinoEl preparador físico uruguayo fue el auténtico protagonista de la sesión vespertina, el debutante que cogió el látigo y comenzó a azuzar a unos futbolistas que no tuvieron ni un respiro para asimilar tanto cambio.
Nada de rondos ni ejercicios con balón, toda una hora para calzarse las botas de correr de suela plana y seguir las indicaciones a viva voz y con todo un carrusel de gestos de Richino. Él fue el primero en tirar del grupo durante la carrera continua, motivando al grito de "hay que laburar -los argentinos y uruguayos usan esta palabra que significa trabajar- muchachos" o "con la cabeza arriba y mostrando actitud", siendo un auténtico torbellino que absorbió a los 19 hombres que estuvieron bajo sus órdenes. Prácticamente la totalidad estaban acostumbrados alrégimen anterior de Djukic aunque ya vieron aumentada la intensidad durante la semana de Nico Estévez, pero no Rubén Vezo. El central portugués -arropado por sus compatriotas- fue la otra cara llamativa del entrenamiento, en sus primeros instantes vistiendo los colores del Valencia CF y sin perder el paso respecto a sus nuevos compañeros.
Todo esto se lo miró desde la distancia Juan Antonio Pizzi, como también ocurría en San Lorenzo. El actual jefe del vestuario valencianista primero se quedó charlando con su mano derecha Manuel Suárez y con José Manuel Ochotorena en el centro del campo, mientras Richino desarrollaba su show, y éste corrillo más tarde pasó a estar formado por los servicios médicos con Juan Albors al frente y distintos técnicos del club. Pero no intervino en ningún momento de la práctica diseñada por su preparador físico, que también incluyó una larga tanda de abdominales y diferentes actividades de resistencia, siempre con los gritos del uruguayo resonando de fondo para alentar a sus subordinados.
El único momento en el que se apreció proximidad de Pizzi con los jugadores sobre el césped en su primer día fue cuando charló brevemente con el capitán Ricardo Costa justo antes de arrancar la práctica. Un intercambio de palabras muy rápido intercalado con sonrisas y gestos de complicidad, el natural acercamiento del recién llegado hacia una de las voces más autorizadas del vestuario 'ché'. Pero nada más que esto, porque del resto se encargó el ayudante que se ha traído para cargar las baterías del equipo lo más rápidamente posible. El sábado espera el Levante y tres días después el Atlético de Madrid, y para no dejar nada a la improvisación la semana está cargada de entrenamientoscon los que poner a tono a este Valencia, teniendo que comparecer el 31 por la mañana y el día de Año Nuevo a las 18:30 en la Ciudad Deportiva de Paterna.
A partir de hoy lunes ya se va a ir introduciendo el balón y la atención por la faceta defensiva, el gran talón de Aquiles, por encima incluso del apartado goleador, que está lastrando al equipo durante lo que se lleva disputado de la temporada. Pizzi y sus colaboradores han aterrizado sin reservas y lo demostraron en la primera oportunidad que tuvieron para pisar el 'verde', para satisfacción de miembros del club como el directivo José Manuel Palau y el director de comunicación Damià Vidagany, así como el delegado Salvador González Marco, 'Voro'. Soplan aires renovados por la capital del Turia que traen ilusión y esperanza para la grada y, por lo visto este domingo, mucho carbón para los integrantes del conjunto blanquinegro.

El banquillo caliente de Mestalla

Las etapas de mayor prosperidad coincidieron con la continuidad de los proyectos de Ranieri, Cúper, Benítez y Emery, que no fueron despedidos



Con la llegada de Juan Antonio Pizzi el Valencia afronta la décima temporada con cambio de técnico a mitad de curso desde que en el año 85-86 el equipo descendiese a Segunda. En la mayoría de los casos, el relevo en el banquillo no ha ayudado a remontar la situación del equipo, aunque en otros ejemplos sí se sentaron las bases de posteriores proyectos duraderos. Sólo en una ocasión el equipo registró un cambio positivo radical. Fue la pasada campaña, cuando Ernesto Valverde volteó la mala trayectoria de Mauricio Pellegrino, su antecesor, con una segunda vuelta notable en la que casi se consigue la clasificación para la Liga de Campeones. El mismo objetivo que se le reclamará a un Pizzi que deberá firmar unos números casi perfectos, con mínimo margen para el error.
En la temporada 85-86 el Valencia se precipitó al único descenso a Segunda división de toda su historia. La sustitución de Óscar Rubén Valdez en el tramo final del campeonato por su compatriota Alfredo Di Stéfano no obró el milagro en un equipo tocado de muerte. «La Saeta Rubia» continuó en su cargo y devolvió al Valencia a Primera al año siguiente. La complicada readaptación a la máxima categoría obligó a la directiva de Arturo Tuzón a prescindir de sus servicios en la temporada 87-88, para esquivar la sospecha de otro descenso que no llegó a ser una amenaza real. Roberto Gil, otro nombre mítico y hombre de la casa, estabilizó al equipo.
En los años siguientes se prolongó un periodo de estabilidad Víctor Espárrago, que después de tres años en el club no renovó su contrato. Su sustituto, Guus Hiddink, amplió el periodo de prosperidad, con un buen juego que resistió a la exigencia de títulos y a decepciones como la eliminación en semifinales de Copa del Rey contra el Zaragoza. El preparador holandés, sin embargo, sucumbió en la temporada 93-94 a la grave crisis institucional que llegó con la debacle de Kalrsruher. El club pasó a tener tres presidentes y hasta cinco entrenadores. El recambio de Paco Real no obtuvo ningún resultado a corto plazo y la presidencia interina optó por otro viejo conocido como el uruguayo Héctor Núñez. El «Palomo» renovó el once con gente joven, liderada por Gaizka Mendieta, y poco a poco fue calmando los ánimos y recuperando el pulso a la clasificación. Frenada la caída libre, Paco Roig ganó las elecciones y, en su primera decisión, prescindió de Núñez para volver a colocar a Hiddink, el mismo que había iniciado la temporada, tras una breve transición de José Manuel Rielo.
En la temporada siguiente, la 94-95, el ambicioso primer proyecto de Roig, con Carlos Alberto Parreira como entrenador, tras ganar la Copa del Mundo con Brasil, no obtiene el resultado esperado. En la liga se está lejos de los objetivos y el técnico sólo avanzó en la Copa del Rey, con una épica eliminación al Real Madrid. No obstante, el pobre empate 1-1 en la ida de las semifinales de esa misma competición contra el Albacete le valió su despido fulminante. Rielo remonta el cruce y es el encargado de dirigir al equipo en la final, perdida contra el Deportivo por 2-1.
Roig entrega el mando a Luis Aragonés. En la primera temporada, la 95-96, el Sabio de Hortaleza rebasa expectativas, con un subcampeonato liguero con opciones de título hasta la última jornada y semifinales coperas, perdidas también contra el Atlético, el mismo verdugo en el torneo regular. La escasa complicidad en el proyecto del año siguiente, en el que Romario sustituyó al ídolo caído en desgracia Mijatovic, desengañó a un Luis triste, que dimite en noviembre tras un amago previo, que no consumó, en la pretemporada. Jorge Valdano acaba la temporada 96-97 sin alcanzar posiciones europeas y es el encargado de diseñar un proyecto a su imagen y semejanza, con el regreso de Romario y fichajes exóticos como Moussa Saib o Marcelinho Carioca. La pretemporada ofrece divertidas expectativas truncadas con la lesión de Romario en el Trofeo Naranja, luego de una desafortunada chilena ante el Flamengo. El equipo pierde los tres primeros partidos de liga y Valdano, en su última experiencia como técnico, es despedido.
En otro volantazo, Roig cambia de estilo y ficha a Claudio Ranieri. El técnico italiano, un auténtico sargento, poda al equipo de jugadores preciosistas y conforma una nueva base, con futbolistas de peso irrelevante para Valdano, como Mendieta, el Piojo López o Angulo, arropados por veteranos con apetito competitivo como Angloma, Milla, Carboni y Djukic, incorporados ese verano por Roig. La reconstrucción fue lenta y costosa, tanto que dimitió Roig por el camino. No se cumplieron objetivos pero el equipo quedó diseñado para dar guerra a partir de la temporada siguiente.
El Valencia entra en la mejor fase de su historia, con una etapa de continuidad en el proyecto y los triunfos. En siete años pasan tres entrenadores, Ranieri,Cúper y Benítez, pero ninguno de ellos es destituido y se marchan voluntariamente después de contribuir con títulos y finales a la edad de oro del club: dos ligas, una Copa, una Copa de la UEFA, una Supercopa de España y dos finales de la Liga de Campeones.
En el año 2004 el club da un vuelco accionarial y Soler asume todo el poder. Ficha a Ranieri, el técnico que todo lo empezó, pero que había perdido parte de su proverbial espíritu guerrero hasta el punto de ausentarse de un entrenamiento para llevar a su perro, estreñido, al veterinario. El costosísmo proyecto no arranca y Ranieri es despedido tras caer a la primera en todos los torneos: Liga de Campeones, Copa de la UEFA y Copa del Rey. Antonio López, exayudante de Benítez, es reclutado y renovado por Soler después de dos buenos resultados iniciales. El equipo vuelve a estancarse y el club prescinde de López al acabar el curso para fichar a Quique Sánchez Flores.
La debacle del curso 2007-08
Con Quique en el banquillo y Subirats en la dirección deportiva, el Valencia cumple objetivos, si bien su juego carezca, según un sector de la grada, de lucimiento. Todo cambia en la tercera temporada de Quique, la 2007-08. El técnico, condenado a la excelencia tras salvar el match-ball en el que fue despedido Amedeo Carboni, director deportivo y cercano enemigo, cae de su cargo en el mes de noviembre, con el Valencia a cuatro puntos del líder. Los acontecimientos se precipitan con la llegada de Ronald Koeman en el banquillo, tras dos partidos con Óscar Fernández de interino. El equipo cae en picado, Albelda, Angulo y Cañizares son apartados por orden de Juan Soler y sólo la buena marcha en la Copa del Rey, en la que el equipo acaba siendo campeón de un título que no se celebró, alivia la decadencia. Soler acaba dimitiendo y Koeman es destituido con el equipo metido en la dramática lucha por no descender. Como en ocasiones precedentes, Voro, un hombre de la casa como fueron en años atrás Roberto Gil o Rielo, acude al rescate. El Valencia gana dos partidos trascendentales en Mestalla ante Osasuna y Zaragoza y salva la categoría.
La calma regresa con la apuesta por Unai Emery. El técnico guipuzcoano no deja de estar discutido, sobre todo por el número de remontadas que marcan sus encuentros, o por no clasificarse para la Liga de Campeones en su primera temporada, justo cuando contaba con todos los referentes, como Villa, Silva y Mata. No obstante, a pesar de la sucesiva venta de estrellas, el Valencia de Unai logra consolidarse las tres temporadas siguientes como el tercer equipo de la liga, aunque lejos de la perspectiva de títulos por la distancia clasificatoria con Real Madrid y Barcelona y por eliminaciones inesperadas en los torneos cortos.
Manuel Llorente, en una decisión personal, contrata a Mauricio Pellegrino en el verano de 2012. Sin ninguna experiencia en la élite, se veía al Flaco, con su exitoso pasado reciente como jugador valencianista, como una apuesta parecida a la que el Atlético había realizado con Simeone o el Barcelona con Guardiola. El resultado sería deprimente. El equipo sólo transmite chispa en un gran partido contra el Bayern de Múnich en inferioridad numérica, pero no abandona su indefinición. Dos goleadas seguidas (4-0 ante el Málaga, 2-5 contra la Real Sociedad), dirigen la ira de Mestalla hacia el palco. Acorralado, Llorente decide prescindir de Pellegrino, exculpado por la grada. El recambio elegido, esta vez por Braulio Vázquez, es el de Ernesto Valverde, que firma hasta final de temporada. El Txingurri logra aislar al equipo de toda la convulsión societaria, que se cobra las dimisiones de dos presidentes de la Fundación (Társilo Piles, Federico Varona) y del presidente Llorente. Sobre el césped la recuperación del Valencia es notable y el equipo acaba el campeonato a gran nivel, remontando posiciones y disputando una apasionada lucha por la cuarta plaza con la Real Sociedad, decantada del lado donostiarra. Amadeo Salvo no logra convencer a Valverde antes de tomar posesión.
Miroslav Djukic, alternativa que se reservaba Braulio y avalada por Salvo, llega a Valencia en medio de la unanimidad general. Del serbio gustaba su pasado y militancia valencianista, su método y la expectativa de su rendimiento con el Valladolid. Los problemas defensivos y la inoperancia atacante atascan a un Valencia sin evolución, que no logra convencer en los encuentros ganados. Salvo decide reforzar al técnico con un mensaje contraproducente en el que garantiza su continuidad, pase lo que pase, hasta el final de la temporada, y recuerda, como atestigua este reportaje, que pocos cambios en el banquillo han dado el resultado deseado. El 3-0 contra el Atlético de Madrid rompe la cuerda. Es el turno de Juan Antonio Pizzi.