SALVA FOLGADO. HOY Decepción es la palabra que definió nuestro estado de ánimo después del cierre del mercado de invierno en el Valencia...
VALENCIA.
Admitámoslo todos. Decepción es la palabra que definió nuestro estado de ánimo después del cierre del mercado de invierno en el Valencia. No se mostró ninguna camiseta con un dorsal y un nombre sorpresa en redes sociales, tampoco salió Katy Perry con un vestido de llamas -francamente ridículo- y subida en un león gigante mientras sonaba 'Roar' de fondo. No hizo falta que llegará Federico Pastorello y saltará un valla para colar por la ventana de alguna federación un contrato de venta o de cesión. Nada de nada. Sonaron las campanadas y Cenicienta no encontró a su príncipe de invierno. Peter Lim no exhibió músculo financiero alguno. Con Enzo es suficiente. Bajonazo.
Esperaba alguna incorporación de última hora. Nuno también, pero esta vez -me sorprende- sus amiguetes no complacieron sus deseos. ¡Qué bajón! El portugués había hablado de refuerzos con la seguridad que da ser amigo del dueño del cotarro y yo esperaba que lo complacieran. Oírlo hablar con esa convicción me inclinaba a pensar que Nuno estaba seguro de que lo iban a hacer feliz con otro refuerzo. El club, además, había soltado lastre con las salidas de Carles, Robert, Joao y Zuculini y estaba en disposición de abordar alguna operación. Error. O se torció alguna intentona de cesión o compra en el sprint final o en los despachos Nuno ha perdido su primer pulso, cosa que me extrañaría. Raro. Muy raro todo.
El portugués quería fichar para mejorar su plantilla pese a que, sin Copa, tiene arsenal suficiente para clasificar para la Champions. Ahora sólo tiene 20 fichas profesionales, más tres jugadores del filial. Si hay lesiones y el objetivo se tuerce, recordará que en enero quiso fichar pero se optó por no hacerlo. Seguro. Ese bajón de Nuno puede que pase factura.
No hubo llegadas pero el viernes se cerró la renovación de Barragán con la presencia de sus representantes, se amplió el contrato del canterano Tropi y se rescindió el contrato de cesión de Bruno Zuculini que se marchó al Córdoba con Djukic. Rufo curró.
Salió Zuculini antes de que muchos aficionados llegaran a saberlo distinguir de Rodrigo De Paul. A mí me costó al principio, lo reconozco, no fue sencillo, sobre todo cuando los dos llevaban gorra; luego agradecí la mohicana de De Paul que me lo puso más fácil. Gracias Rodri.
En fin, esperaba refuerzos pero no llegaron. No es que me parezca que la plantilla no tiene fondo de armario como para aguantar la segunda vuelta de competición, al contrario, pero creía que el talonario de Peter iba a volver a salir a escena. La plantilla es suficiente para aguantar las nieves de la segunda vuelta y combatir por el objetivo Champions. Al final se ha gastado dinero. Que 25 millones son muchos millones para el mercado del frío, donde es muy peligroso firmar. Todo se ha gastado en la ficha de Enzo. El argentino fortalece la medular, le da más juego a Nuno a la hora de confeccionar sistemas y equipos y, si en la ecuación también está Fuego, libera a Parejo que va a pisar más el área contraria. Creo que a André también le viene de perlas jugar con Enzo y Fuego en el mismo de pack de mediocentros. Aunque tanto el portugués como el de Coslada han de adaptarse a pisar la banda.
Siempre es mejor gastarse la panoja en un tipo que te garantice solvencia como Enzo Pérez -aunque se ha pagado caro- que repartir el dinero entre un central suizo sospechoso y un delantero brasileño gordito. Algo similar sucedió la temporada pasada. Aunque en aquel momento apareció un mediocentro de jerarquía aunque veterano y procedente de una liga poco exigente. Keita fue un oasis en el mercado de invierno de hace un año. Todos nos acordábamos del jugador que fue en el Sevilla y en el Barça pero dudábamos del jugador que venía de China. Al final fue un acierto. En Mestalla se revalorizó y hoy juega Liga de campeones en el Olímpico de Roma. Hubiera sido un acierto que continuara una temporada más pero no estaba convencido -igual que yo- del proyecto que se venía.
Una pieza así falta en el mediocentro valencianista. Un centrocampista con su capacidad de recuperación y trabajo pero de perfil más defensivo y una personalidad parecida. No ha llegado en invierno pero en verano además de decidir qué pasa con el lateral derecho, el club tendría que meditar si hace falta un centrocampista puro defensivo.
Acaba de cerrarse el mercado de invierno y ya estamos pendientes de junio. Y es que el verano blancinegre de este año promete. Hay mucha expectación. Tanta como genera el descanso de la Super Bowl donde las grandes multinacionales y las productoras cinematográficas exhiben sus novedades pagando 4'5 millones de dólares por spots de 30 segundos. En Paterna no veremos a Kim Kardashian pero vamos a tener movimiento. Nada de bajón para entonces. Ya veréis.