ALBERTO SANTAMARÍA. HOY ...La señora Hoon expresó en algo más de cuarenta minutos todo aquello que la afición blanquinegra quería escuchar...
VALENCIA.
Afirma el diccionario que la expresión 'poner los puntos sobre las íes' se utiliza cuando nuestro propósito es concretar algo clara y nítidamente, sin dejar lugar a dudas sobre la intención de nuestras palabras y con el deseo de puntualizar nuestra opinión minuciosamente (muy frecuentemente cuando ha habido algún conflicto o confusión con otra parte). Una definición que viene que ni pintada para describir el discurso que arrancó los mayores aplausos de la platea del Palacio de Congresos durante la Junta Extraordinaria de Accionistas del Valencia que se celebró el pasado lunes. Allí, sin duda, el punto fue para Lay -con y griega-. La señora Hoon expresó en algo más de cuarenta minutos todo aquello que la afición blanquinegra quería escuchar. Sin entrar a valorar su pasión por las naranjas -las comía junto a su hermano en Singapur cuando era pequeña-, la nueva presidenta del Consejo de Administración aseguró que el conjunto che aspira a competir con los grandes de Europa en un breve espacio de tiempo y a luchar por los títulos como lo hizo a principios de este siglo. Además, su intención y la de Peter Lim no es otra que la de reanudar las obras del Nuevo Mestalla con la mayor brevedad posible. Y para conseguirlo será necesario aumentar los ingresos continuando con el proceso de internacionalización de la marca.
Los críticos por naturaleza pensarán que estas palabras son las mismas que ya habían escuchado en el acto de investidura de cualquiera de los mandatarios que precedieron a los actuales. Y tal vez no les falte razón pero existen diferencias. Muchas. La primera y principal que el proyecto que oficialmente arrancó esta semana viene respaldado por la fortuna de uno de los hombres más ricos de la faz de La Tierra. Y según dicen, y confirmó la propia Lay ante los accionistas, con ganas de fútbol "por mucho mucho tiempo". Yo me lo creo. Porque de no ser así, no tendría ningún sentido que el magnate asiático diera el visto bueno a que la encargada de gestionar gran parte de su patrimonio y, por extensión su mano derecha, fuera quién dirigiera los designios de la recién estrenada propiedad. Éso, y que a estas alturas de la película se ha gastado 100 millones de euros para comprar el club, además de haber traído hasta aquí a futbolistas como Rodrigo, André Gomes y, si me apuran, hasta a Negredo.
A priori, todo deben ser parabienes ante lo que se avecina por la Avenida de Suecia, y esperemos que pronto sobre la de Las Cortes. Sin embargo, solo el tiempo dictaminará hasta qué punto el nuevo orden es malo, bueno o sensancional para la entidad. Ahora bien, en el deporte hace falta suerte. Y si la pelota no entra, las cosas se complican. También fuera del campo. Como ante el Barça. Frente al conjunto blaugrana, los de Nuno merecieron, como mínimo, un punto. Pero cuando no aciertas de cara a la portería contraria, puede ocurrir lo que sucedió; que Busquets se vistiera de M'Bia para clavar una daga en el corazon de los 50.000 hinchas que llenaban las gradas del coliseo. El golpe fue duro. La crueldad volvió a cebarse con los valencianistas. Y ya son demasiadas veces.
No obstante, haciendo buenas las palabras de la nueva presidenta, si el Valencia quiere volver a luchar por los títulos, tiene que demostrar que es capaz de levantarse. El fútbol siempre da segundas oportunidades y los equipos grandes las aprovechan. Hoy los jugadores 
tienen ante sí la ocasión de poner los puntos sobre las íes -latinas- ganando en Vallecas y enviando el mensaje de que este vestuario sueña con la Copa del Rey. No lo dirán públicamente porque no deben, pero el calendario es propicio. Ellos lo saben. Eso no significa que el camino hasta la final vaya a ser fácil. Conquistar un trofeo nunca lo es, pero evitar a Real Madrid, Barcelona y Atlético hasta la final convierte a la competición del KO en la gran ilusión de la temporada. Y sí, no me olvido de que el objetivo ha de ser el de acabar entre los cuatro primeros, pero disputar una final...una final es otra cosa. Lograrlo significaría poner los puntos sobre las íes -de nuevo latinas- y un puntazo para Lay -Hoon en este caso- en el que va a ser su primer año al mando del Valencia. Desde el lunes, su Valencia y el de Peter Lim.
