Unai Emery compareció en rueda de prensa primero y en los micrófonos de Ràdio Nou después para hacer una aproximación de las sensaciones que dejó el equipo en el Velodrome de Marsella en particular y en lo que llevamos de pretemporada en general.
Sobre el partido contra el Olympique de Marsella, Emery se mostró optimista con la labor del equipo a pesar de la derrota. "Los jugadores nos van dando los detalles necesarios para configurar el equipo en una direccion". "Hemos competido (el sábado y el domingo) contra equipos de primer orden, de primera division, y también de Champions y esto es un buen espejo para mirarnos en la busca de rendimiento y competitividad en la Liga de Campeones", advirtió el entrenador blanquinegro.
Emery destacó que el Olympique de Marsella era un rival más rodado que su equipo por lo que ha sido "una buena piedra de toque para ver nuestra capacidad para la competición".
A pesar de que se vieron "cosas interesantes", Emery también se mostró autocrítico con ciertos aspectos de juego como en los errores en la salida de balón que han costado el recibir claras ocasiones por parte de los rivales. "Lo bueno es que salgan los errores para subsanarlos y corregirlos."
Preguntado por el caso particular del canterano Isco, Emery tuvo palabras de elogio para sus últimas actuaciones. "Isco está progresando con un rendimiento bueno, ayer (el sábado) hizo un gran partido y nos da alternativas de juego interesantes". "Isco es una realidad por la naturalidad con la que juega y por características es el jugador que más se parece a Silva", aseguró.
Emery quiso ser cauto con la situación tanto de Isco como de Iván Rubio, del que dijo verlo "bien" a pesar de jugar en un puesto que no es el suyo. "Hay que ser prudente aunque lo que hemos visto es una realidad, pero van a ser ellos los que van a tener la oportunidad de estar en el Valencia CF".
Pablo "valiente"; Joaquín "atrevido"
La competitividad en banda derecha entre Pablo Hernández y Joaquín Sánchez también salió a la palestra y el entrenador del Valencia CF quiso puntualizar que existían una serie de cifras que evidenciaban la sana competencia en esta posición. "Hay un dato objetivo que es el rendimiento en banda derecha de la pasada temporada, ya que entre ellos dos hicieron 15 goles y 15 asistencias". Sobre los casos concretos calificó la actuación del castellonense como de "valiente" en una posición a pierna cambiada. Un caso similar al de Joaquín contra el Hannover 96 que estuvo "muy atrevido", concluyó.
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/08/02/isco-parece-silva/101970.html
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lunes, 2 de agosto de 2010
Una derrota que apenas duele
El conjunto de Emery planta cara al Olympique de Marsella y ofrece una buena imagen, sobre todo en la primera parte, en la que Pablo capitaneó el ataque -El equipo mejora su adaptación al 4-3-3 pero el rival acaba imponiendo su frescura física.
Hay derrotas que duelen menos. Ese tópico habitualmente es una media verdad, cuando no un clamoroso eufemismo, pero sí se ajusta con realismo al partido del Valencia anoche en el Vélodrome ante el Olympique de Marsella. El 1-0 apenas molesta por la nula trascendencia del resultado, un ensayo de pretemporada, y sobre todo por la imagen ofrecida. El equipo continúa asimilando los conceptos del 4-3-3 que Unai Emery quiere fortalecer como una alternativa táctica solvente y en la primera mitad rayó a gran nivel, con un Pablo en plan estelar. En un partido abierto, con muchas alternativas, el Olympique acabó adueñándose del juego en la segunda mitad, empujado por su mayor frescura física.
Emery insiste con el 4-3-3. Cree fervorosamente en él. El nuevo sistema empieza a funcionar. Se nota sobre todo en ataque. Es una manera de juntar a Tino Costa y Banega, que con el 4-4-2 deberían pugnar por una misma posición. Los extremos adelantan metros y pisan más área. Y Pablo sigue en estado de gracia, agigantado en cualquiera de las dos bandas. Anoche se dejó caer más por la banda izquierda, apurando la línea de fondo y recortando hacia dentro buscando la pierna derecha, al estilo Robben. El extremo castellonense, al que Mathieu siempre le ofrecía una posibilidad para desdoblar, fue una pesadilla continua para el lateral ex osasunista Azpilicueta. Pablo fabricó la mejor ocasión de gol valencianista en la primera mitad. Se zafó en un recorte de dos adversarios y lanzó un disparo seco que repelió con apuros Mandanda. La pelota se quedó mansa y quieta en los pies de Feghouli. A puerta vacía, el joven interior francés envió la pelota a la cruceta, al lugar más difícil. Aduriz, voluntarioso pero espeso, no conectó ningún remate serio.
Además, el Valencia también ocasionó peligro en acciones de estrategia, más ensayadas y que ya empiezan a obtener su recompensa en el césped. Didier Deschamps, técnico de los marselleses, es un amante del orden y no veía nada claro el partido. Falta una semana para que arranque la liga gala, en la que defiende el título de campeón, y no acaba de carburar. Deschamps salió del banquillo y pidió más intensidad a sus jugadores. El 4-3-3, sin embargo, se resentía en defensa. Cierto es que la zaga con la que saltó el Valencia era casi experimental —sólo Mathieu apunta a la teórica titularidad—, pero Brandao y Niang ganaron varias veces la espalda a los centrales después de algunas malas entregas en la medular. César, siempre fiable, y una aparición crucial en el corte de Maduro, evitaron el gol francés en el primer acto.
Aprieta el Olympique
En la segunda mitad el Olympique, más enérgico, remozado con la entrada de Lucho González, líder del equipo, y el habilidoso Valbuena, apretó al Valencia, que se replegó con sobriedad y, aunque las fuerzas flaqueaban, no renunció al ataque. Como cuando Tino Costa buscó un pase al hueco a Aduriz, quien estuvo lento en la definición y se dejó robar el remate por M´Bia. El camerunés, centrocampista reconvertido a central, estuvo de nuevo decisivo para interceptar un gran pase de Pablo hacia Feghouli.
El final del encuentro deparó entretenimiento en las dos áreas. Tino Costa, Joaquín y Soldado trazaron buenas intenciones. Pero quien más atacó fue l´OM. César aplazó, por dos ocasiones, la llegada del gol local. Primero aguantó, al estilo los buenos arqueros argentinos, un remate de Valbuena. Después desvió un disparo a quemarropa de Brandao. Sin embargo, un minuto después de que Emery realizara cuatro cambios, el meta poco pudo hacer cuando Valbuena centró al área, peinó atrás Brandao y Ben Arfa, a quien le ha pesado la prematura etiqueta de sustituto de Zidane, aprovechó el desajuste defensivo para fusilar a placer. El Valencia lo intentó en los últimos minutos y plantó cara. No hubo ningún gol, pero quedan las sensaciones agradables que se deben confirmar ante el Aston Villa y el Manchester City.
http://www.levante-emv.com/deportes/2010/08/02/derrota-apenas-duele/727894.html
Hay derrotas que duelen menos. Ese tópico habitualmente es una media verdad, cuando no un clamoroso eufemismo, pero sí se ajusta con realismo al partido del Valencia anoche en el Vélodrome ante el Olympique de Marsella. El 1-0 apenas molesta por la nula trascendencia del resultado, un ensayo de pretemporada, y sobre todo por la imagen ofrecida. El equipo continúa asimilando los conceptos del 4-3-3 que Unai Emery quiere fortalecer como una alternativa táctica solvente y en la primera mitad rayó a gran nivel, con un Pablo en plan estelar. En un partido abierto, con muchas alternativas, el Olympique acabó adueñándose del juego en la segunda mitad, empujado por su mayor frescura física.
Emery insiste con el 4-3-3. Cree fervorosamente en él. El nuevo sistema empieza a funcionar. Se nota sobre todo en ataque. Es una manera de juntar a Tino Costa y Banega, que con el 4-4-2 deberían pugnar por una misma posición. Los extremos adelantan metros y pisan más área. Y Pablo sigue en estado de gracia, agigantado en cualquiera de las dos bandas. Anoche se dejó caer más por la banda izquierda, apurando la línea de fondo y recortando hacia dentro buscando la pierna derecha, al estilo Robben. El extremo castellonense, al que Mathieu siempre le ofrecía una posibilidad para desdoblar, fue una pesadilla continua para el lateral ex osasunista Azpilicueta. Pablo fabricó la mejor ocasión de gol valencianista en la primera mitad. Se zafó en un recorte de dos adversarios y lanzó un disparo seco que repelió con apuros Mandanda. La pelota se quedó mansa y quieta en los pies de Feghouli. A puerta vacía, el joven interior francés envió la pelota a la cruceta, al lugar más difícil. Aduriz, voluntarioso pero espeso, no conectó ningún remate serio.
Además, el Valencia también ocasionó peligro en acciones de estrategia, más ensayadas y que ya empiezan a obtener su recompensa en el césped. Didier Deschamps, técnico de los marselleses, es un amante del orden y no veía nada claro el partido. Falta una semana para que arranque la liga gala, en la que defiende el título de campeón, y no acaba de carburar. Deschamps salió del banquillo y pidió más intensidad a sus jugadores. El 4-3-3, sin embargo, se resentía en defensa. Cierto es que la zaga con la que saltó el Valencia era casi experimental —sólo Mathieu apunta a la teórica titularidad—, pero Brandao y Niang ganaron varias veces la espalda a los centrales después de algunas malas entregas en la medular. César, siempre fiable, y una aparición crucial en el corte de Maduro, evitaron el gol francés en el primer acto.
Aprieta el Olympique
En la segunda mitad el Olympique, más enérgico, remozado con la entrada de Lucho González, líder del equipo, y el habilidoso Valbuena, apretó al Valencia, que se replegó con sobriedad y, aunque las fuerzas flaqueaban, no renunció al ataque. Como cuando Tino Costa buscó un pase al hueco a Aduriz, quien estuvo lento en la definición y se dejó robar el remate por M´Bia. El camerunés, centrocampista reconvertido a central, estuvo de nuevo decisivo para interceptar un gran pase de Pablo hacia Feghouli.
El final del encuentro deparó entretenimiento en las dos áreas. Tino Costa, Joaquín y Soldado trazaron buenas intenciones. Pero quien más atacó fue l´OM. César aplazó, por dos ocasiones, la llegada del gol local. Primero aguantó, al estilo los buenos arqueros argentinos, un remate de Valbuena. Después desvió un disparo a quemarropa de Brandao. Sin embargo, un minuto después de que Emery realizara cuatro cambios, el meta poco pudo hacer cuando Valbuena centró al área, peinó atrás Brandao y Ben Arfa, a quien le ha pesado la prematura etiqueta de sustituto de Zidane, aprovechó el desajuste defensivo para fusilar a placer. El Valencia lo intentó en los últimos minutos y plantó cara. No hubo ningún gol, pero quedan las sensaciones agradables que se deben confirmar ante el Aston Villa y el Manchester City.
http://www.levante-emv.com/deportes/2010/08/02/derrota-apenas-duele/727894.html
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