Después de las críticas recibidas en la asamblea, la directiva entiende que hay que ser más agresivos en la política de precios
C. V. | VALENCIA..-
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Cuatro días después de recibir una larga serie de andanadas en la asamblea, el consejo de administración del Valencia ha decidido ponerse de inmediato manos a la obra. Por eso, hoy está previsto una reunión con el fin de extraer conclusiones de lo que allí se dijo y esbozar las primeras líneas de actuación.
Al margen de la batalla dialéctica que tuvo a Francisco Roig como principal protagonista, el sentir popular de las voces que se escucharon en la asamblea reflejó una queja prácticamente unánime respecto a la pérdida constante en la cifra de abonados que ha venido sufriendo el club en los últimos años. De ahí que la directiva se ha empeñado en reactivar el tema social cuanto antes.
El anuncio del propio Manuel Llorente de que de cara al futuro se iban a revisar a la baja el precio de los pases apenas tuvo eco después del volcán que supuso la irrupción de Roig. No son pocos los consejeros que ya han asumido que este año ha fallado la política del club pese a que ciertamente el Valencia optó por mantener el precio de la temporada pasada con la novedad que estos comprendían en este ejercicio los partidos de Champions.
La medida no ha sido suficiente y los dirigentes tuvieron que escuchar varios discursos cargados de reproches en este mismo sentido. Los hubo que pusieron como ejemplo al Levante y también alguno llegó a proponer rebajar a casi la mitad el precio de los abonos. El hecho de que así se obtuvieran menos ingresos se compensaría por un aumento de socios. El mensaje que ha entendido la directiva es que hace falta ser más agresivos en este aspecto.
El Valencia alcanzó su techo de abonados en la temporada 2009-10, con más de 46.000 socios, cantidad que ha ido progresivamente descendiendo en los siguientes ejercidos hasta situarse ahora en torno a los 35.000. Sólo hay que observar las entradas registradas en partidos como los de Champions para darse cuenta de que la gente ha perdido también algo de motivación. El día del BATE, por ejemplo, resultó casi ridícula: 22.795 espectadores. Fue, de hecho, la peor entrada de la historia de la máxima competición continental en Mestalla, un registro más bajo que las 25.000 personas que asistieron al encuentro frente al PSV Eindhoven en la temporada 1999-2000.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-11-13/consejo-primer-paso-para-20121113.html