#YoEstoyConelMestalla

Partidos del Valencia CF

Partidos del Valencia CF
Valencia CF - R. Sociedad

Partidos del Mestalla

Partidos del Mestalla
Valencia CF Mestalla - Atletic Balears

Partidos del Valencia Femenino

Partidos del Valencia Femenino
UD Collerense - Valencia CF Femenino

Plan de entrenamiento

Plan de entrenamiento
Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

ORGULLO

jueves, 26 de mayo de 2011

Detalles sobre la planificación de la plantilla


 El Valencia no tiene ofertas formales por ningún jugador
¿Qué futbolistas se pueden marchar del Valencia a lo largo de este mercado de verano? El club desconoce las cantidades económicas a las que pueden llegar el resto de equipos. Lo único que sabe, ahora mismo, es que no tiene ninguna oferta formal encima de la mesa por alguno de sus futbolistas.

- Sólo conocen el interés de clubes, pero sin nada escrito
Los técnicos del Valencia son conscientes de que algunos de sus jugadores despiertan el interés de clubes españoles y europeos. Es el caso, por ejemplo, de Mata. Juan tiene a muchos equipos detrás siguiéndole la pista, pero sólo es interés. De momento el club, no tiene conocimiento por escrito.

- Guaita y Mathieu ya tienen sus renovaciones cerradas
Los que tienen el futuro asegurado en el Valencia son Guaita y Mathieu. El portero ha ampliado su contrato hasta 2015, mientras que el francés seguirá en el equipo hasta 2014. Albelda podría ser el siguiente en cerrar su continuidad.

- Seis jugadores del actual equipo acabarán en 2012
Hasta cinco futbolistas de la actual plantilla acabarán contrato con el Valencia la próxima temporada. El 30 de junio de 2012 acaba su vinculación con el Valencia cinco jugadores. Es el caso de Miguel, Bruno, David Navarro, Ángel Dealbert, Maduro y Joaquín.

- La renovación de la plantilla debe esperar al próximo año
El hecho de que muchos jugadores acaben su vinculación con el Valencia la próxima temporada impedirá que se produzca este verano una modernización de la plantilla. Será el año que viene, aprovechando que muchos jugadores acaban contrato con la entidad de Mestalla, cuando se producirá esa metamorfosis.

Emery apuesta por un «vestuario sano»

[foto de la noticia]


Unai Emery sabe que asume un gran riesgo. Su presentación oficial más tardía en el tiempo ha sido también la que más ha dado que hablar. El técnico renueva después de que el presidente del Valencia, Manuel Llorente, haya reconocido que se ha valorado a otros entrenadores. Además, el donostiarra juega contra las estadísticas, ya que sus predecesores más longevos en el cargo (Quincoces y Di Stéfano) firmaron su peor curso en la cuarta campaña e incluso antes ya habían dejado algún título en la vitrinas. Pero el máximo responsable de la plantilla blanquinegra ha hecho un ejercicio de exigencia y de ilusión para encabezar de nuevo el proyecto.
En realidad, lo que ha hecho Emery es darle continuidad a las palabras que hace unos días exponía públicamente Llorente. El presidente ha apretado las tuercas al entrenador buscando un gancho que ilusione a la afición -sobre todo a la hora de renovar los abonos- y éste ha aceptado el juego.
En un discurso meditado y con un tono solemne por la ocasión, Emery asumió como propio el reto de seguir dándole un lavado de cara al grupo («hay que buscar un vestuario sano»), compaginando ese objetivo con el reto fundamental de mejorar los registros de esta temporada. «El objetivo es crecer. Va a ser difícil pero estamos capacitados para hacerlo».
¿Para hacer qué? Emery lo dice abiertamente tomando como referencia a Real Madrid y Barcelona: «Queremos rascar sobre esos dos equipos», asumiendo que la diferencia seguirá viva. Eso en cuanto a la Liga. Habló de las series a cara o cruz, esas que se le han resistido y por las que ha sido criticado en los tres años anteriores. «Queremos hacer eliminatorias para que vibre nuestra afición. Ilusionar con eliminatorias como la del Schalke».
Sobre el concepto de la ilusión y también el de mejorar giró una rueda de prensa densa del entrenador, con la presencia en la primera fila de Manuel Llorente y del responsable de la parcela deportiva, Braulio Vázquez, así como del consejero Fernando Giner. Antes, eso sí, el protocolo hizo que Unai, Llorente y Braulio saltaran al césped para posar ante los medios. Hubo apretón de manos. Luego, curiosamente, se quiso saber si la relación entre presidente y entrenador daba incluso para mostrarse cariño en privado. «El presidente y yo nos abrazamos muchas veces sin necesidad de que nadie lo vea», explicaba el técnico.
La cuestión, en definitiva, desemboca en las sensaciones de falta de respaldo que durante bastantes tramos de la temporada ha quedado patente. No es Manuel Llorente un hombre que se prodigue en este sentido y eso lo ha acusado en los momentos más duros Unai Emery. Ayer, el técnico, en un gesto de generosidad y/o cortesía hacia el que manda, optó por otra línea de discurso.
«Si el presidente no estuviese convencido de que el crecimiento no fuera posible yo no estaría aquí. De la misma forma, si yo no estuviera convencido de que se puede ir mejorando, tampoco estaría aquí. Si Unai es el entrenador es porque creen y están convencidos», argumentaba el preparador vasco, que avisaba también: «Habrá que suturar cualquier herida que surja, que surgirán. El presidente tiene carácter y es ganador» .
Que Emery no ha acabado de conectar al cien por cien con la grada es un hecho que durante muchos meses ha dado para amplios debates. Curiosamente es algo que tiene pendiente desde el año pasado y de hecho ya lo decía justo en la rueda de prensa oficial que hizo cuando se anunció que renovaría hasta junio de 2011.
La falta de un patrón claro de juego y la fragilidad defensiva del equipo en momentos importantes (en las eliminatorias) son algo que sabe Unai que debe resolver. «Me siento querido, es difícil contentar al cien por cien, pero hay un buen porcentaje que están con el equipo. Los que no, el reto es engancharlos y convencerles», comentaba sobre la actitud de la grada; mientras que de obtener un Valencia mucho más sólido atrás manifestaba: «Hay que encontrar el equilibrio. Hay que mejorar el balance defensivo, pero que eso no sea a costa del ofensivo. No es fácil. Las críticas son incómodas pero necesarias».
Y necesario es que el Valencia le haga un guiño a su afición. Unai da el paso: «No podemos hacer un fichaje de 30 millones de euros pero haremos un buen equipo. El Valencia es algo grande».

Una misa menor


Para la consagración de Emery como entrenador de la próxima temporada se celebró una misa menor que ni siquiera fue oficiado por el purpurado Manuel Llorente. La nula solemnidad de la proclamación, si se compara con la rimbombancia publicitaria de la que se revisten estos actos en estas fechas en las que el personal ha de rascarse el bolsillo con los nuevos abonos, es prueba evidente del poco entusiasmo que despierta su continuidad. A su falta de autoridad, de la que ha sido desposeído de forma reiterada por el club, y que tampoco él ha sabido ganarse por completo ante la grada, se sumó el cómico -por no emplear otro calificativo más duro- episodio del anuncio de la oferta de renovación. Fue el último eslabón de una cadena de desautorizaciones constantes del entrenador, por parte del presidente, a lo largo de la temporada pasada. A Unai no lo trajo Llorente y éste es un hándicap que el técnico vasco arrastra desde el principio. Durante el curso que acaba de terminar, el máximo ejecutivo del club no paró de cuestionar públicamente al técnico, acabó contactando con otros, e incluso llegó a un acuerdo con el agente de uno de ellos para que fuera el próximo ocupante del banquillo.
A su vez, Unai ha de esforzarse en ganarse el crédito que le niega una parte de la afición. La grada de Mestalla nunca ha sido fácil para los entrenadores, y menos desde que se ha incorporado a ella una generación que se graduó en plena etapa de triunfos, a los que se acostumbró durante los primeros años de la pasada década, y ahora cree que todo el campo es orégano. Y de eso, nada. Otra parte de la hinchada, muy minoritaria pero vociferante, se deja manipular por charlatanes y predicadores que dan la matraca desde la marginalidad. Pero, pese a ello, no estaría de más que el técnico buscara el aval popular que le otorgaría algún éxito y que le niegan descalabros como el sufrido ante el Madrid. Según la doctrina Camps, tan en boga, los buenos resultados lo legitiman todo. (O sea que también a Bildu). Por lo mismo, un título santificaría a Unai ante sus acalorados opositores. Llorente, incluido.