Amadeo Salvo. Presidente del Valencia
ANTONIO BADILLO | .-
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Su agenda anuncia una cita posterior, pero él no tiene prisa. Trae ganas de hablar. La entrevista discurrirá en el espacioso despacho que le legó Llorente, uno de los pocos guiños de una herencia envenenada. Elige para conversar el sofá crema. Atrás queda la mesa de oficina que flanquean tres banderas. Como si de un torneo se tratara: la española por Bankia, la Senyera en representación de la Generalitat y la blanca con el escudo bordado de un Valencia que agoniza.
-Sin buscarlo, me encuentro con una cifra redonda. Seis meses en la presidencia. ¿Merece la pena?
-Como todo en la vida, tiene sus cosas buenas y malas, pero hay que quedarse con lo positivo. Por supuesto que ha merecido la pena... O merece la pena (rectifica de inmediato al percibir que habla en pasado).
-Cuando ve el revuelo generado por el cierre de RTVV, ¿se frota las manos pensando que sirve de aviso a navegantes por si el Valencia sale malparado de este embrollo?
-Malvender este club o no ayudarlo causaría un coste social. Tanto los bancos y cajas de ahorros que desaparecieron como RTVV no tienen nada que ver con el Valencia, que no arrastra ninguna deuda pública alarmante. Ha habido un vencimientos de un crédito de la Fundación que no ha sido cumplido y la Generalitat pagó 4,8 millones, dinero que es nuestra intención devolver.
-Ya sabemos que Bankia quiere vender el club. ¿Lo va a hacer?
-No (categórico). Bankia no puede vender el Valencia porque no es propietario. Sólo el capital del club, en una junta, decidiría cuándo, cómo, a quién y a qué precio se vende. Pero Bankia no tiene ninguna potestad para vender el Valencia ni para usar su nombre en busca de inversores, porque no es su cometido. Su cometido es cobrar el dinero que prestó.
-Pero si se hace con las acciones del club, nada le impide vender.
-Debería ejecutar a la Generalitat y, cuando se produjese un impago, un juez tendría que dictaminar que puede quedarse con la prenda de las acciones, pero hasta ese momento la misión de Bankia es otra.
-Póngase en lugar del banco. Con la Fundación incapaz de pagar más allá de los intereses del préstamo y el aval al borde de otra suspensión, ¿hay alternativa a la venta?
-Hay que entender a todas las partes. Aurelio Martínez y yo nunca hemos dicho que el club no esté en venta. Lo que hay que ver es en qué condiciones. El Valencia tiene solución por sí mismo, siempre que haya refinanciación, para pagar su deuda a largo plazo. Genera recursos y la Fundación los generará. Esa es la solución uno; luego está la dos. Si hay que vender el Valencia, debe hacerse por el precio justo, acorde a su patrimonio, historia y potencial futuro. Si alguien viene con 230, 240 o 250 millones, esa es la horquilla, en 'cash' o en avales y asume la deuda del Valencia, por supuesto que habría que estudiarlo. Y no estudiarlo por Bankia, sino por la junta general de accionistas. Pero por menos de eso, el Valencia no se vende.
-Hay gente que se ve capaz de traer a ese capitalista del que usted habla y lamenta que el club le ponga trabas al no facilitar la 'due diligence'. Pienso en Fernando, Rus...
-Porque no la han solicitado. El que lo ha hecho ha venido aquí y ha visto el resumen ejecutivo. Para dar una 'due diligence' a alguien interesado en el Valencia primero tiene que venir a la Fundación, identificarse, explicar el proyecto, firmar una carta de intenciones o una NDA (siglas en inglés de acuerdo de confidencialidad) y a partir de ahí se empieza a trabajar. Simplemente de palabra no se dan 'due diligence' a nadie. Es más, nadie la ha pedido.
-Alfonso Rus dice que sí.
-Si hay un inversor que la quiere tendremos que saber quién es y su proyecto para el Valencia. Es lo mínimo que se puede exigir a alguien que dice que quiere invertir. No ha venido nadie en esas condiciones.
-Tras la fallida puesta en escena de Aurelio Martínez, ¿qué prometió usted a Bankia en el desesperado viaje relámpago a Madrid?
-Se habló un poco de todo. Si vamos por la vía refinanciación, la Fundación a partir de agosto del próximo año podrá amortizar capital y podrá pagar intereses. Esa es una de las explicaciones que se dieron a Bankia...
-Su famosa teoría de los siete millones anuales transferidos del club a la Fundación... ¿Pero cómo lo hará si el plan presentado hace tres meses no llega a los 4,4?
-Yo sólo digo que la Fundación podrá hacerlo. El cómo ya se explicará. Bankia lo sabe. Pero déjeme seguir con la reunión. La opción B era que si el Valencia se tenía que vender debía ser como he dicho antes, a un inversor que pusiera 90 millones para la Fundación, 100 para el nuevo estadio, 50 o 60 para gastos corrientes, es decir, fichajes, y luego asumiera la deuda de 200 millones con Bankia y de 25 millones con La Caixa. Ese es un inversor que no viene a especular con el Valencia, sino a generar un proyecto deportivo acorde con nuestra historia y modelo de club. En el momento en que aparezca eso... Pero Bankia y KPMG no están autorizados para vender porque no son los dueños.
-Hablando de KPMG. ¿El encargo de la 'due diligence' incluyó el estudio de cómo se contabilizó la venta y posterior devolución de la parcela de Soler? Es una de las patas de la querella contra Llorente.
-No. Se auditaron las cuentas de los tres últimos años. Se hizo una 'due diligence' inmobiliaria, financiera y laboral de ese periodo.
-En el escenario de hipotética refinanciación que usted propugna, ¿aceptaría la tutela de un consejero impuesto por Bankia?
-No.
-¿Y si es condición sine qua non?
-Bankia no puede poner consejeros. No es dueño aunque refinancie.
-¿Ha rastreado la identidad de los dos socios en los que se apoya Ausbanc para dar un vuelco al panorama accionarial del Valencia?
-Sí. Hay dos chicos jóvenes utilizados como testaferros que no tienen interés en hacer daño al Valencia. Quien sí tiene un interés claro es Ausbanc, que se aprovecha del Valencia, una de las marcas más potentes de España, para hacerse publicidad gratuita ante intereses seguramente desleales y deshonestos. Va siendo hora de que alguien quite la careta a Ausbanc. Su actividad es lícita, pero que no utilice nuestra imagen y marca para fines propios.
-Al menos con Andrés Sanchis sabe a quién se enfrenta...
-De todos modos, opino de él lo mismo que de Ausbanc. Está consiguiendo paralizar el Valencia en situaciones que no tienen ningún beneficio para la entidad. El beneficio personal que él pueda obtener lo desconozco. Está haciendo mucho daño.
-Al acceder al cargo le molestaba que se tildara de utópica su propuesta. Seis meses después comparece ante el socio sin refinanciación, sin dinero para el nuevo estadio, sin un equipo mejor que el del año pasado, sin Soldado y con Djukic de milagro... ¿Entendería que le acusaran de vender humo?
-Sigo pensando que hay una plantilla similar a la del año pasado. Djukic es el primer técnico que causa unanimidad desde hace no sé cuántos años. En la refinanciación digo lo que han dicho Bankia y Generalitat siempre que nos reunimos: cuando haya aval habrá refinanciación. Es momento de que cumplan su palabra. Y el estadio, claro que vamos a acabarlo. Pero en seis meses... Había que rehacer un proyecto y ahora estamos en la fase de operadores. Confirmo al cien por cien que los tres operadores de estadios más grandes del mundo quieren operar el nuevo Mestalla. Eso supone que el Valencia tendrá un contrato en cinco, seis o siete meses de entre 200 y 300 millones de euros.
-Son Legends, AEG y Sportfive.
-No digo quién. En diez días anunciaremos los tres de forma oficial, porque ya se ha confirmado. Sus propuestas de explotación las recibiremos entre febrero y marzo y a partir de ahí seleccionaremos a uno. Ya digo que esos contratos estarán entre 200 y 300 millones, lo que permitirá que un inversor venga con garantías suficientes para acabar el estadio. Pero adaptar un proyecto de 160 millones a 100 lleva tiempo. No se ha parado de trabajar. Hacemos lo que nunca se ha hecho en el Valencia, trabajar con las grandes multinacionales. Seremos el primer club de España que trabaje con uno de los tres operadores más grandes del mundo. Parece que en seis meses quisiéramos arreglar todo. Este club lleva 20 años anquilosado.
-Suponiendo que Bankia le dé el tiempo que reclama y usted sí lo tenga 'tot embastat', ¿hay un horizonte para reanudar las obras?
-En cuanto seleccionemos al operador habrá un contrato a diez o quince años y con eso evaluaremos al inversor más interesante.
-Perdone que sea escéptico. KPMG no ha encontrado a ese inversor. ¿Usted lo tiene o va a ciegas?
-Ya hay contactos hechos, pero el inversor necesita una garantía, el contrato de operación.
-¿Ve factible reanudar las obras antes del verano?
-No sé. Es difícil. Hay que pedir licencias y eso lleva dos o tres meses.
-Y la UTE, ¿qué piensa de un proyecto que adelgaza el coste del estadio pero también sus ingresos?
-La UTE sabe que esta es la forma más viable de acabar el estadio. Además, una de las grandes partidas que se reducen es algo de obviedad (recalca la palabra). Construir 3.500 plazas de parking en un estadio urbano imposibilita el acceso y la evacuación. Bloquearíamos todas las calles adyacentes. Luego está la cubierta. Nos ahorramos millones de kilos de acero y eso son otros 25 millones de euros. Lógicamente el proyecto siempre estará abierto. Cuanto llegue un inversor le plantearemos que el coste mínimo del estadio son 102 millones y que podemos hacerlo por 135 cubriéndolo todo. Si quiere invertir eso, cubriremos el cien por cien. ¿Que no? Pues nada. Y queda la reducción del aforo. Entre los nuevos estadios de Europa, el de mayor capacidad es el Allianz Arena con 68.000. No tiene sentido para el Valencia uno de 75.000.
-El sueldo del nuevo director de marketing lo juzgarán sus logros profesionales. ¿Qué puertas ha abierto Luis Vicente Dowens?
-Lleva un mes con nosotros y hay muchísimos resultados. Su salario está ya más que amortizado con los contratos que van a venir al Valencia. Es un profesional de primer nivel, con experiencia en Fórmula 1, en el Manchester City, en la liga americana de fútbol... Sabe liderar grupos. Estará aquí unos años y dejará un equipo comercial formado con contactos internacionales.
-¿Ha cerrado la rescisión con Joma?
-No. Estamos discutiendo. Es un contrato muy complicado. Hablamos no sólo con Adidas, sino con otras multinacionales, pero mientras no rescindamos... La cláusula asciende a 16 millones. Si cambiamos será porque la situación con la próxima marca, Adidas u otra, resulte muy ventajosa a nivel económico y de imagen. Si no, estaremos encantados de seguir con Joma.
-Me consta que pretendía llegar a la junta con el patrocinador de la camiseta atado. ¿Será posible?
-Trabajamos con 22 multinacionales para ese patrocinio.
-Dentro de un proyecto de cantera, ¿tiene lógica el fichaje de un central portugués de 19 años y sin experiencia en la élite en lugar de buscar ese 'parche' en Paterna?
-Lógicamente, primero hay que mirar a la cantera. La dirección técnica y el entrenador consideraron que había que reforzar esa posición y se ha invertido en un futbolista de futuro. Si hubiera habido (en el filial) alguien con garantías suficientes para jugar en el primer equipo...
-¿Asume que le ha hecho mucho daño el radical cambio de discurso en torno a Djukic?
-Quise decir que el presidente no está para fichar entrenadores ni para echarlos, aunque sea una decisión técnica que después lidere. Eso no quiere decir que no defienda a Djukic. Pero lo trajo un director deportivo y el que lo echará, si lo tiene que echar, no es un presidente.
-Simplemente por completar su reflexión en la presentación de Rufete, dígame qué debió decir Braulio y no dijo tras ganar al Sevilla.
-Quien apuesta por Djukic ha de ser luego el primero en cerrar filas.
-¿Ha quemado ya la lista de candidatos a sustituir al serbio?
-Nunca ha habido lista (lo repite hasta cuatro veces).
-¿Quiere decir que, en una situación límite, no escrutaron el mercado al menos por si dimitía?
-Nadie puede decir que el Valencia llamó a un entrenador.
-¿Tiene Rufete bagaje suficiente para liderar la planificación del primer equipo y la cantera?
-Tiene formación, liderazgo, personalidad, y se va a rodear de un equipo de profesionales excelente.
-¿Era yo muy malpensado en verano cuando me dije: 'Rufete viene para sustituir a Braulio'?
-Totalmente. Las cosas se han precipitado. De lo que sí nos hemos dado cuenta en el consejo es del nivel de preparación de Rufete.
-¿Y vuelvo a ser muy malpensado ahora si digo que a poco que le acompañe la fortuna su futuro está en el banquillo del Valencia?
-No es la intención del club y pienso que tampoco la de Rufete.
-¿Debió aterrizar de un modo menos abrupto para no menoscabar la autoridad de Djukic?
-Estaba todo pactado. Lo de las cámaras se hace en cualquier equipo grande. Djukic lo sabía y lo quiere.
-Y entonces, ¿por qué no lo hacía?
-Pues porque no había nadie. Cuando llegó él no tenía ninguna información. Imagine que quisiera ver cómo trabajaba Valverde los movimientos con Víctor Ruiz, por ejemplo, o la alimentación. No había nada.
-Pues tal vez el fallo fue cómo se explicó la medida.
-A veces explicar mucho... Djukic está encantado. No le van a decir cómo entrenar o a quién poner.
-Pese a los malos resultados, usted siempre pensó que el problema del Valencia está en el vestuario. ¿Mantiene la decisión de regenerar el equipo en enero?
-Hay una plantilla unida y es difícil mejorar este vestuario.
-Hace dos meses no pensaba así.
-Nunca me habéis oído criticar a los jugadores. El día en que se ataque a uno seré el primero en salir a defenderlo. Necesitamos unión.
-¿Sueña con una buena oferta por Feghouli y Banega?
-No. Quiero que se queden los dos. Si tuviéramos posibilidad económica de mejorar, pero las cosas están como están. Hay que sacar rendimiento a esta plantilla.
-¿Ve opción de comprar a Romeu?
-(Niega resignado con la cabeza) El Chelsea no está interesado. Es lógico. Con un jugador de 22 años es muy difícil. No hay posibilidad.
-¿Puede esperar el aficionado un refuerzo invernal ilusionante?
-Con la plantilla que hay podemos tirar. Es competitiva y está unida.
-¿Cómo piensa desactivar la bomba que le puso Llorente con la Curva Nord?
-(Reflexiona) Pues convirtiéndola realmente en una grada joven de animación, que respete una serie de condiciones y valores que el Valencia ha impuesto, sin connotaciones políticas. Podemos hacerlo.