Sin jornada de liga este fin de semana, los comunicados de prensa fueron los que cobraron ayer protagonismo en la actualidad delValencia CF. Si por la mañana Unai Emery valoraba el "magnífico comportamiento" de los jugadores que menos minutos han jugado en lo que se lleva de temporada, por la tarde Ricardo Costa, uno de los futbolistas sacrificados en los planes del técnico, se despachaba a gusto contra su ostracismo y contra el hecho de haber sido señalado, tácitamente, como el responsable de los problemas defensivos que arrastraba el conjunto blanquinegro.
"¿Fue el Valencia el que sufrió los goles o fue Ricardo Costa?", se preguntaba Costa en su largo e incendiario comunicado, en referencia a su participación en la primera parte ante el Racing en el primer encuentro de Liga. Con 1-2 en contra en el marcador, Emery sustituyó al central portugués en el descanso. El Valencia todavía encajó un tercer tanto, el 1-3, a pesar de la remontada final por 4-3. "En la segunda parte el Racing continuó creando oportunidades de gol. Debo recordar que fui sustituido en el descanso y el equipo sólo había sufrido dos goles conmigo en el campo (1-2). Cuando el Racing marcó el tercer gol yo ya no estaba. Además, recuerdo bien ese partido y no me acuerdo de haber jugado solo", añade el zaguero luso. Desde ese encuentro, Costa no ha vuelto a jugar ni un solo minuto, ni en Liga ni en Europa.
En su defensa, Ricardo Costa también pasó al ataque y criticó implícitamente el rendimiento del equipo en los partidos en los que él no formó parte. "Además, hubo partidos en el que podíamos haber sufrido tantos o más goles como los que sufrimos con el Racing y yo no estuve en campo", añade en la nota, en alusión a los dos goles encajados por el Valencia contra el Barcelona.
El jugador no comprende "esta historia" y no se resigna a pensar que Emery haya perdido la confianza en él, a pesar de la notable mejoría defensiva del Valencia desde que la pareja de centrales está formada por Rami y Víctor Ruiz, recién fichados. "Realmente, no sé si él (Emery) perdió o no la confianza en mí, porque el entrenador nunca discutió ese asunto conmigo y yo tampoco tengo que preguntar. Si un día él me lo quiere explicar, entonces, en ese momento, ya lo sabré mejor".
Por otro lado, con la misma contundencia Costa desmintió que el Valencia lo haya ofrecido en calidad de cedido al Espanyol: "Es completamente ridículo. Espero que (el club) lo desmienta a mi regreso -de la concentración de Portugal- y que sirva como demostración de que no me dicen una cosa a mí y otra diferente a otras personas". Las pocas palabras reconfortantes del comunicado iban dedicadas al secretario técnico Braulio Vázquez: "Yo creo en las personas del Valencia. Siempre me trataron bien, con respeto, especialmente su director deportivo, Braulio, que es un amigo que tengo en el club". Asimismo, asegura que fue el propio Braulio el que detuvo su supuesto traspaso "hace un mes" y rechazó su traspaso al París Saint Germain y a la Juventus.
La comprensión de Emery
El caso de Ricardo Costa no es el único. Una situación parecida están padeciendo Dealbert o Parejo, que incluso no han llegado ni a debutar. A todos ellos Emery indicaba que su comportamiento era "magnífico preparándose para cuando les toque estar en el terreno de juego". Una afirmación que habría que relativizar viendo la furiosa reacción posterior de uno de los futbolistas implicados.
"¿Fue el Valencia el que sufrió los goles o fue Ricardo Costa?", se preguntaba Costa en su largo e incendiario comunicado, en referencia a su participación en la primera parte ante el Racing en el primer encuentro de Liga. Con 1-2 en contra en el marcador, Emery sustituyó al central portugués en el descanso. El Valencia todavía encajó un tercer tanto, el 1-3, a pesar de la remontada final por 4-3. "En la segunda parte el Racing continuó creando oportunidades de gol. Debo recordar que fui sustituido en el descanso y el equipo sólo había sufrido dos goles conmigo en el campo (1-2). Cuando el Racing marcó el tercer gol yo ya no estaba. Además, recuerdo bien ese partido y no me acuerdo de haber jugado solo", añade el zaguero luso. Desde ese encuentro, Costa no ha vuelto a jugar ni un solo minuto, ni en Liga ni en Europa.
En su defensa, Ricardo Costa también pasó al ataque y criticó implícitamente el rendimiento del equipo en los partidos en los que él no formó parte. "Además, hubo partidos en el que podíamos haber sufrido tantos o más goles como los que sufrimos con el Racing y yo no estuve en campo", añade en la nota, en alusión a los dos goles encajados por el Valencia contra el Barcelona.
El jugador no comprende "esta historia" y no se resigna a pensar que Emery haya perdido la confianza en él, a pesar de la notable mejoría defensiva del Valencia desde que la pareja de centrales está formada por Rami y Víctor Ruiz, recién fichados. "Realmente, no sé si él (Emery) perdió o no la confianza en mí, porque el entrenador nunca discutió ese asunto conmigo y yo tampoco tengo que preguntar. Si un día él me lo quiere explicar, entonces, en ese momento, ya lo sabré mejor".
Por otro lado, con la misma contundencia Costa desmintió que el Valencia lo haya ofrecido en calidad de cedido al Espanyol: "Es completamente ridículo. Espero que (el club) lo desmienta a mi regreso -de la concentración de Portugal- y que sirva como demostración de que no me dicen una cosa a mí y otra diferente a otras personas". Las pocas palabras reconfortantes del comunicado iban dedicadas al secretario técnico Braulio Vázquez: "Yo creo en las personas del Valencia. Siempre me trataron bien, con respeto, especialmente su director deportivo, Braulio, que es un amigo que tengo en el club". Asimismo, asegura que fue el propio Braulio el que detuvo su supuesto traspaso "hace un mes" y rechazó su traspaso al París Saint Germain y a la Juventus.
La comprensión de Emery
El caso de Ricardo Costa no es el único. Una situación parecida están padeciendo Dealbert o Parejo, que incluso no han llegado ni a debutar. A todos ellos Emery indicaba que su comportamiento era "magnífico preparándose para cuando les toque estar en el terreno de juego". Una afirmación que habría que relativizar viendo la furiosa reacción posterior de uno de los futbolistas implicados.