«A Vallecas hay que ir con el mono de trabajo». Palabra de Unai Emery. El entrenador del Valencia considera que esta tarde —18:00 horas—, en Madrid y frente al Rayo Vallecano, sus pupilos pasarán «una prueba de mentalidad». Al enfrentamiento con el equipo del sureste madrileño, sin duda, le falta el glamour que tuvieron la visita del Real Madrid o la exhibición en Champions League contra los belgas del Genk. Pero lo que sí tiene es premio. El barrio de Vallecas es el lugar donde los blanquinegros deben recuperar el botín perdido hace una semana en Mestalla a manos de un líder sustentado por las polémicas decisiones del colegiado Teixeira Vitienes.
«Contra el Rayo afrontamos una nueva prueba a nuestra mentalidad y quiero ver cómo sale el jugador al terreno de juego. A mí no me valió el partido contra el Real Madrid. Perdimos los puntos y ahora debemos afrontar el choque con la intensidad que corresponde», sentenció Emery. La intensidad que corresponde para sumar los tres puntos que, a pesar del excelente derroche de coraje en la segunda mitad, se acabaron escapando de Mestalla.
La sufrida contra los blancos significó la segunda derrota liguera. La primera llegó a principios de octubre en el Pizjuán. Después de perder 1-0 en Sevilla al Valencia le costó reaccionar. Ganó a duras penas al Granada y encadenó dos empates con Mallorca y Athletic. Ahora, en cambio, el míster vasco confía plenamente en la capacidad mental de los suyos, en las opciones de que su Valencia reafirme ante el Rayo el sobresaliente momento de forma por el que pasa; volviendo a la senda de la victoria en la Liga y olvidándose del Chelsea hasta después del Espanyol.
Salvo el traspié del 2-3 contra el Madrid de Mourinho, el Valencia ha vencido todos los partidos jugados desde el 26 de octubre en Zaragoza. Al triunfo por 0-1 en La Romareda, le siguieron los cosechados ante Getafe (3-1) y Levante (0-2) y, entre medias, el 3-1 frente al Bayer Leverkusen en Europa.
El Valencia se siente con fuerza. Tiene la moral por las nubes. Por eso, en un contexto presidido por los halagos, el entrenador espera que los jugadores no se vean afectados por tales distracciones. Es hora de volver a centrarse en la Liga, competición que garantiza el seguir en la élite europea el próximo año. Hasta el 4 de diciembre, primer día de preparación del Chelsea-Valencia, Unai no quiere ni oír hablar de Stamford Bridge ni de las opciones de pasar a los octavos de final de la Champions. «El partido del miércoles contra el Genk no sirve para lo que nos jugamos aquí, ahora en Vallecas retomamos una competición en la que queremos estar fuertes y asentarnos», dijo el de Hondarribia.
Esta tarde los valencianistas buscan los tres puntos con un doble objetivo, mantener a raya a los competidores por las plazas de Champions —Athletic, Sevilla o Málaga— e intentar que la brecha con Madrid o Barcelona no se abra por encima de los diez puntos. Esta campaña el Valencia ha demostrado que puede estar más cerca de los dos transatlánticos. Si gana al Rayo, el equipo seguirá como máximo a siete puntos del líder y con un ´colchón´ mínimo de cuatro por encima del quinto. Además, podría sacar tajada del resultado que se dé en el derbi madrileño entre el Madrid y el Atlético.
Unai Emery no se fía nada del Rayo de José Ramón Sandoval, él mismo estuvo en el estadio madrileño viendo la victoria de los vallecanos sobre la Real Sociedad por cuatro goles a cero. «Vi ese partido, y sé lo que nos pueden hacer si no estamos…», advierte. Los rayistas suman 7 de sus 16 puntos en casa, también ganaron al Málaga y empataron con el Zaragoza. Levante y Espanyol vencieron allí.
En cuanto al once, Unai dejó entrever que habrá algunos cambios, pero siempre «sin que el rendimiento del equipo se vea afectado». «Hay jugadores que se cansan y no tienen la intensidad exigida, y hay que cambiar», sentenció.
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