Con la que está cayendo por Mestalla, es imposible ahondar en la otra cara de Amadeo Salvo sin que el presente del club acapare la charla. De Peter Lim y de la venta.
—¿Cuándo pisó Mestalla por primera vez?
—En un Trofeo Naranja. Con cuatro o cinco años. No recuerdo el rival. Sí que fui con mi padre desde Villar del Arzobispo (Valencia) y que las sillas en anfiteatro eran de mimbre.
—¿Usted hubiera tomado la decisión de irse de Mestalla?
—No. Jamás. Es cierto que Mestalla tiene una orden de derribo. Pero habría intentado construir una ampliación legal donde está el actual Mestalla. Se podrían haber hecho mil cosas. Pero no hay marcha atrás, ahora a esperar a que antes del centenario (2019) estemos en el nuevo estadio.
—¿De niño era de ídolos?
—Soy de la generación de Mario Alberto Kempes, yo tenía 9 años cuando llegó. Ese futbolista nos marcó para siempre. El Valencia puede decir que tuvo en sus filas al que era el mejor jugador del mundo durante esos años. Pero confieso que el primer futbolista que me llamó la atención fue Abelardo, el portero, quizás porque se llamaba como mi padre.
—Una alineación…
—Pereira, Carrete, Botubot, Cerveró, Arias… (piensa) Bonhof, Kempes, Felmán, Solsona, Subirats, Saura… Diarte… Recuerdo que veía Estudio Estadio y en la información del Valencia colocaban junto al escudo el símbolo del dólar. Ramos Costa, el presidente, peleó por hacer un equipazo.
—Ese Valencia ganó Copa, Recopa y Supercopa, ¿envidia?
—Kempes siempre me dice que les faltó una Liga...y los títulos del Valencia no me dan envidia sino orgullo.
—Usted fue futbolista.
—Sí. Llegué a jugar en Tercera. Jaume Ortí fue mi presidente en el Alaquás. Y también llegué a entrenar en el Valencia Juvenil y en el Amateur que se creó cuando el Valencia bajó a Segunda. Curiosamente el presidente de ese equipo era Pedro Cortés. Ortí y Cortés, mira tú las vueltas que da la vida.
—¿Dejó el fútbol o le dejó él?
—Tuve que dejarlo. Mi padre sufrió un accidente, le amputaron una mano, acabábamos de fundar Power Electronics. Estudiaba derecho, trabajaba y jugaba al fútbol. Con todo no podía. Años después un tío mío me implicó en el proyecto de las Escuelas San José. Entrené a un Infantil y terminé de presidente. Aquella fue de las mejores decisiones de mi vida. Y gracias a estar en la Escuela de San José hoy soy presidente del Valencia.
—Y también por las acciones de la Fundación...
—Sí, claro. Pero a mí me llamaron para entrar en la Fundación porque había un problema financiero que resolver y una de las vías era a través del fútbol base. Por eso me llamaron.
—¿Aceptar ser presidente del Valencia es también una de las mejores decisiones de su vida o no es tan categórico?
—Desde luego que lo es, como no. Es un privilegio para cualquier valencianista. Hay muchos presidentes del Valencia que también han pasado por aquí en malas épocas del club, pero pregúntale a cualquiera y seguro que no se arrepiente.
—La peor temporada en años y la afición apenas le ha echado en cara a usted nada, ni que traspasara a Soldado.
—El Valencia existe porque tiene masa social, no porque tenga dinero o futbolistas. Sin masa social puedes crear un club artificial. Pero lo será sólo hasta que el inversor de turno se canse. Mi gestión será más o menos opinable, criticable. Pero yo he sido aficionado y trato de darles a ellos lo mismo que yo pedía a los que fueron mis presidentes. Soldado quería salir y sólo lo vendimos por lo que ponía en su cláusula (30 millones).
—¿Con Peter Lim no se corre el riesgo de crear ese club artificial?
—No. Porque el sentimiento de ser del Valencia es y seguirá siendo de su masa social. Peter Lim no sólo tiene un proyecto empresarial o dinero. Lim tiene un proyecto respetuoso con el club y con su afición. Él podría diluir al pequeño accionista. En lugar de comprar el 70 por cien podría ampliar el capital hasta quedarse con el 99 por cien del club y listo.
—Pero ese 30 por cien está muy repartido entre pequeños accionistas, poco poder pueden o van a tener...
—Con reunir un 5% ya se puede convocar una Junta Extraordinaria de Accionistas e incluso con un porcentaje algo mayor solicitar que entre una persona en el Consejo de Administración. Ese escenario que hoy es difícil de imaginar podría darse en un futuro, ¿por qué no? Y, sin embargo, Lim quiere que el pequeño accionista siga teniendo voz y voto.
—¿Nota recelo en el fútbol español por la llegada de Lim?
—No. Y menos entre aquellos que conocen a Peter Lim y saben lo que puede ayudar no sólo al Valencia sino también a la Liga española en general.
—Pero Javier Tebas sí ha manifestado en alguna ocasión que preferiría que no llegara.
—Eso ya son opiniones personales. Los comentarios de Tebas son por desconocimiento. No tiene sentido estar buscando fuera cómo vender la Liga y que le moleste a su vez que vengan inversores como Lim.
—Estamos hablando de Peter Lim, pero ¿llegará a ser realmente dueño del Valencia?
—No puede ser otro. No hay otra alternativa a Peter Lim.
—¿Peter Lim o concurso?
—No es eso. No puede ser otro porque la Fundación decidió que la suya era la mejor oferta y lo sigue siendo.
—¿Pero la oferta sigue siendo la misma?
—Peter Lim no ha cambiado la oferta. Él no ha sido. La ha reestructurado por la negociación y exigencias de Bankia.
—¿Y por qué no se ha cerrado ya la compra-venta del club?
—Meriton (sociedad de Lim) está negociando con Bankia. Están cerca, mucho. Pero quedan contingencias pendientes: Porxinos (tema vinculado a los terrenos que adquirió Juan Soler para construir una Ciudad Deportiva) y Newcoval (operación urbanística de la época de Manuel Llorente relacionada con el nuevo Mestalla). No sé por qué Bankia está poniendo problemas con lo de Newcoval. Sólo se les pide por carta que sus consejeros no vayan a tomar jamás contingencias contra el Valencia. Con Porxinos ha habido reuniones para solucionar el problema. Creo que en cuanto lo de Porxinos esté claro, Lim comprará. Pero es normal que Lim sólo quiera entrar cuando se le asegure que a su club no le llevarán a juicio por cosas que él no ha hecho.
—Por los hitos inmobiliarios que comenta, ¿se ha ayudado desde las instituciones públicas al fútbol con excesiva ‘ligereza’ durante años?
—Sí. Los graves problemas del Valencia vienen desde la parte que no es fútbol. Y seguro que todo se hizo pensando en el bien del club. Pero se han hecho operaciones que no buscaban en el corazón del club. Y el corazón del Valencia, de cualquier club, está en el fútbol, en su marca, su historia… Pero aquí se hizo al revés. Se han buscado vías de negocios en temas inmobiliarios y mal hechos. Pan para hoy y hambre para mañana. Por ello hoy nos encontramos con situaciones peligrosísimas: como que no hay garantías en préstamos de muchos millones o como que un club como el Valencia lleva años sin un dueño. Lo es una Fundación porque controla el 70 por cien de las acciones. Pero en el fondo nadie es el dueño y, así, nadie es responsable de nada. Y ahora nos toca buscar soluciones para todos esos problemas.
—La opinión del Valencia respecto a los fondos de inversión imagino que será favorable… Peter Lim, de hecho, tiene uno como negocio personal.
—A ver, por partes. Peter Lim no viene al Valencia con la idea de rentabilizar su fondo de inversión. Ese pensamiento es erróneo. Peter Lim viene al Valencia para invertir en el Valencia. Andre Gomes, por ejemplo, llega cedido del Benfica, pero en el instante en el que Lim sea dueño del Valencia, ese jugador firmará un contrato con el Valencia por varias temporadas. Será un activo del club, del que lógicamente a su vez Peter Lim será su dueño. De todas formas, los fondos de inversión existen y lo que hay que hacer es una regulación al respecto.
—¿Cómo?
—Pues principalmente fijando un porcentaje de un número máximo de futbolistas en plantilla que pueden pertenecer a un fondo (en las reuniones de la LPF se habla de un 20 por cien de máximo).
—¿Por qué fichó a Nuno y no continuó con Pizzi, que era su entrenador?
—Pues porque Peter Lim quería a Nuno y Peter Lim va a ser el dueño. No fue fácil para nadie. Pero si lo piensas es sencillo de entender. Nuno es persona de confianza de Lim y Lim considera que Nuno es perfecto para el proyecto de Valencia que quiere. Y Lim va a ser el dueño del Valencia. Habría sido un error empezar con Pizzi para que luego cuando entrara Lim cambiáramos de entrenador, porque él nos había dicho que su entrenador iba a ser Nuno. Por eso llamé a Nuno y le dije que adelante... porque antes o después Lim será el dueño. Y vista la sintonía que hay entre Rufete y Nuno, creo que ha sido un gran acierto y que el proyecto está en buenas manos.
—Y Mathieu, ¿va a estar en ese proyecto?
—Mathieu es jugador del Valencia y sólo saldrá si el Barcelona paga 20 millones de euros. Ya lo he dicho y lo repito. Nosotros queremos a Mathieu y no lo vamos a vender por menos… y a día de hoy la propuesta del Barcelona está muy lejana. Mathieu lo sabe y también que todo tiene un fin, y su plazo para poder irse al Barcelona se termina pronto.
—¿Se le va a hacer largo al Valencia el año sin Europa?
—Lo que debe ser es fructífero en la Liga para estar sí o sí de nuevo en Champions.