El próximo jueves Mestalla recibirá la visita liguera del Córdoba. Han pasado más de 42 años desde que los valencianistas se enfrentaron por última vez al club del Arcángel. Aquel encuentro acabó con goleada: 4-2 y un triplete de Pepe Claramunt , dos de los tantos fueron logrados de penalti, suerte en la que el centrocampista de Puçol demostraba una contrastada maestría. El otro gol local fue obra del extremo Valdez.
Aquel partido también supuso el debut en Mestalla del actual seleccionador español: Vicente del Bosque, por entonces un joven centrocampista que se estrenaba en Primera División cedido por el Real Madrid. El encuentro se disputó el 29 de abril de 1972 y correspondía a la antepenúltima jornada de la temporada 71-72. El Valencia se quedó a un paso de ser campeón liguero revalidando el título lograda en la campaña anterior. Pese a que sumó seis victorias en las últimas siete jornadas, de ellas cinco consecutivas, el conjunto adiestrado por Alfredo Di Stéfano se quedó a un paso de alcanzar la gloria en el campeonato.
Aquel desenlace liguero estuvo condicionado por el célebre choque contra el Real Madrid jugado el día de San José. La labor arbitral de Sánchez Ibáñez determinó el resultado de un partido que no pudo concluir con normalidad ante la indignación del público que abarrotaba el campo. Se produjeron graves altercados en la grada y el escándalo alcanzó proporciones mayúsculas. Al final del campeonato los madridistas sacaron dos puntos de ventaja a los valencianistas, por lo que aquel resultado incidió de forma decisiva en la resolución de la Liga. El diario LAS PROVINCIAS publicó una foto en su edición del martes 21 de marzo en la que aparecía el árbitro extremeño como un integrante más de la alineación del Real Madrid, montaje que dio mucho que hablar y que constituía una osadía en aquella época de cierta contención editorial.
El partido Valencia-Córdoba se jugó en el horario clásico de Mestalla, por entonces conocido oficialmente como Luis Casanova: sábado a las 22:30 horas. Los cordobeses llegaban desahuciados a la cita y la derrota en Valencia les condenó de forma matemática al descenso. Curiosamente, una semana después, dieron la campanada al imponerse por la mínima al Barça en el Arcángel, resultado sorprendente que descabalgó a los catalanes de la lucha por el título que tenían al alcance de la mano.
El Córdoba sólo pudo sumar seis triunfos en las 34 jornadas de aquella Liga, la primera de la historia en la que participaron 18 equipos. Su fragilidad defensiva le devolvió a Segunda tras haber subido el año anterior. El Valencia se convirtió en la bestia negra del conjunto andaluz, puesto que en la primera vuelta ya le goleó por 0-4, con goles de Quino, por partida doble, Forment y Valdez. Aquel fue el mejor resultado valencianista lejos de casa y el peor de los andaluces como locales a lo largo del ejercicio.
De la cita disputada en Mestalla las crónicas resaltan que el resultado no reflejó lo sucedido sobre el césped y que el Córdoba cuajó un buen encuentro aunque la efectividad local decantó la balanza y, como detalle significativo, se reseñaba que el público protestó la decisión del colegiado Tomeo Palanque cuando señaló la segunda pena máxima contra los visitantes. En la formación valencianista de aquel día destacaba la presencia de Cota en la portería. Este guardameta, recientemente fallecido y que era natural de Oliva, se convirtió en una especie de talismán para Alfredo Di Stéfano, que concedió la titularidad en la recta final de aquella campaña por delante de Abelardo y de Meléndez, que habían sido los habituales entre los palos. Después de una derrota dolorosa en Riazor por 3-0, el entrenador decidió jugársela con Cota, el que menos opciones tenía de los tres guardametas, y la carta le salió de maravilla.
El Valencia ganó todos los encuentros en los que actuó y, especialmente destacada fue su actuación en la visita al Plantío de Burgos, donde el cancerbero detuvo un penalti que aseguró el triunfo de los blanquinegros. El Córdoba pudo presumir, eso sí, de haber sido el único rival que le marcó un par de goles, si bien uno de ellos fue obra del defensa valencianista Tatono en propia puerta, el otro, lo marcó Tejada. Además, se da la circunstancia de que los cordobeses fueron los únicos visitantes junto al Real Madrid que lograron marcar dos goles en Mestalla en aquella temporada en la que el Valencia volvió a exhibir una gran eficacia defensiva: el resto de los rivales, quince equipos, solo pudo anotar un total de cinco tantos.