Unai Emery y Luis García son la viva imagen de sus equipos. El técnico valencianista, serio y rígido, visitó ayer la casa del entrenador levantinista, sonriente y bromista. Dos caras. Dos estados anímicos. Un derbi. El encuentro de ambos sobre el césped de Orriols sirvió como calentamiento para el especial choque que se disputará en el mismo escenario mañana (21 horas). Ya huele a rivalidad aunque todavía escuece para Unai la resaca copera.
Tanto un conjunto como otro afrontan el partido tras despedirse el jueves de una competición que para los valencianistas se había llegado a poner muy de cara. De ahí que el batacazo haya dejado más daño que la goleada del Bernabéu para los granotas. Hay grandes diferencias en lo que le ha pasado a unos y a otros. Los blanquinegros han dicho adiós de una manera irritante, tirando a la basura en los últimos 45 minutos todo la ventaja lograda anteriormente.
El enfado de los aficionados es mayúsculo, tanto con los jugadores porque los consideran culpables por su nefasta actitud; como con el entrenador porque se le carga de responsabilidad al no haber sabido imprimir en tres años el talante necesario en este tipo de situaciones. En el entrenamiento de ayer en Paterna todo fueron silencios, caras largas y sólo la pancarta de protesta que colgaron un grupo de seguidores sirvió para agitar la mañana. El vestuario, eso sí, admite que el técnico ya advirtió en el descanso de que había que evitar cualquier concesión.
En cambio, los azulgrana asumieron su eliminación con el 8-0 encajado en la ida y han aprovechado la vuelta para darse el gustazo que supone ganar a todo un Real Madrid. Si a esta situación se le añade que Unai Emery está instalado en el ojo del huracán mientras que Luis García es considerado el guía espiritual del proyecto, sin olvidar el contraste entre las polémicas internas del Valencia y el ambiente propicio que se respira en el vestuario del Levante... las energías que rodean a estos equipos son opuestas. Tampoco tienen nada que ver sus potenciales económicos y deportivos. Ahí, la balanza se declina del lado del preparador vasco.
«El mejor equipo es aquel que se levanta cuanto antes de una derrota. Una derrota como la de Vila-real duele. Y duele a todos los que sentimos y todos los que defendemos el Valencia. Y a mí, con la responsabilidad que tengo como entrenador, me duele mucho perder un partido como lo perdimos», admitió ayer Emery, quien evitó hurgar en la herida: «El mejor análisis es cuando uno ve el encuentro y estoy en ese proceso. He empezado a verlo pero lógicamente me lleva tiempo porque lo veo apurando mucho en cada jugada. Pero lo más importante es que nos recuperemos y buscar soluciones y no culpables ante la derrota. Tenemos la oportunidad y el reto mañana de hacer un buen partido para ganarlo».
Pese a la decepcionante imagen que se vio el jueves contra el Villarreal, el técnico no sentencia a ningún jugador. «Nos pasa factura a todos, que estamos eliminados de la Copa cuando teníamos mucha ilusión. En ese torneo ya no podemos recuperarnos, pero tenemos otros dos importantísimos. La Liga, que es la madre de las competiciones y en la que vamos a buscar estar otra vez en Champions. Y la propia Champions, que tenemos que disfrutarla haciendo una buena eliminatoria para pasar a la siguiente ronda», apuntó esperanzado.
El clima tenso de Paterna parece que es cuestión digerida por Emery: «Todo lo que sea para ayudar, incentivar, apretar y que asumamos la responsabilidad y pongamos todo de nuestra parte, bueno es».
Tiene claro lo que no hay que repetir mañana. «El Levante está haciendo una muy buena temporada y va a ser un partido muy difícil con la motivación que también van a tener ellos por ser un derbi y ante su público. La dificultad máxima va a estar ahí. Lo que tenemos que buscar es corregir lo que ocurrió en la segunda parte de Villarreal porque es la antítesis de lo que fue la primera y de lo que queremos que sea el Valencia en cuanto a intensidad, juego y agresividad. Todo lo que hizo en la primera se de desvaneció en la segunda. Tenemos una buena oportunidad para jugar a ese nivel de exigencia porque si no hacemos así nos ganarán», apuntó el entrenador blanquinegro.
En los banquillos se encontrará con un amigo suyo, Luis García. «Yo con Unai me llevo muy bien desde hace muchos años. Incluso nos enfrentamos estando él como jugador y yo como entrenador en un partido entre el Villajoyosa y el Lorca. Me acuerdo», afirmó el preparador azulgrana.
Optimistas en Orriols
Luis García, además, restó trascendencia al reconfortante triunfo ante los de Mourinho: «El Levante hizo un buen partido y, como fue mejor que el conjunto rival, ganó. Pero se queda esa sensación de que has ganado a un Real Madrid y no te ha valido para nada. Nosotros llegamos igual de fuertes hubiese pasado lo que hubiese pasado. Nuestro equipo sabemos que se cae pero se levanta. Es nuestra forma de hacer las cosas. Viene otro grande, pero en casa no tenemos miedo a nadie. Aquí ha caído gente como el Atlético de Madrid, hemos tuteado al Villarreal, hemos empatado al Madrid... Vamos a intentar seguir sumando puntos para acabar la primera vuelta en la mejor posición posible».
Ante los blancos, Luis García reservó a los futbolistas más cargados de minutos últimamente. Un respiro para aquellos que atraviesan un dulce momento. Gozan de confianza, algo que quedó patente la pasada jornada en el Camp Nou. El Barça sólo fue capaz de imponerse por la mínima. «En el Levante hay mucha igualdad entre todos. Y no entiendo que en este equipo se hable de equipo titular y equipo suplente. Juanlu y Xisco Muñoz, Del Horno y Juanfran, Valdo y Xisco Nadal... Tienen un nivel idéntico. El que entre no se nota mucho. Por eso hemos sobrevivido con ocho y nueve bajas. Si con tantas ausencias estamos ahora donde estamos es porque el nivel de la plantilla es equitativo y todos trabajan. Me alegro de que sea así», indicó, para de inmediato añadir: «Hay gente que no jugó en Copa y que normalmente tenemos que utilizar mañana, pero debemos dar otra vez un grandísimo nivel para ganar a un gran equipo como es el Valencia».
Tres años después, vuelve el derbi que tendrá en vilo a la ciudad. Luis García sabe lo que esto significa para un granota: «El año pasado estábamos en Segunda viviendo otro tipo de partidos y otras situaciones. La ciudad de Valencia tiene que disfrutar este partido y sobre todo para nosotros, para la afición granota, ganar. Es el partido más importante del año, y lo es todavía más para la afición. Los puntos son los mismos, tres, pero para los seguidores ganar al Valencia es trascendental y eso es lo que queremos hacer».