Toca ganar al Levante

Después de la dolorosa y escandalosa eliminación en Copa del Rey a manos del Villarreal, al Valencia no le queda otra que no sea ganar este domingo al Levante en el Ciutat de Valencia. Será el segundo derbi para los valencianistas en solo unos días y, como el del pasado jueves en tierras castellonenses, este también se presenta como una final. Manuel Llorente, consciente de la importancia del partido, ha vuelto a estar este sábado en Paterna, adonde ha llegado sobre las 10:00 para reunirse con Emery y transmitirle el malestar del Consejo de Administración del Valencia por la eliminación copera.

El presidente del Valencia le comunicó ya el viernes al entrenador valencianista que ganar al Levante es la mejor forma de solucionar la brecha abierta en el equipo —y entre el equipo y su afición—. Fue un mensaje contundente y tranquilizador al mismo tiempo porque en el seno del club se es consciente de las dos realidades que esconde la derrota en El Madrigal. Una que el equipo debe mejorar los aspectos anímico y físico y otra más positiva que dice que, a pesar de la dura derrota, lo cierto es que el Valencia sigue vivo en una competición tan importante como la Liga de Campeones —en la que además le ha tocado un rival asequible como es el Schalke 04—. De ahí que el Valencia no se haya planteado en este momento ninguna medida drástica, de hecho, al entrenador se le ha comunicado que mantenga el rumbo del equipo y que una vez eliminado de la Copa, el objetivo es tratar de pasar la eliminatoria de Liga de Campeones y ser terceros en la Liga. En este momento el Valencia está a cinco puntos del Villarreal que es tercero y por lo tanto no debe renunciar a entrar en la Champions directamente.

El partido ante el Levante es vital para los intereses del Valencia y, en ese sentido, el técnico blanquinegro tuvo una charla con uno de los capitanes del equipo, David Navarro, para transmitirle la necesidad de que los capitanes y los pesos pesados de la plantilla estén ahora con el equipo dada la enorme necesidad que tiene de ganar mañana. En Villarreal, cuando el equipo amarillo se puso 2-2 en el marcador, se pusieron de manifiesto algunos de los problemas del equipo, fundamentalmente el de la falta de liderazgo en los momentos difíciles, por ello ahora los pesos pesados —los más veteranos como Albelda o César— y los capitanes deben dar un paso adelante para unir al grupo en estos momentos delicados. Se ha perdido una batalla, no la guerra.


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