El último partido jugado por el Chori Domínguez fue el Inter-Kazan el pasado 9 de diciembre.
El Chori Domínguez lleva un mes sin jugar ningún partido oficial de fútbol. El último encuentro del argentino fue el pasado 9 de diciembre en el Inter de Milán-Rubin Kazan de la última jornada de la liguilla de la Liga de Campeones. Un encuentro que acabó con victoria (2-0) de los italianos y que supuso el adiós definitivo del Chori al club ruso. Desde entonces, el flamante fichaje del Valencia no ha disputado ningún partido oficial. Prácticamente un mes sin ritmo de competición oficial en el que ha entrenado a tope en la Ciudad Deportiva para no perder la forma en la que llegaba. El cuerpo técnico está satisfecho con su rendimiento y tiene previsto empezar a contar con él desde ya. El partido del próximo domingo contra el Jerez puede ser la primera piedra de toque del argentino. Ahí tendrá que empezar a demostrar el motivo de su contratación.
DE CERCA
Hoy firmará con Banega
El Chori Domínguez y Banega realizarán hoy, a partir de las 19:45 horas, una sesión de firmas de autógrafos en la tienda oficial del Valencia de Pintor Sorolla. Un acto que se celebrará con motivo del inicio de la campaña de rebajas en las tiendas oficiales, para todos aquellos valencianistas que hayan adquirido sus productos oficiales.
El jueves probó de delantero
El argentino ha probado en casi todas las posiciones de ataque desde su llegada a la capital del Turia. El Chori ha sido utilizado la mayoría de veces para jugar de media punta, aunque también lo ha hecho partiendo desde cualquiera de las bandas. Emery, por ejemplo, ayer lo colocó de delantero centro tras las ausencias de Villa y Zigic.
Junto a Vicente y Alexis
El ex del Rubin Kazan ha visto los dos últimos partidos del Valencia contra el Espanyol en Liga y el Deportivo de La Coruña en Copa del Rey. El primero lo vio junto a Vicente, mientras que el pasado domingo lo hizo en compañía de Alexis. El pasado domingo espera cambiar el palco por el césped de Chapín.
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sábado, 9 de enero de 2010
terapia positiva
La derrota contra el Deportivo aún escuece y mucho en el vestuario blanquinegro. Ayer, por segundo día consecutivo, el cuerpo técnico y la plantilla hicieron terapia de grupo para evitar que se repita lo sucedido el pasado miércoles en Mestalla. Emery quiso ayer hacer un repaso a los errores más llamativos cometidos por el equipo ante el Deportivo, también contra el Espanyol. Un día antes, en la sesión matinal del jueves, Emery cedió la palabra a los jugadores para que estos dieran su lectura de por qué el Deportivo les había tocado la carita en la cita copera.
Entre los argumentos aportados por los futbolistas del Valencia (todo sea dicho, no hablaron ni la mitad de los presentes), los de Lotina —también durante fases del partido los de Pochettino y en su día los de Pellegrini— les maniataron en la salida con el balón controlado y al equipo le costó hacer su fútbol. También confesó más de un jugador que físicamente se había sentido superado por los rivales. Ningún futbolista apuntó ni al al planteamiento ni tampoco a las rotaciones hechas por Emery en los últimos partidos, algo que sí hace más de un consejero del club.
Los dirigentes blanquinegros, incluyendo a alguno con peso, no comparten parte de las decisiones que tomó Emery en el once contra el Deportivo, y así se lo han transmitido. El técnico, todo sea dicho, tras ver repetido el encuentro en varias ocasiones, es también consciente que la apuesta no le salió ni mucho menos como esperaba y ha tomado nota de aspectos que difícilmente volverá a repetir, como apostar de inicio por jugar con dos delanteros en paralelo como Zigic y Villa. Eso sí, Emery, como el resto del cuerpo técnico, consideran que las rotaciones son básicas para llegar a final de temporada con garantías de mantener la posición de Liga de Campeones que ocupa desde hace varias semanas.
Cuerpo técnico y jugadores, también dirigentes, consideran que tras el varapalo del Deportivo es momento de hacer autocrítica, más teniendo en cuenta que hay un partido de vuelta para obrar el milagro de la remontada en Riazor. De hecho, otro de los mensajes que se lanzan desde el vestuario blanquinegro es que se puede dar la vuelta al marcador. Eso sí, la mente ahora debe estar puesta únicamente en el partido contra el Xerez. En el club, aunque la derrota ante el Deportivo ha escocido porque la Copa del Rey hace ilusión —y también caja—, nadie pierde la perspectiva de que el objetivo básico y fundamental es jugar la próxima edición de la Liga de Campeones, siendo la próxima una semana más importante de lo que parece, dado que el domingo 17 hay un duelo contra el Villarreal, partido del que puede salir un nuevo rival directo y descartar a uno que parecía iba a serlo.
Entre los argumentos aportados por los futbolistas del Valencia (todo sea dicho, no hablaron ni la mitad de los presentes), los de Lotina —también durante fases del partido los de Pochettino y en su día los de Pellegrini— les maniataron en la salida con el balón controlado y al equipo le costó hacer su fútbol. También confesó más de un jugador que físicamente se había sentido superado por los rivales. Ningún futbolista apuntó ni al al planteamiento ni tampoco a las rotaciones hechas por Emery en los últimos partidos, algo que sí hace más de un consejero del club.
Los dirigentes blanquinegros, incluyendo a alguno con peso, no comparten parte de las decisiones que tomó Emery en el once contra el Deportivo, y así se lo han transmitido. El técnico, todo sea dicho, tras ver repetido el encuentro en varias ocasiones, es también consciente que la apuesta no le salió ni mucho menos como esperaba y ha tomado nota de aspectos que difícilmente volverá a repetir, como apostar de inicio por jugar con dos delanteros en paralelo como Zigic y Villa. Eso sí, Emery, como el resto del cuerpo técnico, consideran que las rotaciones son básicas para llegar a final de temporada con garantías de mantener la posición de Liga de Campeones que ocupa desde hace varias semanas.
Cuerpo técnico y jugadores, también dirigentes, consideran que tras el varapalo del Deportivo es momento de hacer autocrítica, más teniendo en cuenta que hay un partido de vuelta para obrar el milagro de la remontada en Riazor. De hecho, otro de los mensajes que se lanzan desde el vestuario blanquinegro es que se puede dar la vuelta al marcador. Eso sí, la mente ahora debe estar puesta únicamente en el partido contra el Xerez. En el club, aunque la derrota ante el Deportivo ha escocido porque la Copa del Rey hace ilusión —y también caja—, nadie pierde la perspectiva de que el objetivo básico y fundamental es jugar la próxima edición de la Liga de Campeones, siendo la próxima una semana más importante de lo que parece, dado que el domingo 17 hay un duelo contra el Villarreal, partido del que puede salir un nuevo rival directo y descartar a uno que parecía iba a serlo.
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