@hinchavcf
Hace mucho tiempo que decidí abandonar el campo de la idolatración futbolística, porque ya sabemos en Valenciastán que eso no conduce a nada. De hecho, de hacerlo, sería a la decepción y frustración más profunda. Quizás con Roberto, o años más adelante con Mijatovic, o con Penev entre ambos, pero, ya fuera en los ochenta o en los noventa, aprendí que el hecho de que uno de tus ídolos futboleros abandone el barco blanquinegro supone (o me suponía, quiero decir) uno de los golpes más certeros contra el alma. Al final, la conclusión, es que el futbolista es un mal necesario en el fútbol. Ellos componen los equipos. Eso no ofrece debate y hay que aceptarlo como tal.
Por eso es mejor tener claro que hoy están, pero mañana no se sabe. Actualmente podemos empezar a contar de nuevo con esos heroes que alimentan nuestra ilusión de cara al inicio de temporada, y digo "de nuevo" porque aquello pareció perderse, cual azucarillo diluyéndose, año tras año, con las interminables ventas de la época de Lolo. Hoy contamos con jugadores de nivel que pueden ir ocupando lugares en nuestro corazón y que son susceptibles de dañarnos cruelmente en caso de marcha repentina, o cocida a fuego lento, como Otamendi.
El rendimiento es lo que marca todo. Si el jugador rinde, puede acabar en ídolo. Si no rinde, es despedible. Y así. El famoso valor de mercado es muy relativo siempre, la revalorización o no depende del rendimiento. Eso es así. Y lo que hace un año o dos podía valer 30M ahora puede no valer siquiera 10, como Negredo. Ren-di-mien-to. Mires como mires la fórmula todo acaba en lo mismo. El portero a parar, el defensa a defender, el delantero a marcar y el medio a defender y atacar.
A mí, que Otamendi se vaya hace tiempo que no me preocupa. Querría que se quedara porque es un gran jugador que rindió muy satisfactoriamente en la temporada pasada, y porque mostró una actitud y un caracter que enamoraba en Valencia. El hecho de adoptarlo como ídolo, una vez mostrado su rendimiento, hace que quedemos totalmente vulnerables al sentimiento de traición en caso de que (como en su caso) dejara claro que su intención es no seguir en Mestalla. Por eso no entro a debatir en si debe o no debe pedir perdón, o si es necesario no perdonarle nunca su declaración de intenciones cediendo (primero) la palabra a su representante, y avalándolo (después) con la suya propia. Su mejor manera de disculparse es quedándose y seguir teniendo el mismo nivel de rendimiento que en la 14-15. Lo demás, sinceramente, son adornos.
Estoy convencido de que cumplirá de manera profesional, y más viendo imágenes de estos días que lo corroboran, aunque a todos nos serviría de bálsamo emocional el hacer una rueda de prensa y pedir explícitamente perdón a todo el valencianismo. Pero la heroicidad se la ganan con el rendimiento en el campo, y es ahí donde importa realmente que las cosas las haga bien. El tiempo lo cura todo.
"El Tiburón" es otro caso muy diferente. Totalmente a la inversa. No ha rendido, y no se quiere ir. Para mí Negredo nunca fue un delantero de los de tener en cuenta como referencia mundial. Sigo anclado en aquel "de aquí a Lima" de Unai comparando a Soldado con el de Vallecas, y para ser sincero, cuando el año pasado se hablaba de "la bomba" esperaba otra cosa. Siempre me pareció que 30M por Negredo podría ser muy caro, pero si al final llegaban los goles el coste habría valido la pena. Me aferraba a todos aquellos que aseguraban que el fichaje in-extremis era realmente la bomba que queríamos. A veces me creo que no sé nada de fútbol. Está claro que no fue así, y aunque esos 30 "kilos" no se empiezan a pagar hasta ahora, cualquiera diría que lo de Álvaro es de tener fecha de vencimiento por falta de rendimiento.
A la pregunta de qué haría con él, me podría el sentimentalismo. No conseguiría esquivar el "amor de padre" (haciendo al futbolista como un hijo propio). Siendo realista, ante tal inversión, o aseguras una venta por la misma cantidad o te resignas a aceptar que no te salió rentable. Además, debes buscar reemplazo que ronden esas cantidades, y te puede volver a salir rana. Quién sabe. Eso nunca se sabe. Pero al final, si criticamos a uno debemos darle valor al otro, y Negredo es consciente de su bajo rendimiento pero no quiere darse por vencido y quiere triunfar aquí. Quiero creer que este año, como por ejemplo con Rodrigo Moreno, va a explotar y va a rendir, y solo por el hecho de querer resarcirse merece mi deseo a que se quede y que haga 25 goles.
Y hablando de ídolos, me hacen gracia aquellos que también tuvieron un gran rendimiento durante años en Valencia pero que al dar por finalizada su carrera futbolística comenzaron con otra de "charlatanería" absurda, gratuita y caprichosa. Éstos que, al no estar pillando cacho del Valencia tras su fecha de vencimiento, por hache o por be, malmeten sin sentido y sin argumento. Si por el rendimiento de Nicolás todo es justificable, incluida su incuestionable falta de respeto al club que le paga y a la afición que lo venera, no podemos ahora estar criticando supuestas e imaginarias confabulaciones contra Negredo cuando el nivel mostrado no ha sido el mínimo exigible.
A Cañizares, y a todos aquellos subidos al mismo barco de la histeria anti-institucional valencianista que les invade en la sangre desde su jubilación, les pido por favor que no nos aburran más con sus innecesarias opiniones sobre el Valencia. Ese escudo, que tan dignamente defendieron sobre el cesped, ahora les queda muy grande para su incapacitada boca.
Óscar
http://hinchavcf.blogspot.com.es/2015/07/rendimiento-o-vencimiento.html
Hace mucho tiempo que decidí abandonar el campo de la idolatración futbolística, porque ya sabemos en Valenciastán que eso no conduce a nada. De hecho, de hacerlo, sería a la decepción y frustración más profunda. Quizás con Roberto, o años más adelante con Mijatovic, o con Penev entre ambos, pero, ya fuera en los ochenta o en los noventa, aprendí que el hecho de que uno de tus ídolos futboleros abandone el barco blanquinegro supone (o me suponía, quiero decir) uno de los golpes más certeros contra el alma. Al final, la conclusión, es que el futbolista es un mal necesario en el fútbol. Ellos componen los equipos. Eso no ofrece debate y hay que aceptarlo como tal.
Por eso es mejor tener claro que hoy están, pero mañana no se sabe. Actualmente podemos empezar a contar de nuevo con esos heroes que alimentan nuestra ilusión de cara al inicio de temporada, y digo "de nuevo" porque aquello pareció perderse, cual azucarillo diluyéndose, año tras año, con las interminables ventas de la época de Lolo. Hoy contamos con jugadores de nivel que pueden ir ocupando lugares en nuestro corazón y que son susceptibles de dañarnos cruelmente en caso de marcha repentina, o cocida a fuego lento, como Otamendi.
El rendimiento es lo que marca todo. Si el jugador rinde, puede acabar en ídolo. Si no rinde, es despedible. Y así. El famoso valor de mercado es muy relativo siempre, la revalorización o no depende del rendimiento. Eso es así. Y lo que hace un año o dos podía valer 30M ahora puede no valer siquiera 10, como Negredo. Ren-di-mien-to. Mires como mires la fórmula todo acaba en lo mismo. El portero a parar, el defensa a defender, el delantero a marcar y el medio a defender y atacar.
A mí, que Otamendi se vaya hace tiempo que no me preocupa. Querría que se quedara porque es un gran jugador que rindió muy satisfactoriamente en la temporada pasada, y porque mostró una actitud y un caracter que enamoraba en Valencia. El hecho de adoptarlo como ídolo, una vez mostrado su rendimiento, hace que quedemos totalmente vulnerables al sentimiento de traición en caso de que (como en su caso) dejara claro que su intención es no seguir en Mestalla. Por eso no entro a debatir en si debe o no debe pedir perdón, o si es necesario no perdonarle nunca su declaración de intenciones cediendo (primero) la palabra a su representante, y avalándolo (después) con la suya propia. Su mejor manera de disculparse es quedándose y seguir teniendo el mismo nivel de rendimiento que en la 14-15. Lo demás, sinceramente, son adornos.
Estoy convencido de que cumplirá de manera profesional, y más viendo imágenes de estos días que lo corroboran, aunque a todos nos serviría de bálsamo emocional el hacer una rueda de prensa y pedir explícitamente perdón a todo el valencianismo. Pero la heroicidad se la ganan con el rendimiento en el campo, y es ahí donde importa realmente que las cosas las haga bien. El tiempo lo cura todo.
"El Tiburón" es otro caso muy diferente. Totalmente a la inversa. No ha rendido, y no se quiere ir. Para mí Negredo nunca fue un delantero de los de tener en cuenta como referencia mundial. Sigo anclado en aquel "de aquí a Lima" de Unai comparando a Soldado con el de Vallecas, y para ser sincero, cuando el año pasado se hablaba de "la bomba" esperaba otra cosa. Siempre me pareció que 30M por Negredo podría ser muy caro, pero si al final llegaban los goles el coste habría valido la pena. Me aferraba a todos aquellos que aseguraban que el fichaje in-extremis era realmente la bomba que queríamos. A veces me creo que no sé nada de fútbol. Está claro que no fue así, y aunque esos 30 "kilos" no se empiezan a pagar hasta ahora, cualquiera diría que lo de Álvaro es de tener fecha de vencimiento por falta de rendimiento.
A la pregunta de qué haría con él, me podría el sentimentalismo. No conseguiría esquivar el "amor de padre" (haciendo al futbolista como un hijo propio). Siendo realista, ante tal inversión, o aseguras una venta por la misma cantidad o te resignas a aceptar que no te salió rentable. Además, debes buscar reemplazo que ronden esas cantidades, y te puede volver a salir rana. Quién sabe. Eso nunca se sabe. Pero al final, si criticamos a uno debemos darle valor al otro, y Negredo es consciente de su bajo rendimiento pero no quiere darse por vencido y quiere triunfar aquí. Quiero creer que este año, como por ejemplo con Rodrigo Moreno, va a explotar y va a rendir, y solo por el hecho de querer resarcirse merece mi deseo a que se quede y que haga 25 goles.
Y hablando de ídolos, me hacen gracia aquellos que también tuvieron un gran rendimiento durante años en Valencia pero que al dar por finalizada su carrera futbolística comenzaron con otra de "charlatanería" absurda, gratuita y caprichosa. Éstos que, al no estar pillando cacho del Valencia tras su fecha de vencimiento, por hache o por be, malmeten sin sentido y sin argumento. Si por el rendimiento de Nicolás todo es justificable, incluida su incuestionable falta de respeto al club que le paga y a la afición que lo venera, no podemos ahora estar criticando supuestas e imaginarias confabulaciones contra Negredo cuando el nivel mostrado no ha sido el mínimo exigible.
A Cañizares, y a todos aquellos subidos al mismo barco de la histeria anti-institucional valencianista que les invade en la sangre desde su jubilación, les pido por favor que no nos aburran más con sus innecesarias opiniones sobre el Valencia. Ese escudo, que tan dignamente defendieron sobre el cesped, ahora les queda muy grande para su incapacitada boca.
Óscar
http://hinchavcf.blogspot.com.es/2015/07/rendimiento-o-vencimiento.html