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Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

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martes, 19 de abril de 2011

Juan Mata ´Somos terceros, y es lo máximo a lo que podíamos aspirar´

´Somos terceros, y es lo máximo a lo que podíamos aspirar´



A un día de la disputa de la Copa del Rey, el futbolista recuerda de forma agridulce el trofeo que, hace cuatro años ganó con el Valencia, el único título que figura en su currículum como valencianista. Dice, obvio, que quiere ampliar su palmarés

AMPARO BARBETA
VALENCIA
 Con puntualidad, Juan Mata llega a la puerta del IVAM. Los viandantes lo observan con asombro. Viste un pantalón vaquero y un suéter granate con mensaje. Entusiasmado, visita la exposición sobre la infancia organizada por Unicef que se muestra en la sala de la Muralla. En una docena de ocasiones, exclama: «Éste es un lugar con mucho encanto».

Un futbolista que elige para hacer una entrevista un museo. Sé que me va a decir que es un chico normal, pero le tengo que confesar que me ha roto los esquemas.

Para nada. Elegí este sitio porque soy amigo de Unicef, vine el otro día a ver la exposición fotográfica de Isabel Muñoz y me gustó mucho. Cuando me dijiste que eligiera un sitio, por muchas cosas, pensé en este por cambiar un poco de ambiente. Es una muestra que refleja la infancia en el mundo y cómo hay niños que viven en peores condiciones que nosotros.

Una exposición sobre la infancia. ¿Cómo fue la suya?
Por suerte, muy diferente a la que refleja la exposición en la que los niños no conocen a sus padres o lo han pasado muy mal. Mi infancia transcurrió toda en Asturias, en Oviedo, y tengo muy buenos recuerdos. Con mi hermana, en el colegio, cuando empecé a jugar a fútbol.... fue maravillosa.

Dígame un recuerdo.
Me acuerdo de las noches de Reyes. Eran muy especiales. Mi hermana y yo nos levantábamos pronto a ver los regalos y mis padres colocaban en la puerta del salón un papel que ponía: «Si abrís, los regalos desaparecerán», y volvíamos a la cama a esperar que fuera de día y se despertaran ellos. Recuerdo una bicicleta, un reloj, un balón. También me acuerdo mucho de Laureano, mi primer entrenador y de mi primer entrenamiento en el Juventud Estadio. Lo de la noche de Reyes me ha venido a la cabeza porque, al ver esta exposición, sé que hay muchos de estos niños que no saben lo que es tener un regalo. Y es una pena.

¿Hay algo que tome o algún olor que le evoque a su infancia? 
Las frutas me recuerdan al verano en casa de mis abuelos.

¿Alguna vez pensó, o soñó, ser campeón del mundo?
No.

Suena bien..

Ahora ya me suena más real. Cuando lo conseguimos, creo que ninguno éramos conscientes de lo que habíamos hecho, pero cuando pasa el tiempo te das cuenta de que lo somos.

¿Le hace sentir diferente?
No, pero me considero un privilegiado.

Es que sólo un grupo muy selecto lo consigue.
Ya. En la historia ha habido muchos y muy buenos jugadores en España que han sufrido derrotas en Mundiales y Eurocopas y yo estoy entre veintitrés únicos en la historia que lo han logrado. Qué más te puedo decir, que me siento un privilegiado.

Un campeón del mundo, ¿a qué más puede aspirar?

A muchísimas cosas. Quiero ganar títulos a nivel de club, quiero que la selección vuelva a ser campeona de Europa y estar ahí, quiero... un futbolista nunca debe conformarse.

¿Cómo va de ilusión?
Tengo aún más que antes.

Ser tercero, tras un año considerado de transición, ¿es un éxito?

Viendo cómo está la liga sí, porque por suerte o por desgracia, es a lo máximo que podíamos aspirar. Yo nunca pensé que este fuera a ser un año de impás. Es verdad que queríamos llegar más adelante en Copa y en Champions, pero no pudo ser. A nivel personal, lo que buscaba es continuar creciendo como futbolista.

¿Son los campeones de la otra liga?

Si, pero esto no es un título ni tiene copa. Viendo los puntos que hace Barça y Madrid, es el puesto al que optábamos.

¿Siente curiosidad por probar otras ligas?
De momento, no. En Valencia he jugado cuatro años y me gusta esta liga.

Mañana se juega la Copa del Rey, el único título que ha ganado con el Valencia, ¿cómo recuerda ese momento?
Fue mi primer año y fue una época muy complicada. El año fue extraño, hubo varios entrenadores, directores deportivos, presidentes... ganamos la Copa pero apenas se celebró porque íbamos muy mal en liga. La verdad es que llegar y ganar un título está muy bien, pero fue un año raro, muy raro. Todos los recuerdos que tengo de la Copa son positivos porque jugué y marqué, pero el año fue complicado.

Es curioso, ese título coincide con el año deportivo más convulso de la última década.
Son cosas inexplicables.

Todo aquello, ¿le ayudó a madurar?
Sí, mucho. Fue un master de experiencias. Me sirvió, en primer lugar, para saber en el club en el que estaba y la gente que estaba detrás. Aprendí que, cuando las cosas van mal, hay mucha presión y todo es más difícil.

¿La envidia, deportiva, es buena?
Sí claro. El otro día, sin ir más lejos, sentí envidia de ver al Schalke jugar en el campo del Inter.

Si acaban terceros, el año que viene lo pueden volver a intentar
Sí, pero es que lo tuvimos muy cerca. Cuando nos eliminaron, la intención de todos fue quedar terceros para poder volver a vivir una experiencia así y superarla.

¿Irá a ver la final?
No lo sé todavía. Ver, la veré, pero no sé si iré al campo o la veré por televisión.

¿Sigue siendo madridista, o su amigo Villa lo ha hecho culé?
No me decanto. Lo que me hubiera gustado es que la jugara el Valencia, así que me da igual. Que gane el mejor.

No me creo que sea imparcial.
Veo muchos partidos de fútbol en los que me da igual quien gane.

El sábado contra el Madrid. Partidazo.
Sí, pero lo tenemos que afrontar como un partido más. Nos jugamos los mismos puntos que contra el Almería.

¿Se le está haciendo larga la temporada?

No.

Este verano, ¿descansa?
Iré con la sub21. La vida de un futbolista es corta y hay que aprovechar todas las oportunidades.

Tampoco tanto, mire a César.
Es un ejemplo para todos. Tiene 39 años y una gran ilusión.

¿Qué carga implica ser uno de los estandartes del equipo?
Ninguna. Implica la responsabilidad que uno quiera tener y uno se exija. Yo me exijo mucho a mi mismo e intento rendir en todos los partidos, otra cosa es que me salga mejor o peor. Cargarse de excesiva presión tampoco es positivo. Fuera intento ser normal, soy como me ves.

¿Está en su mejor momento?
Estoy bien, pero cuando me sale un partido menos bueno, no me hundo, ni pierdo confianza. Sé que estoy trabajando bien y me gustaría que todos los partidos fueran como el de Villarreal, pero no siempre salen así.

¿Preparado para, el año que viene, ser uno de los capitanes? El sábado ya portó el brazalete
Para eso aún falta mucho. El tema de la capitanía lo respeto muchísimo.

Dígame el mejor piropo que le han lanzado como futbolista.
Vaya...pues, Mata eres el mejor, eres un crack.

¿Le ruboriza?
Un poco. Me gusta, pero me hace sentir vergüenza.

Piense, ¿a quién ha podido conocer que, si no fuera futbolista, no conocería?
A mucha gente, empezando por los Reyes, los Príncipes, el presidente del Gobierno... En eso estoy en una posición privilegiada.

¿A quién le gustaría conocer?
A Nelson Mandela, lo vi de lejos vi en Sudáfrica y me hubiera encantado. Es un icono mundial.

¿Molesta el estereotipo de jugador sinónimo de inculto?
Cada uno es como es. Hay estereotipos que son verdad y otros que no lo son. Yo soy como mis padres me han criado y con los valores que me han inculcado. Un futbolista, antes que jugador es persona.

¿Y, cómo van sus estudios?
Sigo con INEF y marketing. Espero acabar pronto, pero es que... es difícil centrarse.



Emery, a por el récord de Benítez

 valencia el responsable deportivo no descansa : Emery, a por el récord de Benítez



La temporada que está firmando el Valencia de Unai Emery en Liga es sobresaliente. Por lo menos, así lo dicen los números. Y es que repasar la trayectoria que llevan los blanquinegros en el campeonato doméstico sirve para comprobar que este Valencia puede hacer historia. Con 63 puntos tras 32 jornadas, los ché pueden certificar este sábado, si ganan al Real Madrid, la clasificación para la próxima edición de la Champions ya que aventajan en 15 puntos al quinto, el Athletic de Bilbao. Todo un hito cuando todavía quedarían cinco jornadas por delante.
Con la Champions en el bolsillo, el siguiente objetivo es asegurar la tercera posición de forma matemática, algo que tampoco debe resultar muy complicado ya que disfruta de una cómoda ventaja respecto al Villarreal, además de tener ganado el gol average particular. Con este panorama, al Valencia le tocará buscar otras motivaciones para encarar esta recta final de la Liga y una de ellas puede ser alcanzar la máxima puntuación en la historia de la entidad de Mestalla. Hasta el momento, el récord está en los 77 puntos que le permitieron conquistar el título en la temporada 03-04 con Rafa Benítez en el banquillo. La otra puntuación más alta son los 75 con la que Rafa ganó la Liga de la 01-02. Repasando desde que la victoria se premia con tres puntos, el Valencia alcanzó los 76 puntos en la campaña 1995-96, aunque en esa edición disputó cuatro partidos más ya que había 22 equipos.

Cifra histórica.

De momento, los 63 puntos que suman los de Emery en esta 32ª jornada suponen la mejor marca a estas alturas del campeonato en la historia del Valencia, sólo por detrás de los 69 que sumaba en la 03-04, en la que ocupaba la primera posición. Además, estos 63 puntos ya suponen una puntuación mayor que la que los ché lograron en siete de las últimas 15 temporadas al final de la Liga, a lo que hay que añadir que con esa cifra habría sido líder a estas alturas en tres de las últimas 15 campañas (en la 06-07 -el Barça llevaba 62; en la 01-02 -el Madrid tenía 59-; y en la 99-00 -el Depor sumaba 61-).
Ahora, con 18 puntos en juego, el Valencia de Unai tiene la oportunidad de alcanzar los 81 si logra hacer pleno, mientras que necesitará 14 para igualar el récord de Benítez y 15 para superarlo. Otra motivación más para echar el resto en estas seis últimas jornadas.

Otros datos de la temporada valencianista

Unai ya logró 71. El Valencia sólo ha pasado en cuatro ocasiones la barrera de los 70 puntos en una Liga. La primera vez fue en la 95-96, pero había 22 equipos; las otras dos, con Rafa Benítez y sirvieron para ganar el título; y la última, con Emery la campaña pasada, en la que llegó a 71.
Debe mejorar su sprint. Para superar su récord personal de 71 puntos y acercarse al mejor registro fijado por Benítez, Unai deberá mejorar el rendimiento que ha ofrecido el Valencia con él en las seis últimas jornadas: en la 09-10, los ché sumaron 12 puntos de 18 posibles; y en la 08-09, sólo siete.
Los números de Rafa. El Valencia ganó la Liga 03-04 y fijó su récord de 77 puntos gracias a 23 victorias, ocho empates y siete derrotas, con 71 goles a favor y 27 en contra. Por su parte, los de Unai llevan 19 triunfos, seis empates y siete derrotas, con 54 goles a favor y 35 en contra.
Referente en Europa. Los 63 puntos que suman los blanquinegros tras 32 jornadas les convierten en el mejor tercero de las grandes ligas europeas.


Mehmet se reencuentra con Topal

Mehmet Topal


El pasado 9 de abril el Real Madrid se impuso con comodidad en San Mamés al Athletic por 0-3. Ese día Mourinho sorprendió colocando al portugués Pepe por delante de los centrales y aunque no se puede decir que el defensa luso ganara el partido, no es ninguna mentira afirmar que fue una de las claves de la victoria. Mou lo puso justo en el sitio donde Fernando Llorente recibe los balones aéreos para desde ahí canalizar el juego de los leones. Parece obvio que el técnico del Real Madrid acertó porque su equipo ganó holgadamente —en el carrusel de clásicos que se avecinan Pepe se va a hinchar a jugar de mediocentro—, pero en honor a la verdad, no inventó gran cosa porque Pepe ya ha jugado en el centro del campo con su selección y también porque, en San Mamés, el Valencia —y antes que el Madrid— comenzó a ganar el partido con Mehmet Topal evitando que Llorente bajara los balones aéreos que le lanzaba a Gorka Iraizoz desde su portería.

El de San Mamés fue posiblemente el primero de los muchos buenos partidos que han convertido al centrocampista turco del Valencia en una de las sensaciones de la temporada y en un futbolista indiscutible en estos momentos a ojos de los aficionados y del cuerpo técnico, incluido el del pasado sábado en Almería. Pero no todo ha sido tan fácil porque en la de momento corta historia de Topal en el Valencia hubo situaciones complicadas; dos meses apagado tras un arranque esperanzador y la sombra de la duda sobre el futbolista por aquello de que ningún turco se adapta al fútbol europeo... más allá de la excepción que confirma la norma: Nihat. Además, entre algunas cosas más sin importancia por sí mismas pero que juntas se acumulan peligrosamente, hubo una lesión que se prolongó más de lo esperado, una visita a un médico de confianza en Turquía y, sobre todo, un tipo que tenía que adaptarse a la vida en Valencia. Y aunque unas más que otras, lo cierto es que entre todas estuvieron a punto de terminar prematuramente con la aventura europea de Mehmet. Emery y Braulio salieron en su ayuda, le apretaron cuando mereció un apretón, y sobre todo, le dieron cariño cuando más lo necesitó. Ahora, recogen los frutos.

31 de diciembre en Paterna
El final del pequeño pero angosto túnel en el que sin darse cuenta se vio Topal se vislumbró el 31 diciembre de 2010, en una reunión entre su persona de confianza en Valencia, —su agente Fernando Seguí de IMG—, Braulio Vázquez y el propio Topal. El coordinador de la secretaría técnica del Valencia le hizo ver que sus problemas con el idioma y la adaptación no podían repercutir negativamente en su rendimiento deportivo, que tenía que superarlos de una manera u otra porque el Valencia no le había fichado para cinco meses, le había fichado para cinco temporadas. Ese día, junto a su mujer, dio su primera clase de castellano con su nueva profesora.

Ahora, Topal no sólo parece otra persona, ahora parece otro futbolista. El tipo que llegó de otra cultura, no hablaba con nadie y tenía verdaderos problemas de comunicación dentro del terreno de juego —hay que tener en cuenta que el idioma es muy importante para un medio centro o un libre puesto que tiene que dar órdenes constantemente— se ha convertido en una persona querida dentro del vestuario por su humildad, su sentido del humor y sus constantes bromas. El futbolista que empezó dando equilibrio táctico al equipo, ha solucionado uno de los problemas del Valencia, la salida de la pelota desde atrás. De hecho, ese fue uno de los motivos por los que Emery jugó con tres centrales ante el Villarreal, para abrir el campo desde atrás y que los balones llegaran rápido a los carrileros —Miguel y Mathieu— y que estos volaran en vertical hacia la portería amarilla. Su aportación al juego como hombre libre en la defensa fue una de las claves en la goleada sobre el submarino amarillo. Una semana después, en Almería el Valencia no jugó con tres centrales y sí con tres centrocampistas por delante de la defensa, y el turco volvió a ser vital en la circulación en una segunda parte en la que los andaluces, cansados ya de correr y presionar, no pudieron más que ver al Valencia tocar y tocar desde atrás a su antojo y comprobar como los de Emery se llevaban los tres puntos con una superioridad que por momentos resultó insultante.

El efecto Rijkaard
Pero la corta aunque prometedora historia de Topal esconde un secreto curioso que solo los que lo conocen desde el principio sabían, aunque quizá sea precisamente ese secreto el que trajo al turco hasta tierras valencianas, porque provocó que jamás perdieron la fe en él. Mehmet ha tenido que reencontrarse a sí mismo para ser útil al equipo también con el balón. La temporada pasada —su última en el Galatasaray— no fue buena para él, con el holandés Rijkaard en el banquillo Topal pasó a ser un mero equilibrista en un equipo descompensado por demasiados sitios; su única misión durante todo el año fue recuperar y dar, recuperar y dar. Nada más. Eso, en un futbolista disciplinado y obediente como él, terminó pasándole factura porque se puede decir que Mehmet involucionó con la pelota en los pies. Esa situación tocó fondo cuando Rijkaard le obligó a realizar un marcaje al hombre por todo el campo sobre el media punta brasileño Alex en un partido contra el Fenerbahce —al más puro estilo de Chico sobre Xavi en un Barcelona-Almería— y encima ante los ojos atónitos de un miembro de la secretaría del Valencia que había ido a ver un medio centro defensivo con capacidad para mover el balón y tenía ante sus narices un jugador trabajador y potente que perseguía a un brasileño jugón como un perro de presa por todo el campo. ¡Una locura!

Lo que se esperaba de él 
Tras una temporada de involución con la pelota a las órdenes de Rijkaard, Topal se suelta ahora poco a poco, pero sorprende a pasos agigantados, «está rindiendo a mejor nivel de lo que esperábamos» dice uno de los técnicos que apostó por él. De Mehmet se esperaba una gran capacidad física —sorprende su mínimo porcentaje de grasa y una elasticidad que le hace parecer de goma y le permite llegar a balones casi inalcanzables—, un buen trabajo táctico —el entrenador del Valencia destaca de él su inteligencia para ocupar los espacios libres y realizar coberturas defensivas— y se esperaba que mejorara a los que juegan a su alrededor —o eso al menos dijo Braulio Vázquez cuando lo presentó—, pero lo que nadie esperaba al menos en su primera temporada en un fútbol mucho más competitivo que el otomano, es que se convirtiera en algo así como en el futbolista bisagra, en la dovela del arco de punto que como Sergio Busquets en el Barcelona sin Puyol, actúa de libre y con balón cuando está de defensa, y de medio centro cuando está en el centro del campo. Y todo en el mismo partido.



http://www.superdeporte.es/valencia/2011/04/19/mehmet-reencuentra-topal/125604.html