Poco a poco se ven en la economía del Valencia brotes verdes, pero eso no significa que la situación continúe siendo delicada, lo que seduce a ciertos fondos de inversión a intentar "hacer negocio" con sus fichajes. Cada vez es más frecuente en la Liga la presencia de ese tipo de fondos que especulan con la compra-venta de futbolistas, teniendo la finalidad de obtener la mayor rentabilidad posible en el menor tiempo, y son públicos los casos del Zaragoza o del Atlético de Madrid en el curso actual. Pues bien, al despacho de Manuel Llorente también se le presentó esa opción —teóricamente para ayudar económicamente a los clubes— pero la rechazó tajantemente, porque en el Valencia "sigue mandando el club y no gente externa que sólo piensa en su negocio".
Tener el poder de un futbolista es muy importante, aunque haya equipos que prefieren pagar menos dinero por el traspaso aunque no dispongan de la totalidad de los derechos federativos. ¿Qué puede ocurrir? Uno de los ejemplos recientes es el de David De Gea. Ante la necesidad de liquidez, el Atlético cede a un fondo de inversión la mitad de los derechos federativos del cancerbero y acepta una cláusula por la cual si un club ofrece una cantidad superior a los 20 millones de euros, están obligados a traspasarle. El Manchester lo pagó.
Cuando el Valencia negociaba la incorporación del central Mangala ocurrió una situación similar, pero ahí Llorente se mostró intransigente. Las dos partes estaban totalmente de acuerdo en firmar un contrato de cuatro o cinco temporadas, pero el fondo de inversión que iba a entrar en la operación quería asegurarse una posible venta tras el primer año. ¿Quién hacía entonces el negocio? Si el jugador ofrecía un buen rendimiento existía el riesgo de que se marchara por una cantidad que se dividiría el Valencia con los miembros del fondo de inversión, de ahí la postura negativa, y que el futbolista acabara fichando con el Oporto. "Eso es pan para hoy y hambre para mañana", aseguraba el consejero del Espanyol Joan Collet hace unos días, hablando de los clubes —como el Zaragoza— que promociona a futbolistas que no son de su propiedad, como es el caso de Roberto.
Al final son los futbolistas los que necesitan un club, y situaciones económicas delicadas pueden provocar que recurras a esos fondos por desesperación, pero en el Valencia las puertas las tienen bien cerradas, al menos con Manuel Llorente como presidente.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/10/09/llorente-da-portazo-fondos/141122.html