Mata vale 24 millones

Un equipo de profesores de la UPV (Universidad Politécnica de Valencia), formado por Jerónimo Aznar, Vicente Estruch y Francisco Guijarro, y especializado en la valoración de intangibles, ha tasado el valor del jugador del Valencia Juan Mata en 24 millones de euros, tras aplicarle una metodología de valoración basada en diversos criterios.
Este grupo de profesores se inició en la valoración de bienes tangibles (bienes agrarios y urbanos) y, posteriormente, se centró en la aplicación de la metodología multicriterio a la valoración de obras de arte y activos ambientales, pero en la actualidad han reabierto una línea de investigación centrada en la valoración de deportistas de élite, como en los últimos meses hicieron con los ex futbolistas del Valencia David Villa y David Silva.
Para obtener el valor de 24 millones de euros, se realizó un estudio basado en la teoría de decisión multicriterio conocida como AHP (Analytic Hierarchy Process), propuesta por el Profesor Thomas L. Saaty, en el ámbito de la toma de decisiones, en el que se elaboró un esquema jerárquico a partir de una serie de variables deportivas y personales que, en el caso de Juan Mata, han sido los goles, las asistencias, los disparos, las tarjetas y los partidos jugados, entre otras premisas.
Estas variables se ponderaron en función de la competición en la que se obtuvieron, ya sea Liga, Copa o una competición europea como la Liga de Campeones o la Liga Europa, y se compararon con los números del holandés Arjen Robben, el argentino Ángel Di Maria y de David Silva, de los que se conocía el precio de sus traspasos en 25, 33 y 25 millones de euros, respectivamente, aunque, en el caso del Robben, se ha actualizado la cifra a los 31,5 millones tras su temporada realizada ya que su traspaso desde el Real Madrid al Bayern de Múnich fue en 2009.
Durante las "Jornadas de Marketing" en Zaragoza, se presentó un estudio de valoración de David Villa que tasaba su valor de mercado en 44,5 millones de euros y, unos días después, el delantero asturiano fue traspasado al Barcelona por 40 millones, mientras que, en fechas posteriores y con modificaciones sobre la metodología utilizada anteriormente, se valoró a Silva en 33,5 millones de euros y, finalmente, el Valencia vendió al canario por 33 millones de euros al Manchester City inglés
Este tipo de estudios se realizan para ayudar a la toma de decisiones en aspectos como calcular el valor del traspaso de un jugador, el valor de una plantilla de jugadores o en la dotación de prioridades para elegir cuál es el futbolista más adecuado dentro de un grupo cerrado de jugadores, en función de las necesidades del club y del esfuerzo económico que estén dispuestos a asumir.

http://www.levante-emv.com/deportes/2010/08/03/mata-vale-24-millones/728066.html

El 4-3-3 empieza a tomar cuerpo

¿Debutará el Valencia en la Liga con el clásico 4-2-3-1 del media punta o lo hará con el 4-3-3 del ´trivote´? Unai Emery quizás todavía no haya encontrado la respuesta durante esta primera etapa de pretemporada, pero sí vuelve a la capital del Turia con mucha información. Negativa, pero también positiva como la de ayer. Y es que, el técnico vasco salió del Stade Velodrome de Marsella, por primera vez en verano, con buenas sensaciones de su 4-3-3. Ese dibujo táctico que ronda por su cabeza desde que se cerró el fichaje del Tino Costa, que ha trabajado durante la pretemporada de Eslovenia y que ayer comenzó a dar sus frutos con David Albelda, Éver Banega y Tino Costa formando un triángulo en la medular. Ayer se perdió 1-0, sí, pero el 4-3-3 ya toma cuerpo y esa fue la verdadera victoria del Valencia ayer en tierras francesas.

Emery salió satisfecho del rendimiento que ofrecieron sus jugadores el pasado sábado en Hannover con el 4-2-3-1 formado por la pareja Topal-Manuel Fernandes e Isco en la media punta. A pesar de eso, el de Hondarribia quiso pulir el nuevo 4-3-3 delante de un rival exigente como el Olympique de Marsella. El resultado fue bueno. El Valencia nunca dejó de ser un equipo competitivo, rocoso y solido con Albelda, Banega y Tino en el centro del campo. El equipo sólo perdió la compostura y el equilibrio con algunas pérdidas puntuales lógicas de pretemporada. Aún así, el equipo consiguió ser un bloque durante los primeros 75 minutos. El tiempo que Unai mantuvo ese 4-3-3 en el partido. Albelda actuó como vértice inferior del triángulo. Dio consistencia al centro del campo con trabajo y se sacrificó para que Éver y el Tino pudieran jugar con mayor libertad en ataque. El de la Pobla Llarga se hizo fuerte en el centro del campo, aunque cometió un par de pérdidas que le pudieron costar caro al equipo. De hecho, una acabó con gol anulado a Niang por manos claras. David vio una cartulina amarilla y pudo ser expulsado con un par de entradas fuertes. Igual de entregados a las labores de destrucción se vio a Banega y al Tino. Éver fue de más a menos. Comenzó llevando la manija del partido y se descolgó en ataque, aunque en la segunda parte cometió una pérdida imperdonable que dejó a Brandao solo. Quizás el mejor fue el Tino. Tocó, trabajó, tuvo menos errores que otros días, dio un buen pase interior a Aduriz y hasta el permitió el lujo de rematar de volea en un saque de esquina botado por Éver.

Los tres se hicieron fuertes juntos encontrando salida por fuera con Feghouli y, sobre todo, con Pablo Hernández, pero aún queda mucho por ajustar. En defensa y en ataque. Y es que, durante muchos momentos, el 4-3-3 se convertía en un 4-1-4-1 que dejaba prácticamente solo a Aduriz. El vasco era una isla y ése es un lujo que el equipo no se puede permitir. El nuevo dibujo se asienta, ya toma cuerpo, pero todavía necesita pulirse.

http://www.superdeporte.es/valencia/2010/08/03/4-3-3-empieza-cuerpo/102030.html

Carlos Marchena: «No me voy dolido con nadie»

A Marchena le habría gustado quedarse más tiempo en el Valencia. Otra cosa es que prefiera marcharse sin encender ningún fuego, sin hacer daño al club. Por eso, ayer casi todo fueron palabras de agradecimiento en su despedida. En su día, antes de ganar la Eurocopa con España, se le prometió una ampliación de contrato. A la vuelta, Vicente Soriano y Fernando Gómez no hicieron con Marchena lo que sí le dieron a otros jugadores como Villa y Silva.

Ahora, dos años después, el futbolista sevillano ha escogido la opción de irse con la cabeza alta, sin recordarle a nadie la palabra dada. «No me voy dolido con nadie. Me llevo los mejores momentos. No me voy con ningún rencor ni dolido con nadie. Cada uno es dueño de su conciencia. Yo la tengo muy tranquila y quien no la tenga tranquila, pues allá él. Por mi parte está todo bien, no hay que perdonar nada. Por el bien del club, suerte para todos. Nada más». La frase demuestra la forma de ser Marchena, su integridad y compromiso.

Sólo hubo un instante en el que se le escapó cierta decepción: «Llevo mucho tiempo esperando al club, que haya contacto, que haya una intención de seguir el contrato. Pero hay que entender al club, la situación tan delicada. Para mí es un orgullo que, con mi venta, se pueda poner un solo ladrillo en el nuevo Mestalla. Me voy sin reproches».

Marchena multiplicó sus muestra de gratitud: «a la familia valencianista, a todos los trabajadores del club», a todos los entrenadores, a los compañeros, a los médicos, a los fisios, y a sus «amigos» Españeta (al que se abrazó) y Voro, que estuvieron presentes en la despedida, como Llorente y Emery. No hubo mención expresa a ningún directivo.

Sí que se acordó, varias veces, del cariño que ha percibido de los seguidores: «Me hubiese gustado despedirme en el campo. Espero que algún día, cuando vuelva a Mestalla, poder despedirme de la afición que tanto me ha dado durante tanto tiempo».

Esto fue justo después de comentar por qué quiso decir adiós en rueda de prensa y no por carta o con un vídeo por internet como hicieron, por ejemplo, Villa y Silva. Y lo explicó bien claro: «Consideraba que tenía que venir, que era una falta de respeto irme sin despedirme».

El futbolista que más veces ha jugado con España siendo valencianista habló del «orgullo» de ser capitán, de representar con «dignidad» a la ciudad y a una entidad que le ha permitido ganar títulos «que ni me imaginaba». Se refirió a ese tipo de cuestiones que más llegan al aficionado.

«Me voy con la conciencia tranquila de que he mirado siempre por el bien del club, indistintamente de quien estuviera de entrenador, de presidente... Simplemente por el escudo, por la historia que tiene este club y por todo lo que representa», subrayó el central andaluz, que expresó su sentimientos a través del contenido de sus frases y sólo pareció emocionarse por un momento.

Valencia, su hogar

«Todo lo que he hecho ha sido por pasión por estos colores y por este escudo. Me voy muy tranquilo y orgulloso de la etapa que he vivido», insistió. Poco después, delató cómo se siente: «Siempre pensaré en el Valencia como un hogar».

Carlos Marchena, después de nueve temporadas, 318 partidos oficiales y cinco títulos con el club ha firmado con el Villarreal por tres temporadas. Su contrato en el Valencia acababa en junio de 2011. Sin embargo, argumentó que no cree que se termine un ciclo en el club de Mestalla, con su marcha y la de otros veteranos que, como su amigo Rubén Baraja, ganaron las dos ligas y la copa de la UEFA en Gotemburgo.

Simplemente, se definió a sí mismo y a Baraja como dos futbolistas, «cada uno con sus ideas, que han intentado llevar siempre el mismo estilo, la solidaridad, el ayudar al compañero y sobre todo el sacrificio y el miramiento hacia el club. Nada más. No creo que se cierre ninguna etapa».

Marchena resumió su paso por el Valencia, donde ha vivido «momentos muy bonitos, muy brillantes. Hemos conseguido grandes gestas... Valencia ha disfrutado mucho y también ha habido momentos tristes», apuntó en referencia a la temporada 2007-2008 en la que el equipo llegó a coquetear con el descenso y acabó ganando la Copa del Rey.

http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-08-03/dolido-nadie-20100803.html