nadie le paga a Juan Soler

Dalport y Soriano dicen que no deben abonar los 85 millones de las acciones del ex presidente del Valencia, que tiene decidido acudir a la justicia para cobrarlos.
Juan Soler está inmerso en una encrucijada. Con problemas en sus negocios particulares y en las operaciones realizadas con vinculación al Valencia, no puede cobrar ninguno de los pagarés que recibió de Inversiones Dalport, por la venta de su paquete de acciones por 85 millones de euros. Dicha empresa dice que no tiene que pagar ni un euro, Vicente Soriano, canalizador de la operación, asegura que tampoco, y el ex presidente está dispuesto a acudir a los tribunales.
«Yo he vendido a Soriano y no conozco a Dalport ni Dalport me debe nada. Mi venta a Soriano la tengo garantizada y no quiero saber nada más. Estoy de vacaciones». Estas manifestaciones corresponden a Juan Soler. Datan del 19 de agosto pasado y se muestra contundente asegurando que vendió sus acciones a Soriano.
Víctor Vicente Bravo, presidente de Dalport, manifestó en LAS PROVINCIAS que su empresa no pagaría ni un euro si no poseía la mayoría accionarial del Valencia, como ha sucedido tras fructificar la ampliación de capital. Soriano, por su parte, ha negado en repetidas ocasiones la existencia de una cláusula en el contrato de compra-venta por la que tenga que garantizar personalmente el pago a Soler. Y este, ante el jeroglífico que tiene delante, parece haber tomado la decisión de ir al juzgado.
En los últimos días han circulado diversas versiones. Una de estas apunta a que Soriano habría ofrecido a Soler la devolución de las 70.000 acciones de la frustrada venta y que el constructor sólo aceptaría cobrar los 85 millones de euros.
Desde el entorno de Soriano se desmiente el contacto de manera categórica y se asegura que si alguien tiene que pagarle a Soler es Inversiones Dalport. El propio Soriano manifestó en LAS PROVINCIAS que está liberado del compromiso, aludiendo a que se trata de una operación vinculada a cuatro partes: él mismo, Dalport, Soler y Silla. De ahí que se muestre tranquilo respecto a los acontecimientos que puedan acaecer. Por ahora, no ha sido requerido judicialmente y, si sucede, señala que se defenderá.
Juan Soler no da señales de vida, se mantiene inmerso en un mutismo total, pero ha emprendido el camino legal, según parece, después de que no pudiera cobrar el primero de los pagarés vencidos, por un montante de 20 millones. Incluso se especula con la posibilidad de que pudiera haberse desplazado hasta Marbella para cobrar el dinero, sin éxito.
Además, los negocios profesionales de Soler también acusan la crisis. Una de sus empresas, Urbana de Levante, parece que atraviesa dificultades económicas y podría presentar concurso de acreedores. Fue la que compró la parcela de Mestalla por 90 millones, de los que abonó únicamente 13. En el caso de que sucediera lo peor, la parcela quedaría incluida en la suspensión de pagos. Es decir, los problemas se le acumulan al ex presidente valencianista.

Jovanovic un jugador interesante

El futbolista debe responder en los próximos quince días si acepta la oferta del club blanquinegro de tres años y 1,5 millones por cada uno

Milan Jovanovic tiene la palabra. El Valencia le ha hecho saber a su representante las condiciones del contrato que está dispuesto a ofrecerle y está a la espera de una respuesta. Los responsables de la entidad de Mestalla creen que en un plazo máximo de quince días pueden tener noticias en un sentido u otro. El futbolista medita sobre su futuro porque dispone de alguna oferta más, entre ellas otra del Atlético de Madrid.
Si hay fumata blanca, Jovanovic y Valencia se sentarán de nuevo para plasmar las bases de lo que sería un contrato de tres años, a razón de un millón y medio de euros por cada uno de ellos. Pero el club debe tener sumo cuidado con la manera de desenvolverse. Tiene que hacerlo con pies de plomo, puesto que hasta el primer día de 2010 la reglamentación no permite que exista una oferta en firme por escrito o un precontrato. Un patinazo acarrearía una fuerte sanción.
Termina contrato
Jovanovic es un delantero muy interesante y, por lo tanto, apetecible. Además de las excelentes condiciones que apunta como futbolista, finaliza su contrato con el Standard de Lieja el próximo 30 de junio, por lo que el club que contrate sus servicios no se verá obligado a pagar cantidad alguna en concepto de traspaso.
Vendría 'gratis', condición utópica, puesto que nunca se da literalmente. Cualquier futbolista que llega a un equipo con la carta de libertad bajo el brazo, recibe siempre una importante cantidad económica como premio y sale claramente favorecido en las condiciones que se pactan en el nuevo contrato.
Responsables de la parcela técnica del Valencia, quienes reconocen haber planteado al representante del jugador serbio las condiciones que le pueden ofrecer, confirman tener conocimiento del mismo interés por parte del Atlético de Madrid y por ello señalan que están «esperando que decidan si les interesa venir al Valencia», señala un portavoz, confiado en obtener una respuesta «la semana próxima o la otra».
Jovanovic, internacional con la selección de Serbia, estará casi con toda seguridad en el Mundial de Suráfrica el año próximo, de ahí que los aspirantes a contratarlo quieran cerrar la operación antes de la cita mundialista en la que, si le ruedan bien las cosas, se revalorizará y su fichaje resultaría mucho más costoso aunque, por otra parte, cuesta creer que el delantero llegue a dicho evento sin tener resuelto su futuro.
Técnicos del Valencia que han seguido las evoluciones de Jovanovic, al que han visto en acción en varias oportunidades, aseguran que se trata de un futbolista «muy interesante» por las condiciones que atesora. Entre estas se valora en un alto grado el fuerte carácter que tiene en el terreno de juego.
«Es rápido, se puede desenvolver en varias posiciones y goleador», resumen los expertos, sin dudar un ápice de que se trata de un delantero que encaja a la perfección con lo que se busca para el Valencia.
Del mismo modo aseguran que posee un físico importante y que tiene experiencia adquirida al máximo nivel, pues no en balde cuenta con 28 años. Su edad, sin embargo, da pie a la interrogante de por qué está jugando en un club como el Standard belga, en una liga menor.
Con la posible contratación de Jovanovic, el Valencia trata de asegurarse la incorporación de un delantero goleador y, al mismo tiempo, un recambio de garantías para sus actuales estrellas -Silva o Villa-, por si alguna de ellas abandonara la disciplina valencianista al término de la presente temporada, como se prevé que podría suceder.
Jovanovic es zurdo, pero se puede desenvolver en cualquier zona de la delantera, como hacía el recordado Lubo Penev. Es decir, con posibilidades de caer a banda y ofrecer con ello mayores alternativas al ataque del equipo, siempre bienvenidas, de manera especial cuando se trata de desatascar un partido. En el Valencia se han depositado muchas ilusiones en su fichaje. Hay que esperar.

Juan Soler y el concurso de acreedores

El empresario cuenta ahora con un plazo de tres meses para evitar la suspensión de pagos .
La aventura inmobiliaria de Juan Bautista Soler, agravada con las operaciones durante su presidencia del Valencia, puede estar a punto de acabar en suspensión de pagos: el grupo -cuya cabecera es la empresa Urbanas de Levante- ha presentado en los juzgados de Valencia solicitud previa de concurso de acreedores, según confirmaron ayer a este diario fuentes conocedoras del mismo. De esta forma, el grupo cuenta ahora con un período de tres meses para cerrar las negociaciones con los acreedores, pero con este procedimiento impide que durante ese período de tiempo ninguno de los damnificados inste ante los tribunales la declaración forzosa del concurso. Soler lleva meses negociando con la banca una salida a la delicada situación financiera que atraviesa, con una deuda que algunas fuentes calculan en 200 millones de euros, de los que 8 corresponden a Bancaja y están "garantizados", según la entidad financiera. Parte importante de la deuda afecta al Valencia, ya que Soler compró por 90 millones una parcela del actual Mestalla y ahora pretende, entre otros puntos de sus negociaciones con los acreedores, que el club le condone la deuda.Soler se ha visto duramente afectado por la crisis inmobiliaria toda vez que su actividad se vio afectada también por su gestión al frente del club de fútbol. Ni el ex presidente del Valencia ni su representante legal respondieron ayer a las llamadas de este diario para confirmar los detalles de la acción judicial.Empresas familiaresEl fundador del grupo, Bautista Soler, ya cedió meses atrás al Banco Santander ocho edificios de una promoción en la playa de la Patacona, en Alboraia, como forma de pago de parte de su deuda y negocia en la actualidad con otras entidades la suerte de los otros. El ex presidente del Valencia, por su parte, presentó en el mes de abril concurso de acreedores en otra empresa suya, Gran Vía 37, con la que gestiona locales de ocio -fundamentalmente cines- en Madrid. Además, una empresa de su hermano Javier -Soler Futura Grupo Inmobiliario- también suspendió pagos en diciembre del año pasado. Y los astilleros de yates de lujo Vulkan, de Victoria Soler, han presentado un ERE parcial y han reducido su actividad.Los problemas de Soler se añaden a los ya padecidos por otros importantes promotores inmobiliarios valencianos y españoles, y su recurso a la justicia se produce justo después de que Llanera, que fue la primera empresa valenciana del sector en suspender pagos, haya podido levantar el concurso de acreedores después de dos años.