El empresario cuenta ahora con un plazo de tres meses para evitar la suspensión de pagos .
La aventura inmobiliaria de Juan Bautista Soler, agravada con las operaciones durante su presidencia del Valencia, puede estar a punto de acabar en suspensión de pagos: el grupo -cuya cabecera es la empresa Urbanas de Levante- ha presentado en los juzgados de Valencia solicitud previa de concurso de acreedores, según confirmaron ayer a este diario fuentes conocedoras del mismo. De esta forma, el grupo cuenta ahora con un período de tres meses para cerrar las negociaciones con los acreedores, pero con este procedimiento impide que durante ese período de tiempo ninguno de los damnificados inste ante los tribunales la declaración forzosa del concurso. Soler lleva meses negociando con la banca una salida a la delicada situación financiera que atraviesa, con una deuda que algunas fuentes calculan en 200 millones de euros, de los que 8 corresponden a Bancaja y están "garantizados", según la entidad financiera. Parte importante de la deuda afecta al Valencia, ya que Soler compró por 90 millones una parcela del actual Mestalla y ahora pretende, entre otros puntos de sus negociaciones con los acreedores, que el club le condone la deuda.Soler se ha visto duramente afectado por la crisis inmobiliaria toda vez que su actividad se vio afectada también por su gestión al frente del club de fútbol. Ni el ex presidente del Valencia ni su representante legal respondieron ayer a las llamadas de este diario para confirmar los detalles de la acción judicial.Empresas familiaresEl fundador del grupo, Bautista Soler, ya cedió meses atrás al Banco Santander ocho edificios de una promoción en la playa de la Patacona, en Alboraia, como forma de pago de parte de su deuda y negocia en la actualidad con otras entidades la suerte de los otros. El ex presidente del Valencia, por su parte, presentó en el mes de abril concurso de acreedores en otra empresa suya, Gran Vía 37, con la que gestiona locales de ocio -fundamentalmente cines- en Madrid. Además, una empresa de su hermano Javier -Soler Futura Grupo Inmobiliario- también suspendió pagos en diciembre del año pasado. Y los astilleros de yates de lujo Vulkan, de Victoria Soler, han presentado un ERE parcial y han reducido su actividad.Los problemas de Soler se añaden a los ya padecidos por otros importantes promotores inmobiliarios valencianos y españoles, y su recurso a la justicia se produce justo después de que Llanera, que fue la primera empresa valenciana del sector en suspender pagos, haya podido levantar el concurso de acreedores después de dos años.
La aventura inmobiliaria de Juan Bautista Soler, agravada con las operaciones durante su presidencia del Valencia, puede estar a punto de acabar en suspensión de pagos: el grupo -cuya cabecera es la empresa Urbanas de Levante- ha presentado en los juzgados de Valencia solicitud previa de concurso de acreedores, según confirmaron ayer a este diario fuentes conocedoras del mismo. De esta forma, el grupo cuenta ahora con un período de tres meses para cerrar las negociaciones con los acreedores, pero con este procedimiento impide que durante ese período de tiempo ninguno de los damnificados inste ante los tribunales la declaración forzosa del concurso. Soler lleva meses negociando con la banca una salida a la delicada situación financiera que atraviesa, con una deuda que algunas fuentes calculan en 200 millones de euros, de los que 8 corresponden a Bancaja y están "garantizados", según la entidad financiera. Parte importante de la deuda afecta al Valencia, ya que Soler compró por 90 millones una parcela del actual Mestalla y ahora pretende, entre otros puntos de sus negociaciones con los acreedores, que el club le condone la deuda.Soler se ha visto duramente afectado por la crisis inmobiliaria toda vez que su actividad se vio afectada también por su gestión al frente del club de fútbol. Ni el ex presidente del Valencia ni su representante legal respondieron ayer a las llamadas de este diario para confirmar los detalles de la acción judicial.Empresas familiaresEl fundador del grupo, Bautista Soler, ya cedió meses atrás al Banco Santander ocho edificios de una promoción en la playa de la Patacona, en Alboraia, como forma de pago de parte de su deuda y negocia en la actualidad con otras entidades la suerte de los otros. El ex presidente del Valencia, por su parte, presentó en el mes de abril concurso de acreedores en otra empresa suya, Gran Vía 37, con la que gestiona locales de ocio -fundamentalmente cines- en Madrid. Además, una empresa de su hermano Javier -Soler Futura Grupo Inmobiliario- también suspendió pagos en diciembre del año pasado. Y los astilleros de yates de lujo Vulkan, de Victoria Soler, han presentado un ERE parcial y han reducido su actividad.Los problemas de Soler se añaden a los ya padecidos por otros importantes promotores inmobiliarios valencianos y españoles, y su recurso a la justicia se produce justo después de que Llanera, que fue la primera empresa valenciana del sector en suspender pagos, haya podido levantar el concurso de acreedores después de dos años.
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