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Plan de entrenamiento

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Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

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miércoles, 26 de enero de 2011

Así se fraguó la ganga Jonas


«El Valencia ha hecho un buen trabajo, se ha movido despacio, en silencio, ni nosotros mismos sabíamos que estaba siguiendo a Jonas». Son palabras de Thiago Gonçalves, hermano y representante del nuevo delantero valencianista, que destacaba una y otra vez la manera como ha trabajado el Valencia para hacerse con el goleador brasileño a cambio tan solo de 1.250.000 euros, un precio irrisorio para la calidad y condiciones del futbolista y el estado del mercado actual. Una auténtica ganga. «A nosotros también nos sorprendió», reitera Thiago, la persona que defiende los intereses de su hermano.
Algún día se conocerá cómo se enteró Braulio Vázquez de la baja cláusula de rescisión que figuraba en el contrato del jugador. La astucia del técnico valencianista ha sido clave para que el desenlace de la operación haya sido tan positivo para el club de Mestalla. En lo deportivo y en lo económico. «El Valencia ya sabía que Jonas podía salir del Gremio por esa cantidad de dinero, sabía que podía conseguirlo, aunque desconozco cómo se enteró», prosigue manifestando Thiago Gonçalves.
Se puede decir sin temor a error que el fichaje de Jonas ha sido una operación relámpago por parte de los responsables del club de Mestalla. «El Valencia nos llama el pasado viernes por la noche y, ciertamente, ha sido todo muy rápido», confirma el representante del brasileño, al tiempo que reconoce que, con anterioridad, «hace bastante tiempo hablamos, pero después de aquel contacto ya no hubo ninguno hasta ahora. Y ha sido muy rápido, es verdad». Confirmados todos los puntos de la ventajosa operación, Manuel Llorente envió a Brasil a Javier Gómez y Braulio Vázquez, a los que posteriormente se unió el doctor Jorge Candel, para supervisar el reconocimiento médico del futbolista en su propio país.
Para Jonas, su fichaje por el Valencia supone «un nuevo desafío en su carrera profesional», dice su hermano, asegurando que está convencido de alcanzar el éxito, sin temor a nada y deseoso de llegar a su nuevo club. «Va con muchas ganas de destacar y triunfar en un equipo tan grande de la Liga española como es el Valencia». El delantero es consciente de que está ante la oportunidad de su vida, camino de los 27 años, y no está dispuesto a dejarla pasar. «Se puede decir que es una sorpresa que el Valencia haya apostado por Jonas, con 26 años, pues ya no es un chico pequeño. Pero ese es un motivo más para que se haya decidido a ir a España, que es una gran alegría».
La marcha de Jonas ha desatado una guerra incruenta en Porto Alegre, tanto entre la anterior directiva y la actual como por parte de los aficionados, que están mostrando ruidosamente su disconformidad con el traspaso a los dirigentes del club brasileño, acudiendo incluso a manifestarse ante el domicilio de alguno de los más significativos. Los actuales responsables del Gremio llevan apenas un mes al frente del club y, a través de los medios de información, se están cruzando acusaciones con sus antecesores por la situación contractual de Jonas, con la baja cláusula de la que ha sabido aprovecharse el Valencia.
Cuando el delantero renovó su contrato el pasado mes de marzo exigió al Gremio que figurase en el mismo la cláusula de 1.250.000 euros, por la que se podría marchar si llegaba un club dispuesto a abonarla, como ha sucedido ahora. El bajo coste que supone su compra para el Valencia hará que Jonas disfrute de una ficha importante -estará entre las más altas-, durante lo que resta de la presente temporada y las cuatro siguientes por las que ha firmado.
La progresión del goleador ha sido espectacular en los últimos tiempos. Gremio quiso cambiarlo por Vitor, del Goiás, pero este club se negó a la permuta. Después, Jonas se revalorizó jugando como segundo punta, por detrás de André Lima. Su club arranca hoy su participación en la Copa Libertadores, ante el Liverpool en Montevideo, y lo hará ya sin su máximo realizador que en las próximas horas será ya oficialmente valencianista.

Duros a cuatro pesetas


Los ejecutivos del Valencia —ya no sabe uno quién manda en la parcela deportiva, si el coordinador técnico (?), el encarregat de Paterna o el mismísimo presidente— deben de ser de los pocos mortales que aún creen en los chollos. El personal sensato, ante una ganga escandalosa, lo primero que hace es torcer el gesto; lo segundo, mosquearse, y lo tercero, salir huyendo antes de que le timen. Desconozco si en el VCF se les erizaron los vellos al comprobar la bicoca que les ofrecían con Jonás, o todavía creen que se venden duros a cuatro pesetas. Lo digo porque, a parte de que los fichajes invernales casi nunca salen bien (véase el Chori) no tengo claro que lo que más necesite ahora Unai sea un delantero centro, en lugar de un armador de juego o de un refuerzo para su desconcertada defensa. Ellos sabrán.
Lo cierto es que desde que se marchó Javier Subirats, el VCF, más que planificar una plantilla y tener un proyecto de juego, ha ido parcheando el equipo con remiendos, aquí y allá, hasta despersonalizarlo por completo. El Valencia de la década anterior gustaba a unos y desagradaba a otros —sobre todo a los de Madrid, que respiraban por la herida— pero era perfectamente identificable. Al de ahora no se le reconoce ninguna característica propia; si acaso, su eficaz explotación de las jugadas de estrategia, de las que es responsable Emery. De la indefinición, en cambio, no cabe culpar al entrenador y sus rotaciones. Eso es una falacia. Rafa Benitez alternaba jugadores tanto o más que ahora, pero el equipo tenía un estilo perfilado. El altísimo nivel de exigencia del futbol actual requiere de una utilización equilibrada de todos los jugadores. Mourinho, que no confía en los suplentes ni en los jóvenes y además se las tiene tiesas con Valdano, acabará pagando la acumulación de partidos a la que está sometiendo al Madrid.
El caso es que el VCF se descuelga ahora con el sorprendente fichaje de Jonás, que según sus promotores no es un nueve, ni un extremo, ni tampoco un interior. Mucho me temo que se va a convertir en un tapón de Isco, de Alcácer, o de ambos a la vez. Al tiempo.