VLC NEWS consigue dividir por unos minutos a la inseparable pareja camurenesa del Valencia Mestalla que formanCedric (Camerún, 1993) y Leuko, para que el público pueda conocer un poco más de la historia de otra de las promesas de la cantera valencianista que despuntan en los últimos tiempos. Un jugador marcado, para bien, por unos complicados inicios en España, que le llevaron a tener que formarse en el Torre Levante antes de recalar definitivamente en la Ciudad Deportiva de Paterna. Alguien que se despierta cada día agradeciendo la suerte que tiene por poder cumplir su sueño, y que nunca olvidará ese primer desayuno con Villa, Joaquín y Albelda.
En qué momento se encuentra Cedric, cómo está usted ahora que empieza a llamar la atención del aficionado valencianista después de su partido en Burjassot, y la participación en los entrenamientos del primer equipo.
Para mí lo más importante ahora mismo es el Valencia Mestalla, ganar e ir partido a partido. Pienso en el próximo rival y no tengo en la cabeza nada más, yo soy un jugador de equipo. Pero también tengo que decir que he sentido mucho cariño, fue una experiencia enorme ir con el primer equipo, sentir el aprecio de Djukic y hablar con él. Aún así, sé que todavía soy de la cantera, y tengo que pensar en jugar minutos en él Mestalla y ayudar a mis compañeros cuando pueda jugar. Eso para mí es lo más importante en estos momentos.
Cuéntenos su historia, esa que desconoce la mayoría del público y que no se imagina cuando le ve jugar en el filial.
Mi historia es bastante atípica. Vine hace poco más de cinco años a España, cuando tenía 14 años para probar con el Valencia. La gente estaba contenta conmigo y tuve que volver a mi país para arreglar el tema del transfer, pero salió la norma FIFA de que un jugador extranjero no podía estar en la cantera de un club profesional aquí, una ley que todavía sigue vigente. Todo se complicó, pero tuve la suerte de conocer a un representante que ahora es como mi padre, Javier Cordón. Él me trajo al Levante, donde tampoco pude jugar por esta misma normativa internacional, y acabé recalando en el Torre Levante, donde empecé a competir y a trabajar pero con la mente puesta en volver a un grande como el Valencia, que era mi sueño desde pequeño. Me encantó conocer estos equipos, y por suerte un año y medio después pude volver al Valencia CF.
Por sus palabras se nota que Javier Cordón ha sido clave en su vida, tanto personal como profesional.
Javier Cordón se la jugó conmigo, siempre apostó por mí, se hizo mi tutor legal y más tarde me acogió. Es una persona fantástica, y su novia también. Junto a ellos y la familia de Antonio, con la que viví en Quart de Poblet, sigo creciendo, y sus consejos siempre los tengo a mi lado. Me ayudan a estar centrado también en los estudios, siempre están encima de mí. Quiero formarme más allá del futbol, y por eso estoy tratando de sacarme el Bachillerato.
¿Este pasado tan complicado, el hecho de haber recibido el cariño de gente que, como dice, se la jugó con usted, supone una motivación diaria que le empuja a llegar lo más lejos posible en todo lo que hace?
Para mí siempre es la misma motivación, la de trabajar y mejorar cada día para cuando me den una oportunidad. Lo primero que pienso es que la vida es una oportunidad para mí, el simple hecho de estar aquí, porque de donde yo vengo hay muchos futbolistas buenos que no tienen la suerte que yo tengo. Tengo presente todo lo que ha pasado, así que sé que cuando salgo a entrenar y en los estudios lo hago con corazón para llegar a algo.
¿Cuál es su posición favorita? Se lo comento porque los propios técnicos dudan a veces sobre cuál es la demarcación en la que le pueden sacar un mayor rendimiento.
A mí me gusta jugar de mediapunta y de mediocentro ofensivo, para tener protagonismo en el partido y el juego más de cara. Nico Estévez me ha transmitido mucha confianza desde que llegó, me dijo que no era mediocentro y que me quería en posiciones más ofensivas, y estamos trabajando en ello. La verdad es que me gusta y veo el juego de mediapunta. Y no sólo para asistir, también con gol, que es lo que estoy trabajando ahora. Trato de ser más vertical pero a la vez me insisten en lo de recuperar la posición. Djukic me lo dijo cuando entrené con el primer equipo, y Rufete y Nico llevan mucho tiempo educándome para correr hacia atrás y ayudar al equipo a recuperar el balón. Todos los días el míster y Rufete están encima mío para que pueda volver a mi sitio y hacer más cosas sobre el terreno de juego.
Esa es otra de las cualidades que la gente de la Academia valora de usted, su capacidad para escuchar, algo que sin duda le ayudará a ser un futbolista más completo.
Me queda un montón por evolucionar y puedo mejorar aún muchas cosas. Si sigo jugando así, y con más minutos, creo que aumentará aún más mi rendimiento. También gracias al cariño y a la atención que sentí desde el primer día. Nico Estévez me dio ilusión desde el principio y noto la confianza y el apoyo que me dan todos, desde el cuerpo técnico hasta los compañeros que me ayudan mucho. Gente como Portu o Manu Molina, que me sitúan en el campo cuando no estoy bien posicionado. Soy joven y tengo que aprender de ellos, me gusta mucho que me apoyen tanto.
Joven aunque ya saben lo que dicen de los jugadores africanos, el tema de si son más mayores de lo que ellos aseguran.
(Risas). Por supuesto que tengo la edad que sale en mi ficha, lo que pasa que me he puesto fuerte con abdominales, pero cuando llegué con 14 años estaba bastante flojo. Los compañeros me dicen lo mismo, pero no entiendo por qué y me hace gracia. Ojalá fuera más mayor para poder debutar ya en Primera División.
Bromas aparte, y pese a todo este ‘calor’ que le ofrece su entorno, no debe ser fácil vivir tantos partidos desde el banquillo, sobre todo ahora que empieza a ser más conocido y oye su nombre en más conversaciones. Algo parecido a lo que le está pasando a un compañero suyo como Alberto Tendillo.
No es fácil tener paciencia, te pone nervioso. Mentiría si digo que estaba contento cuando no estaba convocado, pero siempre pienso en positivo y pienso en porque no me ponen. Hago autocrítica, y trato de mejorar y crecer cada día. Cuando me dan la oportunidad se lo agradezco al míster corriendo y haciendo todo lo que puedo sobre el césped.
¿Ahora ven más cerca lo de jugar en el primer equipo, es un camino más sencillo este año por lo que perciben desde abajo?
Bueno, el caso de Fede Cartabia y otros jugadores te dan un poco mas de ilusión, ves que los tenías contigo hace poco y eso significa que haciendo las cosas bien y con suerte puedo estar ahí. En cada paso hay que ir creciendo y no depende solo de nosotros, también de cómo lo vea la Academia.
Y también del rendimiento no sólo individual, también colectivo en un Valencia Mestalla que ahora parece un equipo mucho más competitivo que a principio de temporada.
Sí, el Mestalla ahora es un equipo competitivo, poco a poco nos conocemos más. Es más fácil entender lo que quiere el míster, y a partir de ahí estamos dando un buen rendimiento. Pero también creo que podemos mejorar, aunque contra el Nàstic estuvimos muy bien y es bueno que el Mestalla este ahí. El hecho de poder competir con cualquiera y que la gente lo sepa. Tenemos jugadores, entrenador y escuela, podemos hacer cosas importantes este año. Hemos empezado y jugado mejor que el año pasado, tenemos margen de mejora y al final podemos estar arriba perfectamente, sin ningún problema.
Y quién le iba a decir a usted todo esto el primer día que pisó la Ciudad Deportiva de Paterna, hace ya muchos años.
La verdad es que cuando llegue con 14 años sólo había hecho un viaje previo a España con la Fundación Samuel Eto’o, a León para jugar un torneo, pero no vimos Europa tal como es. Los del Valencia vinieron a buscarme al aeropuerto para hacer la prueba y me sentí como si fuera un jugador importante. No entendía el castellano y solo hablaba francés, pero Vicente Cuxart me dio tranquilidad y me dijo que todo el mundo me iba a recibir bien, era lo poco que entendía del castellano. Enseguida me dieron las botas de fútbol y una cocinera que hablaba francés me ayudó. Entre todos me dieron ánimos y mucha confianza en el primer día. Y luego salí a jugar y vi el paraíso, la Ciudad Deportiva, me quedé impresionado con el campo y las buenas botas. Era un césped natural, muy distinto al de Camerún, donde jugaba en un campo sin césped y en un equipo donde compartíamos el terreno de juego. Llamé a mi madre y a mis hermanos y les dije donde estaba, no me lo creía porque hasta me hacían la cama, que era algo que nunca me había pasado. Me quedé emocionado y llorando un poco por la noche, pero lo mejor vino al día siguiente.
¿Qué pasó? No mantenga la incertidumbre…
Me levanté al día siguiente para desayunar, sin camisa y con algo de sueño, y veo a David Villa. Como acababa de levantarme yo pensaba que era un sueño, pero él me saludó y me quede pensando que no podía ser verdad, que estaba soñando. Entro en el comedor y veo a Joaquín haciendo bromas. Me pregunto qué tal y de donde era, y yo no me podía creer que ellos hablaran conmigo. Fue un momento inolvidable, no podía ni desayunar. Me he quedado para siempre con esa imagen al ver a Albelda, Joaquín, Villa... Fueron mis primeras impresiones cuando llegue aquí, inolvidables.
Momentos que le marcan, como otros que ha vivido en los últimos tiempos con el primer equipo del Valencia CF.
Claro que sí, como cuando debuté en Burjassot. Me quede impresionado al compartir vestuario con el primer equipo. Me animaron y estuve sentado al lado de Parejo, también con Míchel que es muy bromista. Javi Fuego es una persona maravillosa, me dio consejos y me animaba cuando perdía una pelota en los entrenamientos. Con Fede también tuve muy buen rollo porque es amigo mío, y Ray y Djukic estuvieron dándome muchos consejos.
¿Y Rufete? Cuente cómo está siendo el trato con usted, qué significa su figura para los canteranos que trabajan día a día en la Academia de Paterna.
No hemos hablado muchas veces, pero cuando le conocí empezó con bromas, es alguien muy cercano y habla conmigo en los entrenamientos. Eso significa mucho para mí. Además, sé que él está contento con mi mejora y piensa que todavía puedo dar más. Está siempre ahí, a todos los niveles, y eso es algo que tenemos muy en cuenta los canteranos.
Sería imperdonable hacerle una entrevista a un futbolista camerunés y no acabar preguntándole por Samuel Eto’o.
Lo es todo, el ejemplo a seguir para cada joven, es la esperanza y no puede ni andar por la calle en mi país. Es un ejemplo por lo que ha hecho como jugador y persona, yo estoy aquí gracias a él, y Leuko todavía está en su Fundación y le ha ayudado mucho. Es Dios en Camerún, y será emocionante si algún día se convierte en seleccionador. Hablar de Samuel es hacerlo de una fantástica persona y un ejemplo para mí. Desde luego que es más que Roger Milla en mi país, cuando marcaba el Barça era como si hubiera marcado la selección nacional. Esa es la importancia de Eto’o en Camerún.