Mariano García Montes y Carlos Martínez de Coca, que aprovecharon el boom del ladrillo, intermedian para la compra del Valencia
LOS DATOS
400
millones de euros es la cifra que maneja la oferta árabe para hacerse con el Valencia.
91
millones es la deuda que tiene la Fundación con Bankia. Estos se deben pagar al contado.
220
son los créditos del Valencia con la entidad bancaria. Aquí cabe quita y refinanciación posterior.
130
millones es el dinero que se necesita aproximadamente para terminar las obras del nuevo estadio.
LAS PROPUESTAS
Petróleo árabe. La oferta árabe vendría avalada por una de los grandes empresa de crudo y sustentada por el Estado.
TPG. La propuesta que llegaba de América pierde fuerza. La firmeza con la que irrumpió ya no se mantiene.
Los rusos. La oferta rusa, con una empresa de gas detrás, intenta cerrar todos los flecos para estar el 1 de abril sobre la mesa.
H. E. | VALENCIA..-
Dos conocidos empresarios valencianos son los mediadores en la oferta de capital árabe interesada en la compra del Valencia. El ingeniero Mariano García Montes y el constructor Carlos Martínez de Coca Domínguez serían, como se conoce en este tipo de casos, los conseguidores del proyecto, según las fuentes consultadas por este periódico. Ambos desfilaron hace algunas semanas por el despacho del conseller de Economía, Máximo Buch, con el fin de dar a conocer su propuesta y para pulsar si obtendrían el respaldo del Gobierno valenciano en el caso de que su oferta tuviera opciones de hacerse con el Valencia.
La relación laboral entre ambos existe. García Montes y Martínez de Coca, en calidad de administradores solidarios, crearon en 2013 una empresa llamada The Unique Premier 54 Sociedad Limitada que comenzó sus operaciones el 1 de febrero del año pasado, según publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 4 de marzo de 2013. Esta sociedad tiene como objeto social la compraventa de inmuebles urbanos y rústicos además del arrendamiento de las propiedades. La sede estuvo ubicada en un primer momento en la calle Cirilo Amorós de Valencia aunque en agosto del año pasado se publicó en el BOE el cambio del domicilio social a la avenida de Aragón.
La empresa, bajo la marca The UP54Ltd, no tiene ninguna relación internacional y tan sólo presenta una página en Facebook en la que aparece un álbum de vehículos de época y de lujo sin ninguna actividad aparente más. Ni siquiera tiene página web.
Los dos constructores valencianos también son los administradores solidarios de The Garage Motto Sociedad Limitada, una firma que, al igual que la anterior, se dedica a la promoción inmobiliaria y de la que tampoco se conocen excesivos datos.
El currículum de ambos
Mariano García Montes hizo carrera como director de obras de l'Oceanogràfic de Valencia. Como administrador único de la empresa Civis Project Management hizo fortuna con uno de los proyectos más emblemáticos de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Las cosas, después, empeoraron con la crisis y en 2011 se procedió a la subasta por orden judicial de bienes de Civis por valor de 650.000 euros.
Este ingeniero valenciano también participó de otros negocios que tampoco tuvieron un recorrido muy largo. Uno de ellos, Torre del Marqués, que gestionaba una finca en Teruel, terminó con embargos y notificaciones por insolvencia. Esta empresa, vinculada al negocio de la hípica, registró hasta 83 reclamaciones administrativas de la Seguridad Social, además embargos e impagos, de los que el 91% estaba relacionado con entidades de crédito. El negocio de los amarres de embarcaciones en la Marina Real aprovechando la Copa América con la empresa Valencia Superyacht también naufragó con varios embargos y el pago por valor de casi 90.000 euros a American Express de España por sentencia judicial.
Incluso tuvo en propiedad el velero Ivanhoe, uno de los grandes caprichos naúticos de los entendidos en el mundillo del mar y que ahora está a la venta en páginas web especializadas por un precio de salida de 800.000 euros. García Montes optó, según las fuentes consultadas, a un proyecto que finalmente ganó Terra Mítica y proyectó un parque temático de aviones en Seattle, que no se pudo llevar a cabo. Varias de las iniciativas que llevaba entre manos en las últimas fechas tampoco se han podido ejecutar.
El gerente de Zamir
La vida empresarial de Carlos Martínez de Coca no ha sido mucho mejor que la de su socio en los últimos tiempos. Fue gerente de Zamir Siglo XXI, una de las empresas que floreció al calor del boom inmobiliario. La valenciana Encoval -donde Martínez de Coca era el consejero delegado- tenía un porcentaje de participación bastante alto de Zamir junto a otras firmas radicadas en Madrid. Las dos empresas, Zamir y Encoval, entraron en concurso voluntario de acreedores. La primera, por ejemplo, acabó en liquidación con un pasivo de más de 100 millones de euros. La crisis económica se llevó por delante parte de los negocios de estos dos empresarios valencianos. Pese a todo, ambos, apoyados por un abogado valenciano con oficina en la calle Conde Salvatierra de Valencia, han iniciado un proyecto para mediar en una de las ofertas interesadas en la compra del Valencia. Tanto Martínez de Coca como García Montes han pisado despachos del Gobierno valenciano donde tienen buenos contactos.
Una de las ofertas árabes, se dice que incluso puede haber más de esta procedencia, podría haberse dirigido a Bankia antes de que se iniciara el actual proceso. El banco conocería sus intenciones desde mediados de enero, lo que llevaría a situarla como una de las favoritas para hacerse con el Valencia. La oferta inglesa con capital árabe vendría a Valencia con un proyecto que rondaría los 400 millones de euros más otro plus para acabar las obras del estadio de la mano de una multinacional en este tipo de proyectos.
La realidad es que hasta el día 1 de abril no se presentarán las ofertas vinculantes de compra. Así lo tiene asumido la propia Bankia, que sabe que hasta minutos antes de que se cierre el plazo no darán la cara las propuestas que puedan optar a comprar el Valencia. Hay quien incluso piensa que no llegará ninguna al final del proceso, aunque el presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido que hay algunas con enjundia.
Mientras la carrera sigue abierta, cada día no paran de surgir nuevos nombres. A la presidencia del Valencia se ha vinculado a cargos del PP como Alfonso Rus, que nunca ha escondido su predilección por presidir el club, así como a exfutbolistas como Amedeo Carboni, que se mantiene expectante.