VALENCIA
"Ahora son otros los que deben terminar sus acuerdos", deslizaba sutilmenteAurelio Martínez en referencia a que Bankia y Lim tendrán que entenderse en un plazo máximo de 15 días para hacer efectivo el traspaso de la mayoría accionarial de la Fundación a Meriton Holding. Una negociación que se jugará en dos campos, resolver el asunto de Porxinos y refinanciar las deudas de Fundación y club con la entidad bancaria.
Será el capítulo final en la búsqueda de soluciones a problemas económicos, sociales, políticos y deportivos que al mismo tiempo desenmascara una turbia realidad de codazos, patadas por debajo de la mesa y luchas despiadadas. Son las luces y sombras del proceso de venta del Valencia CF:
'GOLES A FAVOR' DE UNA OPERACIÓN COMPLEJA
1- Un problema histórico que queda resuelto: A comienzos del año 2009 el Valencia CF paralizaba las obras de su nuevo estadio, la deuda del club tocaba techo en 550 millones y la crisis financiera imposibilitaba dar salida al viejo Mestalla, paralizando la macro operación diseñada por el ex presidente Juan Soler.
Un campo a medio construir, una ciudad deportiva entera por hacer, una ampliación de capital completada con un préstamo a una Fundación incapaz de devolverlo, que no da beneficios superiores al millón de euros anual y a la que no se le puede inyectar dinero de la caja del club porque sería asistencia financiera, y avalado por la Generalitat... En definitiva, un entramado depasos en falso para pegarle patadas hacia delante a un problema que parecía no tener solución y generaba desgaste al Consell. Incluso sonó el 'Fabra dimisión' en Mestalla.
La operación, pendiente de cristalizar, arranca el 'juguete' de manos políticas antes de que se rompa por completo. Un hecho que ha propiciadomovimientos en la sombra a última hora de parte de quienes se resistían a no poder manejar más el Valencia CF a su antojo, caso del 'fondo buitre' Cerberus o los votos en contra de los patronos de ayuntamiento (Grau) y Diputación (Bailach).
2- Ciudad y club adquieren una nueva dimensión: El Valencia CF tiene paralizados dos enclaves de alto valor inmobiliario, Mestalla y la Avenida de las Cortes Valencianas. De ahí que la Fundación VCF exija que se termine el nuevo Mestalla para poder dar salida a las parcelas del viejo. Esa operación desbloquearía dos puntos neurálgicos de la oferta inmobiliaria de la ciudad, revitalizando la entrada oeste a Valencia y uno de sus barrios más emblemáticos.
Del mismo modo, la presencia de Peter Lim en el Valencia CF tiende unpuente de negocio a club y ciudad con el mercado asiático, un activo que también proporcionaba la oferta de Wanda y que favorece la internacionalización. Si bien, a tenor de lo votado por los citados patronos, a algunos parecía no interesarles.
3- "Una plantilla de primer nivel": En el plano deportivo, el Valencia CF ya se ha empezado a interesar por jugadores cuyos traspasos y sueldos eran prohibitivos en los últimos años, son los Jackson Martínez, Enzo Pérez, Valbuena, Nani o Rodrigo. Su interés por confeccionar una plantilla de primer nivel también supone aspirar a mejores resultados deportivos y optar a mayores ingresos. Volver al escaparate de la Champions.
'GOLES EN CONTRA' DE LA VENTA
1- La venta del VCF refleja el fracaso en la gestión: La Fundación VCF no ha cumplido su cometido de lograr refinanciar la deuda y salvar la asistencia financiera, objetivos para los que Aurelio Martínez diseñó un plan de negocio presentado el pasado mes de septiembre, aquel tiempo en el quela venta no era una opción.
A su salida de este jueves por la puerta de autoridades de Mestalla era abrazado incomprensiblemente por los aficionados allí congregados, que también vitorearon a Amadeo Salvo. El ambiente general era de triunfo, sin embargo la venta del club evidencia que la fundación no ha sabido resolver la situación con el plan ideado por ella misma. Porque además, vender a Meriton supone perder el control de una seña de identidad valenciana, otra más que vuela a manos foráneas ante la incompetente gestión local.
2- Un proceso desastroso en las formas: Si existe algún manual de cómo no vender un club, posiblemente esté basado en el caso del Valencia CF. Pliegos de condiciones cambiantes, plazos para presentar ofertas que se prolongaban una vez concluidos, candidatos a comprar el club con pasados relacionados con la justicia...
Tampoco han contribuido a crear un clima de normalidad los diferentes interesados, con mención especial a Alfonso Rus y su despliegue ante los micrófonos. Del "desde Jaume I no ha habido aquí ningún moro gobernando" al "es una insensatez vender el Valencia CF por 20 millones" que a última hora espetó el presidente del PP valenciano.
3- Opacidad informativa: Las formas de los distintas partes que pugnaban por hacerse con el poder y defender sus intereses a toda costa también han dañado la imagen del club de puertas hacia afuera, donde entender el entramado Fundación-VCF-Generalitat-Bankia es tan complicado como descubrir el bosón de Higgs. Filtraciones interesadas, convocatorias por SMS y redes sociales, vulneración de la confidencialidad... El fútbol también mueve pasiones entre los dirigentes, aunque no del mismo color que lo hace entre aficionados.
ALGUNOS INTERROGANTES POR DESVELAR
La gran incógnita se resolverá antes del 15 de agosto, fecha en la que caduca la oferta de Peter Lim. Antes de ese día, tanto Bankia como Meriton deberán haber alcanzado un acuerdo.
Con Lim como nuevo propietario, se abren varios interrogantes sobre la gestión del Valencia CF. A destacar, el papel que jugarán los representados de Jorge Mendes en la nueva plantilla, o cuándo terminará de construirse el nuevo Mestalla, lo cual dependerá en buena parte de los plazos de pago de la deuda. La fecha ideal, para el centenario de la entidad en 2019.