El que fuera futbolista salió en 2001 después del gazapo de no avisar a Benítez en Novelda de de que jugaban cuatro extracomunitarios
C. V. | VALENCIA..-
Esta noche termina el plazo para que los accionistas del Valencia deleguen sus votos en quien consideren oportuno y a esas horas Amadeo Salvo ya habrá masticado su decisión sobre quiénes van a ser los seis candidatos a consejeros que le acompañarán durante los próximos cinco años en su 'viaje valencianista'.
La lista de esa media docena de elegidos está ya bastante perfilada y aunque el propio Salvo se esfuerza en guardar silencio al respecto para no romper las reglas del juego, hay uno de los escogidos que sobresale por encima del resto. Salvo ya dijo que quería una directiva «plural» y lógicamente en el abanico de posibilidades que hay que cubrir están las necesidades deportivas. Ahí el próximo presidente ha elegido a un hombre que ha hecho historia con la camiseta valencianista.
Juan Cruz Sol Oria volverá al Valencia después de doce años alejado del club. Sol salió de la entidad por culpa de un serio patinazo cuando ejercía las funciones de delegado. Fue en 2001 con motivo de un partido de Copa del Rey que el conjunto valencianista jugó y ganó en Novelda. El equipo era entrenado entonces por Rafa Benítez y el técnico ordenó un cambio con el desliz -suyo y de Sol- de que sobre el terreno de juego coincidieron cuatro jugadores extracomunitarios del Valencia (Ayala, Djukic, Serban y Aimar). En este caso, el que provocó el desbarajuste fue Dennis Serban, aunque el rumano ni llegó a participar en ninguna jugada.
Competición castigó al Valencia con la eliminación pese al 0-1 y Sol puso su cargo a disposición del consejo, que aceptó y nombró en su lugar a Manolo Maciá.
De cualquier forma, Salvo pretende recuperar la figura del que fuera durante trece años futbolista blanquinegro, que también pasó por el Real Madrid y que lució el 2 con la selección española. Sol desempeñó posteriormente la labor de ojeador para el Chelsea, lo que da fe de su prestigio internacional.
Ahora, a los 65 años, entrará a formar parte de la directiva valencianista. De Sol se espera que aporte la imagen de exjugador reconocido y de hombre que, llegado el caso, tiene que aportar también sus conocimientos futbolísticos.
Hasta ahora, ese rol lo estaba desempeñando Fernando Giner pero desde el primer momento el patronato tuvo claro que no iba a dar continuidad a nadie que hubiera pasado con anterioridad por la directiva. En dicho patronato, curiosamente, tiene voz y voto Giner pero en representación de la Asociación de Veteranos.
En esa idea de pluralidad que pretende imponer Salvo a la nueva directiva está el incorporar a gente capacitada para dominar y manejar áreas tan determinantes como pueden ser, además de la deportiva, la empresarial, la financiera o incluso el marketing. Tal y como ha transmitido en sus contactos, el próximo presidente del Valencia no quiere contar como compañeros con gente que actúe sin criterio propio y que se deje llevar.
Pese al atractivo que puede suponer ocupar uno de los sillones privilegiados del palco vip y lucir la condición de directivo del Valencia, no todos a quienes se ha dirigido Salvo han aceptado la propuesta de entrar a formar parte del proyecto. A pesar de esto y aunque ahora son seis los elegidos (más el presidente), la idea de la Fundación es ampliar con el paso de los meses el número de integrantes de la directiva.
De momento, a la junta del martes irán sólo estos siete. Antes, el lunes, Salvo cumplirá el trámite de llevar los nombres, el currículo y hasta la justificación al patronato para que sea éste el que respalde formalmente la candidatura.
Una vez pase la junta, a la Fundación le espera un papel más de segunda nivel, ya que en la primera línea de combate estará el nuevo consejo. Hasta que la 'due diligence' no esté terminada dentro de cuatro semanas, el patronato no puede avanzar en muchos de los frentes. Luego, después de esa auditoría tan especial que se ha encargado, la Fundación abrirá un nuevo concurso público para ver qué empresa especializada se hace cargo de la misión de buscar inversores extranjeros.
En este sentido, el patronato quiere ajustarse al modelo de máxima transparencia que se ha impuesto. Igual que eligió a KPMG por precio y condiciones quiere elegir la firma -también KPMG puede hacerlo- que durante los siguientes meses se encargue de presentar las mejores propuestas para hacerse con la explotación comercial del nuevo Mestalla.