MÁS DE UN MILLAR DE AFICIONADOS EN PATERNA
Nuno Espirito Santo abrió el entrenamiento y la afición ché acudió en masa a la Ciudad Depotiva aprovechando las vacaciones. Lo primordial era ver a las nuevas caras, a Santi Mina, a Bakkali y... a Danilo Barbosa, que al acercarse a la tribuna del Antonio Puchades se llevó la primera de las muchas ovaciones que espera recibir de Mestalla. Al brasileño se le notó falto de entendimiento con sus compañeros (sólo lleva dos sesiones con ellos), pero se ve a la legua la calidad que atesora. Todos sus controles son orientados, tiene un recorrido tan amplio que domina los espacios y su envergadura le hace tener una continua presencia para sus compañeros. Danilo se asocia, corta, levanta la cabeza, tiene sutileza al golpear el balón, es un futbolista que va acrecer a pasos agigantados.
Comenzó la sesión y parecía tímido, no entraba en juego, Nuno lo puso en uno de los ejercicios de comodín en busca de apoyos para uno de los equipos que estaban jugando un partido, pero no entraba en juego y se le veía con ganas de ser él quien estuviera en el terreno de juego. Tras 20 minutos le llegó esa oportunidad y comenzó a desplegar ese fútbol tan plástico como efectivo que tiene. Sus pases todos van al pie, tiene velocidad para ir al corte y el que sufrió en sus carnes la envestida de Danilo fue Piatti que acabó por el suelo. Pero tenía ganas de demostrar más, cada vez se asociaba más y la máquina comenzaba a funcionar.Sólo el calor y un estado físico al que le faltan esos 12 días de más que llevan sus compañeros pudieron hacerle mella, pero él como si nada. Quería más.
Nuno se dio cuenta y por eso lo volvió a sacar del partido para que volviera a ser comodín, pero él es un faro que gusta alumbrar a sus compañeros y volvió sentirse a gusto cuando le tocó volver a entrar en el partido que dispuso el técnico portugués. Nuno lo cuidó, le preguntaba, le explicaba individualmente cada ejercicio, estuvo muy pendiente de él, intentado que en todo momento se sintiera como uno más. Incluso Alcácer aprovechaba cualquier momento para comentarle algún lance del partido, pero Danilo sonríe poco,estaba tan concentrado en su primer día de entrenamiento que no llegó a disfrutar del todo, esa alegría le irá viniendo conforme pasen los días y conozca de qué es capaz cada compañero.
Los que sí ya están dejando detalles son Zakaria Bakkali y Santi Mina, el belga en forma develocidad y regates imposibles, mientras que el gallego dejó goles y sobre todo uno que fue aplaudido por todo el graderío del Mini Estadi. Bakkali se está quitando cualquier tipo de complejo que podría tener, tiene piernas de velocista, con una imponente masa muscular en los cuádriceps que le hacen tener una explosión en su tren inferior digna de mención. Pero lo importante es que cada vez encuentra a más compañeros en su manera de entender el fútbol, tocar rápido y buscar un apoyo corto. Y Santi Mina, que sigue pasito a pasito dejando muestras de que tiene una calidad desmesuada: sus goles llegan como ese goteo incesante, uno, dos, tres... y hay algunos que son para grabarlos. Ejecuta con ambas piernas y tiene una precisión muy alta, delante de portería falla muy poco. Así ha sido el primer día de entrenamiento abierto de la temporada y ha existido auténtica locura por ver a los futbolistas.La comunión entre afición y equipo se va a volver a dar esta temporada.