Vacaciones ligueras. Ese tiempo sin partidos de Madrid y Barça -los demás no se donde están, porque no los veo en el telediario- que da para especular y en algunos casos rajar. Pasamos de tener la final de la Copa Davis a no tener nada. De Negredo en la selección a Negredo en casa mientras Soldado sigue en la suya. Del coliderato del Levante al juego del Valencia.
Movimiento que no falte. Y como el absurdo debate Alves-Guaita se muere por incomparecencia de los contendientes, otros como Ricardo Costa llegan de tierras lejanas para hacernos la vida más fácil. Un chico que en Valencia no habla de su negro presente pero que, aprovechando la presencia en la selección portuguesa, se suelta una somanta de bofetadas a mano abierta que esperábamos hace tiempo. Suponemos que habla tan lejos de aquí convencido de que a tanta distancia no nos íbamos a enterar. El indescifrable misterio del cerebro de un futbolista.
Mientras, el otro Costa, Tino, influido sin duda por el legendario espíritu constructivo del Chori, suelta una torta a través de su Twitter. Imagino que pensó que como Emery y Llorente no twittean y no lo siguen, nadie en el club se enteraría de su inocente comentario. Del Twitter al Twister sólo hay 143 caracteres.
Y para seguir remando 'a full', hace unos días Maduro anunció por la radio que se quiere ir en enero si no juega, que la Eurocopa está a la vuelta de seis meses. Sin duda intuyó el holandés que, como Llorente y el resto de clubes de Primera no nos dejan entrar en los campos a narrar, ya nadie escucha la radio deportiva.
Feghouli asoma tímidamente la patita de su disconformidad mientras Parejo, Dealbert y demás titularísimos del PPV se preguntan qué habrán hecho para merecer esto. Falta por ver si Miguel y Banega -en temporada baja- se suman a esta fiesta del buen rollo. Y el Valencia a un punto del líder. Inocentadas propias del 28 de diciembre, pero en octubre. Al menos Emery tiene dos semanas para pensar en todo esto. Si tiene algo que ver, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario