VALENCIA.
El nuevo entrenador del Valencia CF, Juan Antonio Pizzi, ha entrado en el vestuario valencianista con las ideas muy claras. El técnico argentino ha mostrado durante sus primeras sesiones su carácter ante la plantilla y ha dejado claro que él es el nuevo líder y que además no le regalará nada a nadie.
Para ello, desde el primer momento, el mensaje que ha transmitido a sus jugadores ha sido de que todos van a tener su oportunidad, que deben emplearse a fondo en los entrenamientos, que estos primeros días han tenido como protagonista al preparador físico Alejandro Richino. Eso sí, Pizzi ha querido marcar una clara distancia entre él y sus jugadores.
El argentino no quiere compadreos, no quiere amiguismos. Se niega a que los jugadores cojan confianza con él. Ese es un detalle que no ha pasado por alto ante la plantilla, que valora la intensidad de los primeros entrenamientos y también la personalidad que ha mostrado el nuevo entrenador ante ellos.
Pizzi sabe que está ante un difícil reto y ante un vestuario con problemas de convivencia. Su medicina ha sido llegar con mucha carga de trabajo y dejando claro desde el primer día que él manda y no tiene preferidos.
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