J. V. Aleixandre
Desde el pasado invierno se sabe que David Albelda no iba a seguir en el
Valencia. El mismo se encargó de anunciarlo de manera oficiosa, e
incluso insinuó que su intención era marcharse hacia alguna de las
emergentes ligas árabes. La irresistible tentación del petrodólar, y la
rutina de más de una década, le marcaban nuevos horizontes. Luego,
avanzada la temporada, el excapitán puso el freno de mano a su marcha, y
coqueteó con una posible continuidad. Para entonces, el encargado de
los fichajes, nos hizo saber, mediante la oportuna filtración a sus
paniaguados, que Javi Fuego era el elegido para sustituir al de la Pobla
Llarga. Ese periodo coincidió también con la eclosión de Dani Parejo,
que comenzó a desplegar sus cualidades para adueñarse de la zona ancha.
Poco después, Ernesto Valverde nos descubría las posibilidades que
apunta Víctor Ruiz para adaptarse a ese enclave. Una posición en la que
tambien ha actuado Banega, a pesar de no ser la suya. Y tampoco debemos
olvidarnos de Fernando Gago, un mediocentro clásico. De momento, sigue
perteneciendo al Valencia. Más aún: resultará complicado traspasarlo y
casi imposible conseguirlo por la misma cantidad que costó. (En esa
operación, Florentino embaucó a Llorente y se la metió doblada).
Ahora, con la llegada de Oriol Romeu „ futbolista idóneo para ese
emplazamiento„ el VCF accede a los desos del nuevo entrenador, pero se
carga con media docena de jugadores aptos para un mismo puesto, mientras
que hay carencias evidentes en otras demarcaciones. Una vez más, o
Braulio carece de criterio, o si lo tiene, no consigue imponerlo. Entre
ambas posibilidades, no sabría decirles cual es la peor. Resultado: el
VCF carece de planificación a medio y largo plazo. Todo funciona a salto
de mata, según surge. Por tanto, el precio que se paga también es más
caro.
http://www.levante-emv.com/deportes/2013/07/13/rico-mediocentro/1015995.html
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