La queja de este colectivo provoca que el club anuncie casi de inmediato que va a reunirse para ver cómo lo arregla
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
Con el número de socios en caída libre desde hace cuatro años y el equipo a un paso de descabalgarse de la próxima edición de la Champions League, el próximo consejo de administración -que de momento es una incógnita- tiene ante sí uno de los retos más ambiciosos que se ha marcado el club en el último lustro y que tantas críticas ha provocado a los actuales dirigentes: recuperar el pulmón de Mestalla.
Con tal finalidad, el Valencia dio a conocer ayer los precios de los abonos de la próxima temporada, sin duda una de las últimas decisiones de la actual directiva, que ha contado para ello con la bendición del patronato. Y de inmediato ha saltado la chispa con el plante de la Grada Joven, un colectivo que se siente herido por el trato recibido.
Después del pinchazo que se ha sufrido en el presente ejercicio, con un número de socios situado en 32.000 según el discurso de investidura de Aurelio Martínez (muy lejos de los 46.000 que se tenían en la temporada 2009-10 y los 36.700 que constituían el censo oficial), el Valencia tenía muy claro que había que rectificar pese a que esto supondría un descenso en cuanto al dinero recaudado por este concepto. De esta forma, la bajada de precios ha sido global y afecta a todos los sectores, situándose la media aplicada en torno al 20%. No hay ninguno que se haya no sólo subido, sino incluso mantenido.
Pero, como suele ocurrir cuando se toma decisiones de esta trascendencia, nunca llueve a gusto de todos. Lo que debía haber sido una celebración general de los aficionados, porque la rebaja ha resultado sustancial, se ha visto salpicado casi de inmediato por el malestar que sienten los componentes de la Grada Joven. Quizá de haberse sentido afectados los aficionados de otro sector la repercusión habría pasado desapercibida. Pero precisamente se han considerado perjudicados los componentes del grupo más activo y animoso, tanto dentro como fuera del estadio.
Los precios se conocieron por la mañana y las reacciones no se hicieron esperar, hasta el punto de que el portavoz de este colectivo, Francisco Rausell, ponía voz en pocas horas a las quejas del grupo. «Con estos precios nos están mandando el mensaje de que quieren cargarse la grada de animación. Es una herida de muerte». Consideran los miembros de este grupo que el club no ha tenido el suficiente tacto con ellos.
Para ello se fijan en los precios que se ha puesto para otros sectores, situados algunos por debajo de esos 300 euros que deben pagar ahora los abonados de la Grada Joven (los accionistas 220 euros). Esta temporada que está a punto de concluir, el precio para los socios de dicho sector estaba fijado en 365 (con el descuento de 10 euros si no se quería el 'pack' de Champions), lo que implica por tanto un 17,8 % de rebaja. Es esa cifra donde prácticamente se sitúa la media general que se ha aplicado.
No obstante, en la comparativa el Valencia ha apretado mucho más en otros sectores y es ahí donde empiezan los reproches. En Gol Xicotet Alto, por ejemplo, la rebaja es sustancial pasando de 300 a 200 euros, lo que implica un 33% de descenso. En las zonas más nobles del estadio, las tres de tribuna, la rebaja va desde el 29% de la tribuna central hasta el 22% de la tribuna baja, pese a que se trata de áreas donde, sobre el papel, se ubican aficionados con mayores posibilidades económicas.
El problema lo resume Rausell de la siguiente manera: «Seguimos sin tener los precios más baratos del estadio, que sería lo lógico porque somos gente joven. Con los problemas que hay de dinero, ahora puede haber gente que prefiera sacarse el pase de otra zona más barata a seguir con nosotros. El año pasado ya no era el más barato y está visto que no han sabido solucionar este tema».
Coincide la reivindicación con un momento en que la Grada Joven, después de pelear lo suyo para que el Valencia aceptara su implantación, quería expandirse y tener más elementos. Ahora son 1.300 pero el club aceptó estirar la zona hasta los 2.500. Se ha demostrado a lo largo de este irregular ejercicio que su aliento ha empujado a los jugadores y contagiado al resto del estadio. Pero también es verdad que no es la primera vez que se crean tensiones entre estos aficionados y el club.
No obstante, el Valencia no tardó tampoco en reconsiderar su postura. Se hizo eco rápidamente de las quejas de la Grada Joven y por la tarde el club admitía haberse puesto en contacto con los responsables del grupo, emplazándolos a mantener próximamente una reunión. La predisposición del Valencia en este sentido es buena hasta el punto de afirmar que «de alguna forma u otra se arreglará», sin entrar en más detalles.
La incertidumbre europea
La premura en la confección de los precios de los abonos -el resto de clubes aún no los ha decidido- deja en el aire qué va a pasar para los partidos de la competición europea. El Valencia aún no sabe qué va a jugar y por lo tanto se verá obligado a hacer públicos con posterioridad los precios de un 'pack' en función de si juega la Europa League o la Champions. Eso sí, avisa el club de que serán baratos.
Este año ha hecho daño a la vista observar cómo en la mayoría de partidos Mestalla ha presentado un aspecto un tanto frío en cuanto a número de espectadores. Ni la Champions, como ocurrió también el curso anterior, tuvo el tirón suficiente entre los aficionados.
Ese ha sido uno de los argumentos que más se ha escuchado en las últimas juntas de accionistas. Los reproches al consejo en este sentido quedaron patentes. En la asamblea de finales del año pasado se tomó como ejemplo la gestión que hizo el Levante a la hora de potenciar, con su política de precios, el aumento de socios. El club granota aún no ha señalado cuáles serán los de la próxima temporada pero los de ésta contemplaban el más barato (fondos) por 145 euros para los accionistas, siendo la tribuna para el público a 440 euros.
Nada que ver por supuesto con el nivel al que sitúa el Real Madrid, con abono de Champions incluido, el más caro: 2.325 más los 145 euros, que hay que abonar por ser socio. Lo más barato que tiene está en 217 euros más esa cuota de socio.
Una referencia más ajustada a la realidad valencianista puede ser la de clubes como Atlético y Málaga. En el club colchonero se encontraban pases anuales por 325 euros mientras que por lo alto la preferencia costaba 1.190; pero había que añadir para los interesados en ver la Europa League y la Copa un plus de entre 85 y 190 euros. En el Málaga se encuentran abonos por 292 euros para los que renovaban el pase siendo 1.340 euros el más caro.
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