El expresidente se despide de jugadores, técnicos y empleados y ve el encuentro del Mestalla desde la puerta de vestuarios
07.04.2013 | 00:11
VICENT CHILET | VALENCIA
El primer día de Manuel Llorente como expresidente del Valencia transcurrió en la ciudad deportiva de Paterna, en la que pasó ayer por la tarde más de tres horas para despedirse de técnicos, jugadores y empleados de la escuela. Su presencia coincidió con el partido de Segunda B disputado entre el Mestalla y el Olímpic de Xàtiva. Llorente presenció el encuentro, pero lo hizo desde la puerta de los vestuarios. A pesar de la insistencia de Salvador Gomar, delegado social del equipo filial, el expresidente prefirió no subir al palco y evitar fotos y comentarios.
En su lugar, fue Fernando Giner quien ejerció de máximo representante del club, en una especie de ensayo de lo que volverá a suceder esta noche en Mestalla contra el Valladolid donde el exdefensa, probable presidente de transición, será la cabeza visible en el palco. Se dio la circunstancia de que Giner, que reservará las declaraciones para esta noche, vio sobre el campo a su hijo Ferran, extremo zurdo del Olímpic.
Llorente se dejó ver en el Mini Estadi a las 16:55 horas, cuando se llevaban disputados 25 minutos de un partido del que ya no se perdería detalle. De pie, Llorente fue intercambiando impresiones con el técnico Ernesto Valverde y el secretario técnico Braulio Vázquez. También con el capitán David Albelda, uno de tantos futbolistas que apareció en el partido del filial coincidiendo con el entrenamiento vespertino a puerta cerrada de la primera plantilla. Una vez acabado el encuentro, Llorente, sin abandonar el vestíbulo de la ciudad deportiva, fue despidiéndose de todos los trabajadores del club. Su primera idea era la de quedarse a cenar con la plantilla, pero finalmente abandonó la ciudad deportiva a las 20:05 horas. Perseguido por los periodistas, se marchó sin hacer declaraciones, sin siquiera detener el coche. Sonriendo y algo sobreexcitado, sacando la lengua y levantando el pulgar en señal de afirmación, aseguró que se había despedido de los empleados y que se marchaba «muy contento».
Rus, también de incógnito
Sin mediar palabra abandonó la ciudad deportiva Alfonso Rus. El alcalde de Xàtiva, presidente de la Diputación de Valencia y máximo responsable del Olímpic, también quiso evitar su foto en el palco del Mini Estadi. Una instantánea que, en el momento actual del club, con su transición de poder, y por la reconocida pretensión de Rus de alcanzar algún día la presidencia del Valencia, a la que ya aspiró en los tiempos de Francisco Roig, habría cobrado mucho simbolismo. Rus, en cambio, prefirió ver el encuentro en la tribuna, como acostumbra en los partidos a domicilio, como un aficionado más, fumando un puro y tratando de pasar desapercibido.
Sin mediar palabra abandonó la ciudad deportiva Alfonso Rus. El alcalde de Xàtiva, presidente de la Diputación de Valencia y máximo responsable del Olímpic, también quiso evitar su foto en el palco del Mini Estadi. Una instantánea que, en el momento actual del club, con su transición de poder, y por la reconocida pretensión de Rus de alcanzar algún día la presidencia del Valencia, a la que ya aspiró en los tiempos de Francisco Roig, habría cobrado mucho simbolismo. Rus, en cambio, prefirió ver el encuentro en la tribuna, como acostumbra en los partidos a domicilio, como un aficionado más, fumando un puro y tratando de pasar desapercibido.
Media hora después de acabar el encuentro, Rus y sus acompañantes abandonaron en coche el recinto. Rus nunca ha escondido su anhelo de presidir la entidad. Sin embargo, no parece que éste sea su momento, por sus obligaciones públicas.
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