El Valencia salvó con nota su primer compromiso serio de la actual pretemporada. Visitó al Hannover, que no es uno de los grandes de la Bundesliga, pero que es alemán. Y ya se sabe. Aquí no hay enemigo pequeño, pues por modesto que sea un club teutón, sólo con meterle ritmo, físico, te echa metros atrás y hasta te golea. No fue lo que sucedió ayer, porque el cuadro que dirige Unai Emery estuvo bien plantado durante gran parte del choque y, con buen juego en algunas fases, se impuso con merecimiento para continuar con la estela dejada por España en el Mundial, castigando a Alemania.
Los de Mestalla no lucieron el toque tan prolongado y de máxima calidad que atesora el combinado español, entre otras cosas porque la creación y solvencia no es el fuerte de Topal y Fernandes, pero con el trabajo de ambos, la solvencia técnica de Isco, Joaquín o Vicente y el desgaste e instinto de Soldado fue suficiente para imponer la ley del más fuerte. El gol local, tras el que llegó el pitido final, fue una simple anécdota.
El primer periodo tuvo dos fases muy definidas. Los quince minutos iniciales, de mando total del Hannover y los treinta siguientes en los que, hasta llegar al descanso, el dominio y el control fueron del Valencia. Y la pegada. Fuerte. Contundente, marcando dos goles de bella factura en las ocasiones más claras generadas por los de Emery.
En esos primeros quince minutos, los alemanes llegaron con excesiva facilidad a los dominios de un Moyá, firme y seguro esta pretemporada, lo cual también es una inmejorable noticia. El Hannover, con Schlaudraff tomando protagonismo a la hora de fabricar fútbol, incluso dando ese último pase de gol al compañero mejor situado, llegó a arrinconar al Valencia. La falta de puntería local impidió que se adelantaran en el marcador.
Eran los momentos en los que los valencianistas transmitían una imagen como de estar en uno de los entrenamientos de Eslovenia. Es decir, moviéndose y basculando, con excesiva lentitud, como si se tratara de un ensayo. Los alemanes les desbordaron una y otra vez.
Cuando pasó la caraja, cuando salieron de su letargo, los de Emery demostraron con hechos que ya están en condiciones de ofrecer algo más que una pachanga para ir cogiendo ritmo. Isco asumió protagonismo, Joaquín y Vicente trabajaron bien sus bandas y la movilidad de Soldado hizo el resto para resquebrajar a la zaga local.
Con el Hannover ya a remolque, minuto 21, llegó la acción más brillante del encuentro. Combinación valencianista perfecta de tres cuartos de campo hacia adelante, culminada con disparo de Isco que iba a la red, pero lo impidió un defensa. El rechace lo aprovechó Fernandes para engatillar y obligar a lucirse al meta Fromlowitz; paradón y córner. Se bota en corto, Joaquín sirve y Soldado culmina con la cabeza.
El Valencia no se conformó y, aunque sin forzar la máquina, siguió mandando. La presión que Soldado y Vicente ejercían sobre la defensa alemana les impedía sacar el cuero jugado. Enlazar con sus compañeros, lo cual facilitaba mucho la tarea de los centrocampistas y la zaga blanquinegra vivía sin los agobios anteriores.
Por eso, el segundo tanto no se hizo esperar. Contra rápida con Joaquín en la arrancada, combina en diagonal con Soldado y la perfecta devolución del ariete permite al andaluz controlar ya en el área, avanzar unos metros y cruzar por bajo ante la salida del cancerbero. Bella acción y justo premio.
Después, tras el descanso, se cumplieron las previsiones. Emery mantuvo el mismo equipo inicial. Hay que ir conformando un bloque base y así se hizo. Más minutos acumulados. Más de una hora de juego para los que fueron reemplazados.
En este segundo periodo decayó el juego. Fue mucho más lento. No tuvo la viveza anterior. El cansancio hizo mella. Y el espectáculo lo acusó. Los aficionados alemanes llegaron a hacer sonar tímidos silbidos hacia sus jugadores, incapaces de salir de la presión valencianista, con un Isco muy metido en faena, derrochando facultades y jugando muy bien el balón. Gran partido el suyo.
Vicente, antes de marcharse, perdonó el tercero, minuto 64, al rematar mal un excelente servicio de Isco. Con todo sentenciado, el Valencia reservó energías, si es que quedaban. Llegaron los cambios y sólo quedaba dejar que avanzara el reloj camino del epílogo. Dentro del muy buen tono general de todo el equipo valencianista, destacar también la tarea de Soldado. Bajando a recibir, abriendo el juego y recuperando su posición, mostrando movilidad, remate y gol.
Prueba superada, en definitiva, mejorando el juego y también la imagen. Hoy, en Marsella, será otro equipo el que inicie el encuentro, a la espera de que su rendimiento sea, como mínimo, igual al ofrecido ayer. Buenas sensaciones.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-08-01/equipo-mayor-pegada-20100801.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario