«No he conocido ninguna plantilla que diga queva a cargarse al entrenador», afirma el valenciano
APOYO.
APOYO.
David Albelda se suma a la causa de Emery.
Emery sigue sumando adeptos a la causa. Al menos públicamente. Una cosa es que la grada y hasta el consejo empiecen a tener sus dudas sobre la capacidad del técnico para salvar estos continuos tropiezos y otra bien distinta la respuesta que están dando las voces más autorizadas del vestuario. Si el lunes era Marchena el que respaldaba el trabajo del entrenador, ayer se subió a la causa a Albelda. El valenciano siguió el discurso, con algún nuevo matiz, que el capitán ofreció un día antes. De momento el técnico puede presumir de tener de su lado al grupo, si no al cien por cien sí a la mayoría. Habría que ver qué dice la gente que menos minutos juega.
Pero por lo que dice Albelda, no hay por qué alarmarse. De momento. En cualquier caso, deja las cosas claras: «No he conocido nunca una plantilla que diga: 'vamos a cargarnos al entrenador', me parecen barbaridades. Los resultados negativos te hacen dudar de las cosas pero los jugadores debemos aplicarnos al máximo y seguir la línea que marca el entrenador». Es decir, el sistema de Emery todavía tiene soporte... de puertas para adentro: «Creo sinceramente que con los cuatro o cinco jugadores que tenemos arriba es para atacar, no podemos tenerlos continuamente defendiendo».
El problema es que los goles siguen cayendo y rompiendo la dinámica positiva. Emery, de momento, es el centro de todas las críticas. La diana más fácil también. Albelda, en cualquier caso, amplía la responsabilidad. «Estaría bien analizarnos cada uno y ver dónde podemos mejorar. Lo más fácil es echar al entrenador pero es evidente que los problemas no pueden recalar en una sola persona. A nivel de jugadores tenemos que pensar qué podemos hacer más y también en lo defensivo, si voy para arriba, ir luego para abajo».
Lo que sí fue exclusivamente cosa del entrenador fue el cambio de Maduro por Éver el sábado. Y el público se pronunció con contundencia. No le gustó una sustitución que resultó desacertada. «En este caso lo de Unai no es nuevo en Mestalla. Se vive mucho el presente. A Quique se le cuestionó por barraquero y ahora estamos en el lado opuesto, pecando de atacar demasiado. La gente quiere que se maten los partidos. Recuerdo que en diciembre del año de Rafa Benítez, decían que estaba en la calle si perdíamos aquel partido de Montjuïc».
«La exigencia es alta»
Lo que parece por ahora es que la situación anímica y deportiva del Valencia no tiene mucho que ver con lo que ocurrió hace dos años, cuando el equipo naufragó y no supo salir a flote. «No percibo eso. Hay que tener tranquilidad y seguir trabajando. Se ha hecho un esfuerzo grande por mantener jugadores importantes y por lo tanto la exigencia es alta, primero hay que entrar en Champions. A veces también nos olvidamos de los contrarios. El Atlético es un buen equipo con un presupuesto muy alto y con jugadores de mucho nivel». Además y como explicación, añade: «Fue un partido abierto donde hicimos lo más difícil, que era remontar el primer gol, en general jugamos bien. Tal vez nos falte mejorar en defensa, en eso todos estamos de acuerdo, pero hay que hacerlo en conjunto, no sólo los cuatro defensas».
Puesto el centrocampista valenciano ha entrar en algún detalle en concreto, apunta tomando como referencia el gol encajado ante el Atlético el sistema de vigilancia para evitar el contragolpe. «Por resumirlo en una palabra, hay que buscar -eso lo apuntó días atrás el propio Emery- el equilibrio entre ataque y defensa. El equipo tiene un nivel alto de juego cuando tiene el balón y cuando ataca, porque hay gente goleadora, pero falta controlar las contras. Estamos mirando vídeos y tratando de corregirlo».
Si hay algo que ha quedado claro es el afán que pone Emery en resolver el nudo en el que se ha metido el equipo. Otra cosa es cuándo se puede empezar a ver la mejoría. Por supuesto, el consejo no quiere sustos ante el Génova y ni mucho menos pensar en otra vuelta de tuerca con las rotaciones y espera buena pesca en Santander. Precisamente, de los 10 cambios con los que sorprendió Emery en Lille (el equipo sacó un 1-1 casi de milagro), Albelda tiene su particular opinión. Pasa de puntillas sin mojarse en exceso. «Hay jugadores muy importantes e imprescindibles pero tienes que buscar el hueco para darles descanso. No es fácil. Si cambias a once mal pero si ganas bien. No es fácil cambiar once y hacer buen partido».
Emery sigue sumando adeptos a la causa. Al menos públicamente. Una cosa es que la grada y hasta el consejo empiecen a tener sus dudas sobre la capacidad del técnico para salvar estos continuos tropiezos y otra bien distinta la respuesta que están dando las voces más autorizadas del vestuario. Si el lunes era Marchena el que respaldaba el trabajo del entrenador, ayer se subió a la causa a Albelda. El valenciano siguió el discurso, con algún nuevo matiz, que el capitán ofreció un día antes. De momento el técnico puede presumir de tener de su lado al grupo, si no al cien por cien sí a la mayoría. Habría que ver qué dice la gente que menos minutos juega.
Pero por lo que dice Albelda, no hay por qué alarmarse. De momento. En cualquier caso, deja las cosas claras: «No he conocido nunca una plantilla que diga: 'vamos a cargarnos al entrenador', me parecen barbaridades. Los resultados negativos te hacen dudar de las cosas pero los jugadores debemos aplicarnos al máximo y seguir la línea que marca el entrenador». Es decir, el sistema de Emery todavía tiene soporte... de puertas para adentro: «Creo sinceramente que con los cuatro o cinco jugadores que tenemos arriba es para atacar, no podemos tenerlos continuamente defendiendo».
El problema es que los goles siguen cayendo y rompiendo la dinámica positiva. Emery, de momento, es el centro de todas las críticas. La diana más fácil también. Albelda, en cualquier caso, amplía la responsabilidad. «Estaría bien analizarnos cada uno y ver dónde podemos mejorar. Lo más fácil es echar al entrenador pero es evidente que los problemas no pueden recalar en una sola persona. A nivel de jugadores tenemos que pensar qué podemos hacer más y también en lo defensivo, si voy para arriba, ir luego para abajo».
Lo que sí fue exclusivamente cosa del entrenador fue el cambio de Maduro por Éver el sábado. Y el público se pronunció con contundencia. No le gustó una sustitución que resultó desacertada. «En este caso lo de Unai no es nuevo en Mestalla. Se vive mucho el presente. A Quique se le cuestionó por barraquero y ahora estamos en el lado opuesto, pecando de atacar demasiado. La gente quiere que se maten los partidos. Recuerdo que en diciembre del año de Rafa Benítez, decían que estaba en la calle si perdíamos aquel partido de Montjuïc».
«La exigencia es alta»
Lo que parece por ahora es que la situación anímica y deportiva del Valencia no tiene mucho que ver con lo que ocurrió hace dos años, cuando el equipo naufragó y no supo salir a flote. «No percibo eso. Hay que tener tranquilidad y seguir trabajando. Se ha hecho un esfuerzo grande por mantener jugadores importantes y por lo tanto la exigencia es alta, primero hay que entrar en Champions. A veces también nos olvidamos de los contrarios. El Atlético es un buen equipo con un presupuesto muy alto y con jugadores de mucho nivel». Además y como explicación, añade: «Fue un partido abierto donde hicimos lo más difícil, que era remontar el primer gol, en general jugamos bien. Tal vez nos falte mejorar en defensa, en eso todos estamos de acuerdo, pero hay que hacerlo en conjunto, no sólo los cuatro defensas».
Puesto el centrocampista valenciano ha entrar en algún detalle en concreto, apunta tomando como referencia el gol encajado ante el Atlético el sistema de vigilancia para evitar el contragolpe. «Por resumirlo en una palabra, hay que buscar -eso lo apuntó días atrás el propio Emery- el equilibrio entre ataque y defensa. El equipo tiene un nivel alto de juego cuando tiene el balón y cuando ataca, porque hay gente goleadora, pero falta controlar las contras. Estamos mirando vídeos y tratando de corregirlo».
Si hay algo que ha quedado claro es el afán que pone Emery en resolver el nudo en el que se ha metido el equipo. Otra cosa es cuándo se puede empezar a ver la mejoría. Por supuesto, el consejo no quiere sustos ante el Génova y ni mucho menos pensar en otra vuelta de tuerca con las rotaciones y espera buena pesca en Santander. Precisamente, de los 10 cambios con los que sorprendió Emery en Lille (el equipo sacó un 1-1 casi de milagro), Albelda tiene su particular opinión. Pasa de puntillas sin mojarse en exceso. «Hay jugadores muy importantes e imprescindibles pero tienes que buscar el hueco para darles descanso. No es fácil. Si cambias a once mal pero si ganas bien. No es fácil cambiar once y hacer buen partido».
No hay comentarios:
Publicar un comentario