JUAN CARLOS ALARCÓN. HOY Alves, Barragán, Gayà, Fuego, Parejo, Feghouli y Piatti, ya han sido bautizados como ‘La Herencia' y al parecer, son las piezas básicas del gran rendimiento del equipo de Nuno. Se suelen olvidar ciertos detalles que pueden dejar a las claras la realidad de dicha herencia
VALENCIA.
Ando leyendo y escuchando últimamente grandes análisis del buen funcionamiento del Valencia actual, el mejor de la historia en cuanto a puntos y que, si sigue así, será el mejor de la historia al finalizar la temporada-en cuanto a puntos- superando al de la campaña 2003-2004 dirigido por Rafa Benítez.
Pues bien, me encuentro con los grandes defensores de la etapa más mediocre que recuerdo -a mis 27 años, mis primeros recuerdos valencianistas llegan en ‘la final del agua' y el subcampeonato, con lo que he crecido viendo un Valencia campeón-, dirigida por Manuel Llorente y Braulio, ahora ‘sacan pecho' hablando de la gran herencia que han dejado, dando a entender que el equipo se encuentra donde está gracias a los fichajes realizados por el peor director deportivo que ha pasado por Mestalla.
Diego Alves, Barragán, Gayà, Javi Fuego, Parejo, Feghouli y Piatti, ya han sido bautizados como ‘La Herencia' y al parecer, son las piezas básicas del gran rendimiento del equipo de Nuno. Se suelen olvidar ciertos detalles que evidencian la realidad de la herencia y la influencia que tuvo Braulio en el éxito de estos jugadores.
Es cierto que Diego Alves es un fichaje de la anterior gestión, por el que se pagaron tres millones de euros, pero también hay que recordar que de ser por el director deportivo gallego, el brasileño estaría en la Roma y la portería del Valencia la defendería Vicente Guaita. En el verano de 2013, es decir el primero de Amadeo Salvo como presidente en el que confió la planificación deportiva a Braulio, la situación en la portería era inaguantable y había que decidir si quedarse con el brasileño o con el valenciano.
La decisión de Braulio fue clara y contundente, se queda Guaita. Llegaron multitud de ofertas por Alves y estuvo cerca de salir a la Roma, pero finalmente la insistencia de Amadeo Salvo hizo que el jugador se quedara en Valencia. En la primera jornada, con el mercado abierto, Djukic le dio la titularidad a Alves -sorprendentemente porque la apuesta de Braulio, y en teoría del club, era Guaita- y el valenciano decidió marcharse al Arsenal, pero finalmente aguantó la temporada completa para recalar en el Getafe.
Ahora, sus palmeros, los que se iban a cenar con él en su etapa como director deportivo presumen de esta gestión y afirman que el hecho de que Alves seael mejor portero de la Liga es gracias al buen ojo del actual máximo responsable deportivo del Valladolid.
Llega el turno de Gayà, un canterano por el que Rufete decidió apostar ya que no dudó en vender a Bernat convencido de que el recambio era de un valor superior. Conocida es la apuesta de Manuel Llorente y Braulio por la cantera, que se lo pregunten a Isco o a quienes le reían la gracia al anterior presidente cuando afirmaba "menudo robo le hemos pegado al Málaga. Les hemos sacado seis millones por un juvenil".
También atribuyen a la herencia de Braulio y Llorente el buen rendimiento de Feghouli, un fichaje de Fernando y que Braulio ‘heredó'. Luego aparecen Barragán, Piatti y Dani Parejo. Sorprende que ahora se le atribuya el mérito del gran rendimiento de estos jugadores cuando en
sus primeras temporadas aquí,nunca dieron el nivel que se esperaba
sus primeras temporadas aquí,nunca dieron el nivel que se esperaba
Algo de mérito tendrá Nuno y el aumento de la calidad de la plantilla, digo yo, en que dichos futbolistas que habían pasado sin pena ni gloria, bueno con bastante pena para decir verdad, por el Valencia para que ahora sean jugadores importantes. Con la dinámica que llevaba el proyecto de Manuel Llorente y Braulio, estos ‘grandes' jugadores de los que tanto presumen hubieran terminado saliendo regalados de Mestalla. Como muestra, el argentino lleva esta liga siete goles, los mismos que anotó en sus tres ligas anteriores juntas, bajo la dirección deportiva de Braulio.
Y por último queda Javi Fuego, un futbolista honrado y que llegó al Valencia sin hacer ruido para hacer lo que mejor sabe hacer, ser un profesional dentro y fuera del terreno de juego. Este futbolista si que habría que atribuirlo a dicha herencia. Creo que es un futbolista que cabe en el proyecto de Peter Lim y que puede ser aprovechable, aunque no debería ser una pieza básica.
Braulio se encontró en el club a jugadores de la talla de Villa, Silva, Mata, Marchena, Albiol, Feghouli, Baraja, Albelda, Vicente y dejó una herencia de futbolistas de la talla de Cissokho, Rami, Victor Ruiz, Postiga, Pabón, Piatti, Parejo, Barragán entre otros... y aún hay quien presume de ello.
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