Después de tres temporadas a la sombra de Miguel, Bruno y Joao Pereira, Barragán es un fijo para Nuno y acaba contrato con el Valencia en junio
Barragán lleva siete años sin lesionarse y ya puede firmar con el club que desee
Siempre titular para Nuno, siempre discutido para la grada y siempre sano. Las tres acepciones encajan perfectamente en sus medidas. Antonio Barragán Fernández (Pontedeume, 12-6-1987) se ha convertido en una pieza fundamental para su entrenador, después de años de vivir a la sombra del díscolo Miguel, de Bruno Saltor y de Joao Pereira. Pero nunca su trabajo ha convencido del todo a la afición, cuya opinión sobre su rendimiento está dividida. No obstante, hay un dato objetivo que juega a su favor y que ha podido pasar bastante desapercibido: apenas se lesiona.
Con todos estos condicionantes, Barragán es desde ayer dueño de su futuro, y nunca mejor dicho. El lateral valencianista forma parte de ese grupo de jugadores que terminan contrato con su actual club el próximo mes de junio y a los cuales la normativa les deja libertad para comprometerse desde este momento con el equipo que deseen, con la única formalidad -fácilmente salvable- de que el club interesado se vea forzado a informar de sus negociaciones al actual, en este caso el Valencia.
Siempre ha dicho Barragán que está muy a gusto y que su primera opción es el Valencia. Lo habitual en estos casos. Pero hasta este momento, el Valencia no ha dado un paso decidido y él se ha acomodado a esta situación. Rufete sí que ha mantenido conversaciones con su agente donde le ha hecho ver que por parte del club están bastante satisfechos con su aportación, pero no se ha entrado en la negociación pura. Realmente, el Valencia tiene todavía varios frentes abiertos en el tema de futuro. Se decía que hasta que no estuviera cerrado lo de Lim no se solventaría del todo pero se ha llegado a la entrada del nuevo año sin cerrar definitivamente lo de Alcácer (Salvo dijo que era cuestión de semanas) ni tampoco la ampliación de contrato de Parejo. Barragán, por su parte, llega a sus 27 años en el mejor momento de su carrera.
¿Cuál es el secreto de que nunca se lesiona? «Comer bien», afirma riéndose cuando se le cuestiona por esta fenomenal racha física. Desde que Braulio Vázquez lo fichó del Valladolid por 1,8 millones de euros (verano de 2011), el lateral sólo se ha perdido tres partidos por recomendación del médico. Los dos primeros (Valencia-St. Gallen y Villarreal-Valencia) en octubre de 2013 (molestias en los isquios de la pierna izquierda) y el último en abril de 2014 (Valladolid-Valencia, isquios pierna derecha).
Él mismo tiene claro cuándo fue la última vez que se lesionó. Es difícil de olvidar. En abril de 2008 se rompía el cruzado anterior de la rodilla derecha jugando con el Deportivo (en Riazor contra Osasuna). Aquel percance le marcó bastante, no sólo físicamente sino también en la cuestión laboral ya que terminó llevando al Deportivo a los Juzgados por no tramitarle la licencia federativa. Hasta una peña deportivista que llevaba su nombre decidió retirar esta nominación por este conflicto. El juez le dio la razón y en febrero de 2009 rescindía para firmar por el Valladolid. Luego llegó el Valencia y aún no se sabe lo que pasará el próximo 30 de junio.
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