C. V. | VALENCIA.-
Muy molesto estaba ayer el expresidente de la entidad, Vicente Andreu. El motivo no es otro que la negativa que ha recibido por parte del club de proceder a la tramitación de la delegación de acciones que manejaba. Hasta 40 accionistas y con un paquete de 8.000 mil títulos le habían ofrecido sus acciones para que los representara, entre ellos precisamente el puñado de Manuel Llorente.
Andreu se encontró el jueves de la semana pasada con la negativa del Valencia al haber llegado fuera de plazo. El límite fijado es hasta cinco días antes de que se celebre la junta de accionistas. El problema es que mientras uno consideró que se trataba de cinco días naturales, el Valencia se mostró inflexible y le contestó que se trataba de cinco días hábiles.
La situación ha molestado de manera considerable al exdirigente, que incluso apuntaba la posibilidad de «estudiar si era posible la impugnación de la asamblea», a pesar de que es consciente que la incidencia que podía tener en las votaciones era totalmente nula por el rodillo de la Fundación.
Lo curioso del caso es que a Amadeo Salvo le ha ocurrido algo similar. En este caso, el ofrecimiento también le llegó fuera del plazo. El presidente se ha quedado sin el apoyo de unos 5.000 títulos.
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